Las dos caras del TLC
Enviado por Jillian • 10 de Enero de 2019 • 4.880 Palabras (20 Páginas) • 345 Visitas
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Grafica 2. Principales exportaciones mexicanas
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elaboración propia con datos de INEGI
La mayoría de las exportaciones del país se segmentan en cuatro zonas, siendo Estados Unidos el principal receptor de las exportaciones mexicanas (petroleras y no petroleras) con un 77.5% del total exportado, de ahí Canadá con un 2.9%, España con 1.9% y el resto del mundo 17.7%. (Redaccion, 2017)
2-Inversion extranjera
Históricamente, la inversión extranjera ha buscado por diversos medios establecer reglas y de ser posible acuerdos que protejan el movimiento y las operaciones de los inversionistas en los países importadores de capital. A su vez, los gobiernos receptores han debido enfrentar un sinnúmero de problemas relacionados con la forma de operar de los inversionistas, que reiteradamente han intentado hacer prevalecer sus derechos sobre las leyes del país receptor. la proliferación de los tratados bilaterales de promoción y protección de la inversión extranjera directa conocidos como BIT (Bilateral Treaties for the Promotion and Protection of Foreign Direct Investment) han sido prácticamente un requisito previo impuesto a los países receptores de IED antes de celebrar un acuerdo de libre comercio. Evidentemente los BIT representan la mejor respuesta a la tradicional desconfianza de los inversionistas y al mismo tiempo aseguran de manera contractual que los gobiernos den los primeros pasos hacia una liberalización.
El cap. XI del TLCAN logró por primera ocasión que un tratado de libre comercio introdujera un capítulo específico que regulara y legislara de manera supranacional la inversión extranjera.
Durante la década de los noventa la inversión extranjera directa (IED) ha manifestado un impresionante dinamismo, tanto a nivel internacional como en América Latina y también en México. Tan sólo en México – el primer receptor de IED en importancia en América Latina durante 1990-1995 y que fue desplazado desde entonces por Brasil (CEPAL 2000) - la IED aumentó de niveles inferiores al 1% del PIB durante la década de los ochenta a alrededor del 3% del PIB durante la década de los noventa. Su impacto no sólo ha sido considerable desde una perspectiva macroeconómica, sino que también ha permitido la generación de una nueva estructura productiva y de organización industrial, paralelo a un significativo proceso de modernización de un segmento de la economía. El caso de México, además, es particularmente interesante y relevante debido a que el destino de la IED hasta 1993 se había concentrado en la compra de activos estatales durante su proceso de privatización. Posteriormente, y con elevados montos, la IED ha cobrado una nueva modalidad y se ha orientado crecientemente a la adquisición y fusión de empresas, así como a la creación de nuevos activos.
Se estima que un creciente flujo de IED ingresa a México para aumentar la capacidad productiva a través de la adquisición de activos fijos privados o la generación de nuevos activos, a diferencia de períodos anteriores a 1994-1995 en donde predominó la compra de activos públicos existentes a través de procesos de privatización.
México es uno de los países emergentes más abiertos a la inversión extranjera directa. Según el Informe de Inversión Mundial 2016 publicado por la CNUCYD, México es el decimoquinto receptor de IED más importante en el mundo. Los flujos de IED en el país fluctúan mucho dependiendo de la llegada o salida de grandes grupos internacionales.
Las inversiones extranjeras se concentran sobre todo en ciudades fronterizas con los Estados Unidos países aledaños a la frontera estadounidense (donde se encuentran muchas fábricas de ensamblaje) y capital. Gracias a una robusta industria turística, la península de Yucatán también recibe inversión extranjera sustancial. Las inversiones llegan principalmente de Estados Unidos y España (especialmente en el sector bancario). Los sectores que reciben inversión extranjera importante son las finanzas, la industria automovilística, la electrónica y los sectores energéticos.
Enero y marzo de 2016 México registró 7,896.4 millones de dólares (mdd) por concepto de inversión extranjera directa (IED), lo cual representa la cifra preliminar más alta para un primer trimestre en toda la historia del indicador y es 4.3% superior a la cifra preliminar del mismo periodo de 2015 (7,573.2 mdd), que en su momento también representó un récord histórico. La IED acumulada es de 109,711.0 mdd, cifra 61.4% mayor al monto originalmente reportado hace seis años y correspondiente al mismo periodo transcurrido del sexenio anterior (67,978.3 mdd).
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La manufactura es el sector con los mayores flujos de inversión extranjera directa (IED) a México, con un 50% del total de 30,285 millones de dólares (mdd) que llegaron al país entre 2014 y 2015. Esta cifra representa uno de los mayores niveles que ha registrado la IED en siete años, solo por debajo de los 45,855 mdd registrados en 2013(Véase ilustración 2). En servicios, el sector de telecomunicaciones tuvo particular protagonismo durante 2014, especialmente como resultado de la ambiciosa estrategia de adquisiciones de la empresa estadounidense AT&T, En 2014, según datos de Bloomberg, AT&T completó la compra de Iusacell y Nextel por 2,500 millones de dólares y 1,875 millones de dólares, respectivamente.
La CEPAL destacó que los recientes cambios regulatorios en el país "han permitido superar las rigideces del mercado interno, favoreciendo la competencia y la prestación de mejores y más modernos servicios a los usuarios".
Ilustración 2. Sectores beneficiados por IED
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Fuente: Santander con datos de SE
Entre los principales inversionistas destacan: Estados unidos, España, Canadá, Países bajos, etc. Más de cinco mil empresas españolas operan en el país. Si bien no existen grandes inversiones de capital de origen español en el sector agroalimentario mexicano. Las más destacables son los viñedos y bodegas de la firma Freixenet (principal exportador mexicano de vinos y espumosos) en Querétaro; la planta de procesado de cefalópodos (calamar gigante) de Pescanova en Guaymas (Sonora), o las subsidiarias de otras grandes bodegas como Osborne. El resto está muy atomizado, en los sectores de la restauración, importación de alimentos, tecnología, bollería, etc. Entre 1999 y 2014
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