Evolución de los Mercados de cara a la aplicación de la Economía Circular

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El último paso de economía se da al administrar los desechos que se generan del consumo de un producto. Hasta ahora, hemos ganado conciencia en la importancia de las 3R´s (Reducir, Reutilizar, Reciclar) y hemos trabajado por determinar mejores prácticas para estos conceptos. La economía circular pide que todo lo que no pueda ser manejado a través del sistema de las 3R´s sea tratado en sistemas de generación de materias primas de segunda mano, ya sea a partir de la descomposición máxima posible de los componentes par que sean incluidos en cadenas de valor de otros sistemas, o para que los componentes individuales sirvan de partes iniciales de una nueva versión de un mismo producto.

Para complementar este proceso de cambio, consideramos que el Estado también debe involucrarse de diferentes maneras, entre las cuales podríamos mencionar: la aprobación de políticas que potencien la “apuesta verde”, optimizando la legislación básica y otras herramientas normativas con el fin de eliminar trabas administrativas. Además de revisar la fiscalidad para convertirla en una herramienta de soporte, en donde se apoye en principios como “quien contamina paga” y “quien ahorra gana”, de tal forma que le permita a la sociedad beneficiarse de los aportes del crecimiento verde en términos económicos como medioambientales. En general, una razonable estabilidad del marco regulatorio para una gestión competitiva, segura y sostenible del mercado.

Por otro lado, el Estado también debe apoyar a la empresa a fomentar la información y sensibilización, pues los ciudadanos deben ser considerados los protagonistas de esta estrategia. Es importante mostrar la relación entre sostenibilidad, crecimiento y creación de empleo y promover una cultura que motive la demanda de bienes y servicios más eficientes en el consumo de materiales y energía. El Estado debe tomar la iniciativa en este proceso de sensibilización. Para ellos, es vital que defina indicadores y objetivos para que el progreso pueda ser medible y comunicado.

De igual manera, el sector financiero es clave para dicha transición, es por ello que el sector público debería de facilitar la inversión privada mediante diferentes instrumentos regulatorios o medidas fiscales que permitan fomentar la colaboración público-privada. Y para exten­der dicho entorno colaborativo, se requiere sin duda una regulación más estable y transparente. Consideramos primordial que el sector público tome la decisión de marcar la pauta para que el sector financiero se sume a la causa.

A medida que surgen nuevos enfoques circulares, se generan fricciones entre el sistema lineal existente y los nuevos enfoques que están surgiendo. Sin embargo, estos últimos pueden ser percibidos como amenazas por parte de algunos grupos de interés, o como oportunidades por otros. Va a depender de cada uno como quiere afrontar el cambio.