Pensamiento Económico. La restricción vehicular

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Un tema que claramente tiene directa relación con la libertad individual que Hayek plantea en su libro es uno de los principales problemas que actualmente se vive en Chile, específicamente en la región metropolitana, la contaminación ambiental. La mala calidad del aire ha provocado que las autoridades respectivas decreten medidas para mejorar las condiciones ambientales y a la vez nos prohíban circular libremente en nuestros vehículos. Es casi imposible no asociar las famosas emergencias, preemergencias y alertas ambientales con la restricción vehicular. Todos sabemos que en Santiago cada día son más los automóviles que circulan por las calles, pero ¿son los vehículos los principales responsables de la mala calidad del aire? Por las medidas que toma el gobierno pareciera ser que sí.

Últimamente la situación se ha vuelto crítica e insostenible, lo paradójico es que estudios recientes han demostrado que este problema no se debe principalmente a lo que todos pensaban, a los automóviles. Menos del 15% del total del smog que circula por los aires de la capital proviene de los autos.

Las medidas que las autoridades han tomado entonces no son las correctas. El principal medio de calefacción de los sectores más acomodados y principal causante de la contaminación ambiental es la leña. Pero basta con recorrer las frías noches en comunas como Las Condes y Vitacura para percatarse que el gobierno no ha tomado las medidas pertinentes, es más, la gente no sabe que la leña es el principal causante de la contaminación.

Para más remate, este año el clima ha sido ingrato, las lluvias parecen hacerle el quite a nuestra ciudad, por lo que hemos tenido que acostumbrarnos a vivir en medio de la contaminación. Pero el problema es que el gobierno sigue pensando que la solución es la restricción vehicular. Piensan que prohibiéndole a la gente circular libremente en sus vehículos el tema mejorará y lo peor aún, se han encargado de que la gente piense lo mismo.

Con las restricciones vehiculares y los nuevos ejes ambientales lo único que se ha logrado es que las calles estén más expeditas para los que tienen la suerte de poder circular sin restricción. Los conductores circulan contentos debido al poco tráfico y los taxistas aumentan sus ingresos debido a que la gente se los pelea. El problema ocurre con la gente que injustamente debe dejar sus vehículos en casa, deben vivir una odisea para poder desplazarse hacia sus puntos de trabajo. Nadie piensa en las personas que viven en los sectores periféricos de Santiago, donde con suerte pasa una micro, tienen que levantarse mucho antes de la hora habitual para luego luchar un puesto con toda la gente que espera locomoción colectiva y poder subir al transporte. Pero la odisea no termina ahí, ya que la mayoría de la gente se ve obligada a transportarse en metro, el

cual aumenta su demanda en 35.000 personas los días de restricción vehicular y colapsa, provocando molestia en los pasajeros debido a su mal servicio.

Reconocidas marcas de automóviles han sacado al mercado los famosos autos eléctricos, pero en un país como Chile, donde la mayoría de la gente está acostumbrada a vivir con lo justo, es imposible que puedan adquirir uno, debido a que los precios son extremadamente elevados. Al parecer no nos queda otra solución que seguir acatando las medidas que toma el gobierno, que por cierto parecen no ser las correctas.