Por una Colombia más competitiva

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Con todo esto solo quiero mostrar algunos de los desafíos y retos que Colombia enfrenta en materia de competitividad, y a partir de ahí empezar a ofrecer soluciones. Primero, considero que es necesario una óptima implementación de la Agenda Nacional de Competitividad (ANC), de forma coordinada entre los diferentes sectores, donde se ataquen las falencias que se presentan en todas las áreas, para que se complementen recíprocamente tanto la Agenda Vertical, enfocada en la diversificación del aparato productivo, y la Agenda Transversal, que abarca la educación, infraestructura, corrupción, etc. Además, mejorar la sinergia entre los diferentes actores del sistema institucional, sectores público y privado, tanto a nivel nacional como local, para que las iniciativas y proyectos no estén desconectados, como ocurre actualmente.

Segundo, fortalecer la competitividad desde las regiones, articulando tanto el sector público como privado de cada departamento para aumentar la clusterización, el encadenamiento productivo y la incorporación en las cadenas globales de valor. Está claro que no podemos esperar resultados diferentes si seguimos produciendo lo mismo y de la misma manera, por lo tanto, para mejorar la productividad del país es necesario que desde los departamentos se dejen de producir bienes con poco valor agregado y en cambio empezar a diversificar la canasta exportable con productos con mayor grado de complejidad y conocimiento productivo.

En definitiva, considero que en el caso de Colombia las primeras acciones deberían ir encaminadas hacia la educación, innovación, corrupción e infraestructura, ya que son las bases para lograr el desarrollo productivo, que posteriormente generará bienestar para los colombianos. De esta forma empezaremos a ser competitivos.