NEGOCIOS INTERNACIONALES Régimen cambiario y arancelario
Enviado por Kate • 27 de Noviembre de 2017 • 5.090 Palabras (21 Páginas) • 434 Visitas
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La organización política en suiza está definida en un estado federal con tres niveles políticos los cuales se conocen como el gobierno federal o confederación, los 26 cantones y alrededor de 2600 municipios.
El sistema federal suizo es la división de poderes no centralizada, es decir el poder no queda en una sola mano, y se sirve de varias formas de cooperación vertical y horizontal entre los distintos niveles (ciudades y pueblos) para lograr equidad en la toma de decisiones.
Suiza es una de las economías más competitivas del mundo y el quinto con el mayor producto interno bruto por habitante. El sector que más aporta al PIB es el sector servicios con 72% y la industria un 27%.
El país ejerce una política exterior activa, desarrolla relaciones con estados vecinos, siempre en función de la estabilidad económica y reducción de la desigualdad social en la unión europea y en el mundo.
Uno de los fundamentos primordiales de su política exterior es la “neutralidad”, por la cual le prohíbe a suiza participar en conflictos armados y entrar en alianzas militares, o brindar apoyos armamentistas a otros países.
Suiza ingresa a la ONU en el año 2002 como segunda sede después de Nueva York. A su vez por medio de sus siete organizaciones internacionales de las cuales es miembro, destina el 0,47% de su PIB para ayuda al desarrollo de los países más desfavorecidos, entre ellos Kosovo, Mozambique y Bolivia.
ANTECEDENTES
Suiza es uno de los países más ricos y desarrollados del mundo con altos niveles de ingresos y estándares superiores en el nivel de vida. Es considerado el país más competitivo del mundo, según el índice de competitividad global publicado por el foro económico mundial.
Un aspecto que señala y distingue este país de otras naciones es su política de neutralidad, constituyéndose en un pilar fundamental de la identidad helvética. Esta política referente a cuestiones militares relacionadas con la no intervención y el no apoyo a algunos de los bandos incluidos en el conflicto, realza la importancia de la imparcialidad y transparencia en la organización política y comercial del país.
En el contexto de una política de neutralidad activa Gabriel y Fanzun asevera.
Es importante tener en cuenta que Suiza practica una política exterior asimétrica ya que, el país se caracteriza por un lado por sus importantes relaciones económicas y por el otro por una significativa apatía a nivel de la participación política a nivel internacional. Esta contradicción se observa en la fuerte presencia suiza en los mercados externos, que contrasta marcadamente con su ausencia de organizaciones políticas importantes (Gabriel y Fanzun 2003: 3)
En esa misma trayectoria, los autores aseguran que la política exterior se encuentra influenciada por los aspectos típicos del sistema político, ya que al tratarse de una política de neutralidad, no hay una pretensión directa de hacerse responsable por otros países o entrar como garantía representativa en un conflicto, lo que en muchas ocasiones desemboca en distorsiones comerciales, debido a la necesidad de actuar en bloque o de simplemente tener responsabilidades compartidas con otros países.
Es clara la apatía de suiza en relación a formar parte de los organismos internacionales y de los procesos de integración regional, tan importantes como la unión europea o EEE (Espacio Económico Europeo), pero claramente esto se debe a su forma de gobierno y a la forma como se le da la participación a sus residentes. Si bien es cierto que el estado goza de alguna autonomía para toma de decisiones, termina pesando más el federalismo y la democracia directa en asuntos relevantes de política económica y por ende su política exterior.
El concepto de América del Sur como área de fortalecimiento regional fue adoptado por Brasil solidificando el liderazgo brasileño. Basada en la credibilidad que el país alcanzó con la consolidación de la democracia, la estabilidad y la apertura económica, la diplomacia presidencial fue impulsada con vigor en las cumbres multilaterales y bilaterales que recuperaron estrategias de desarrollo y aseguraron políticas externas coherentes: i) el refuerzo de la capacidad empresarial del país; ii) la aplicación de la ciencia y tecnología asimiladas; iii) apertura a los mercados del norte en contrapartida al nacional; iv) mecanismos de protección ante los capitales especulativos; v) una política de defensa nacional.
La creación del Mercosur en el inicio de los años 90 fue el marco de la inserción de la economía brasileña en la tendencia al regionalismo, aliada con el papel activo de la política externa brasileña en el ámbito de discusiones multilaterales en la OMC (DOMINGUES, 2002) . Brasil dejó de hacer política internacional propia y aplicó algunas reformas sugeridas por el Consenso de Washington. (Valotto Patuzzo)
Las políticas adoptadas por el gobierno muestran a priori que se están llevando a cabo políticas estructuradas. La economía brasileña se vio fuertemente afectada durante varias décadas y a lo largo de varias crisis, siendo en la actual más resistente que en las anteriores. El proceso de apertura contribuyó a que se hiciera el ajuste interno. Pero sigue siendo un país altamente exportador de materias primas e importador de productos con alto valor añadido. Para finalizar, el gigante sudamericano debe consolidar su política de apertura fortaleciendo y fomentando los intercambios tecnológicos, fundamentalmente para la ampliación de la competitividad de las industrias productivas y exportadoras. En este sentido, es esencial el esfuerzo de seguimiento y evaluación de estas políticas para que sea posible corregir el rumbo e identificar oportunidades para avanzar.
Aunque a pesar del crecimiento de Brasil su economía muestra signos de agotamiento que está relacionado “con el estancamiento de los precios de las materias primas de exportación, el estancamiento del consumo interior (debido al endeudamiento de los hogares) y a la baja de las inversiones. Por ello en 2012 la economía tuvo un crecimiento débil del 0’9% (después que en el 2010 experimentara un crecimiento de 7’5%), lo que significa que en el 2012 ha perdido un 2’6% (lo que sitúa a Brasil en el último lugar de los 25 países emergentes). Caída también que ha experimentado el PIB de la industria que ha retrocedido dentro del mundo emergente con un 0’8%, aunque las expectativas cuentan con que el 2013 el crecimiento sea del 4’5%. Además en gobierno se ha fijado contener la inflación entre 2,55 y 6,5%, así como reducir la deuda
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