Comentario dolmen de viera

INTRODUCCIÓN

El Dolmen de Viera, también conocido como Cueva de los hermanos Viera o Cueva Chica, es uno de los tres monumentos megalíticos que forman el conjunto arqueológico “Dólmenes de Antequera”, uno de los más conocidos y mejores exponentes del megalitismo europeo. Los otros dos son: el Dolmen de Menga y el Tholos del Romeral.

El sitio de los Dólmenes de Antequera, compuesto por los dólmenes, la Peña de los Enamorados y el Torcal de Antequera, forman parte de la lista de Patrimonio mundial de la Unesco desde el 15 de Julio de 2016. El Dolmen de Viera fue declarado monumento nacional en 1923.

ANÁLISIS DE LA FORMA

En la imagen vemos la entrada al Dolmen de Viera. Se trata de un sepulcro megalítico (grandes piedras). Está constituido por una estructura formada por grandes losas verticales llamadas ortostatos y otras horizontales de cierre de cubierta. Se unen a piedra seca, sin argamasa ni mortero. Esta imagen que muestra la entrada, da paso a un corredor que conduce a la cámara sepulcral.

COMENTARIO DEL CONTENIDO

En el ritual megalítico, en la parte interna del sepulcro se van depositando directamente sobre el suelo los cadáveres durante varias generaciones (inhumación). Siempre se acompañaban de los objetos que formaban el ajuar funerario.

La fase inicial de construcción podría estar datada durante la segunda mitad del IV milenio a.C., estamos ante un monumento megalítico de unos 4.500 años.

Según su planta se clasifica como sepulcro de corredor, constituido por una cámara sepulcral y un corredor de acceso, que conecta la cámara con el exterior a través de una puerta cuadrangular perforada en la losa de entrada a la cámara.

Se denomina Dolmen de Viera porque fue descubierto y estudiado a principios del siglo XX por los hermanos Antonio y José Viera, aunque existe documentación sobre su existencia desde el siglo XVI. Pero es en 1995 cuando se realizan, por primera vez, los dibujos con las dimensiones reales del sepulcro.

Las partes de las que se compone son:

1. El Túmulo: lo primero que nos encontramos es el impresionante túmulo de tierra que lo envuelve, de unos 50 metros de diámetro y de unos 4 metros por encima de la losa que funciona de cubierta de la cámara.

2. El Corredor: (vinculado a la tradición Atlántica). La parte inicial de acceso al corredor ha perdido las losas de la cubierta. Algunos ortostatos muestran numerosas oquedades o “cazoletas” (marcas a modo de agujeros en la piedra). Le siguen los restos de una puerta perforada cuadrangular que ha perdido la cubierta, y, los restos de la cubierta a modo de voladizo. El corredor tiene unos 19 metros de largo y simboliza el “transito entre los dos mundos”. La anchura es de 1,30 m y una altura de 2m. Conserva 13 ortostatos originales en el lado izquierdo, 14 en el derecho y 4 de sus grandes losas de la cubierta.

3. La Cámara: al final del corredor encontramos la última puerta perforada que da acceso a la cámara, un pequeño habitáculo cuadrangular de 1,6 m de ancho y 2 m de altura, formado por cuatro losas verticales y la única losa de la cubierta de 5 metros de ancho. La losa de entrada está perforada con forma cuadrangular, y es por donde se accede a la cámara. La losa posterior, muestra una abertura que se realizó para el saqueo del dolmen. Se encontraron muy pocos objetos en el Dolmen de Viera, entre ellos, un cuenco de cerámica, un vaso de piedra, un punzón de cobre, varias hojas y pequeñas herramientas realizadas en sílex y varias hachas de piedra.

CONCLUSIÓN

Destacar que es importante su orientación en la entrada hacia el Este y su relación con el sol en los equinoccios de otoño y primavera. En el amanecer de estos equinoccios, los rayos penetran hasta el interior de la cámara, iluminándola por completo durante unos minutos. El equinoccio se produce entre el 22 y 23 de septiembre en otoño y entre los días 20 y 21 de marzo en primavera. El sol se sitúa paralelo al ecuador de la tierra y provoca que los rayos incidan de manera perpendicular formando 90 ̊. En el equinoccio el día tiene las mismas horas de luz que de oscuridad en todos los lugares de la tierra.

Este es un fenómeno tan especial que sucede dos veces al año. De todo el conjunto de Antequera, éste es el único dolmen que está orientado al sol.

A parte de ésta, existieron otras variedades de construcciones megalíticas como pudieron ser: el menhir, el alineamiento, el crómlech…

Estos monumentos megalíticos empiezan a crearse como consecuencia del descubrimiento de la agricultura, se construyeron a lo largo de toda la fachada Atlántica europea desde el