“PAISAJE CON UNA CASA AMARILLA” Y SU RELACIÓN CON LOS CONCEPTOS ESTÉTICOS

EVALUACIÓN CONTINUA I

ESTÉTICA Y CRÍTICA II

2022

INTEGRANTES:

• Fernando Oré                        Grupo 102 - Código: 2021000061
• Yuliana Traverso Zuasnabar         Grupo 102 - Código: 2021000085
• Blanca De Los Santos                  Grupo 103 - Código: 2021000031

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FICHA TÉCNICA

• Título: “Paisaje con una casa amarilla”
• Autor: Kazimir Malevich
• Fecha: 1906
• Técnica: Óleo sobre cartón
• Medidas: 19.2 x 29.5 cm

“PAISAJE CON UNA CASA AMARILLA” Y SU RELACIÓN CON LOS CONCEPTOS ESTÉTICOS

El ser humano siempre está en la búsqueda de situaciones que hacen que se prolongue su estado de placer o felicidad. El arte, en sus aciertos y de manera personalizada hacia el espectador, es capaz de crear un vínculo inmersivo entre la obra y la persona expectante; sin embargo, nos planteamos la duda: ¿Qué procesos se encuentran detrás de los momentos efímeros, pero duraderos en nuestro imaginario, que compartimos con las obras de arte? A continuación, en el presente ensayo profundizaremos a través de los conceptos que se encuentran dentro de la experiencia estética a través de la obra “Paisaje con una casa amarilla” de Kazimir Malevich.

Para empezar, es importante mencionar el contexto en el cual surge la idea de la obra y por qué situaciones concurrentes del momento se vio influenciada. Rusia antes y durante el siglo XX poseía cantidades de artistas aristócratas que se formaban en espacios europeos, ello se veía reflejado en sus obras. Este fenómeno era una respuesta a las reformas proporcionadas por el zar Pedro I a principios del siglo XVIII; si bien estas hicieron posible que la Rusia del medioevo se transformara en una Rusia moderna, dichas reformas fueron las responsables del acercamiento de Rusia hacia Europa. Es por esto que se halla durante mediados del siglo XIV e inicios del s. XX un país que refleja los movimientos o está al pendiente de las tendencias artísticas europeas.

Es ante ese escenario figurativista que durante 1900 hasta 1910, los artistas iniciaron con un proceso de su búsqueda estilística experimentando basar sus creaciones plásticas en conceptos estéticos (la composición de la obra y tonalidades aplicadas) y filosóficos. Por otro lado, esto causaría años más tarde (1915) la creación del Suprematismo por parte de Kazimir Malevich quien diría que:

“El Suprematismo abre al arte nuevas posibilidades, ya que, al cesar la llamada consideración por la correspondencia con el objetivo, se hace posible transportar al espacio una percepción plástica reproducida en el plano de una pintura (...).”

Para continuar, es relevante rescatar que el concepto que se encuentra dentro de una experiencia estética surge a partir de legitimaciones hechas desde la filosofía. Siendo más específicos, la filosofía es quien se encarga de los hechos y objetos estéticos. A pesar de que es Baumgarten quien en un primer momento nos habla acerca de la estética, es Kant quien nos brinda una aproximación hacia los hechos estéticos al hablarnos de la validez universal, sobre lo agradable, lo bueno y lo bello. Entonces, ¿cómo procede la experiencia estética?

Primero establecemos una relación estética entre la obra y el espectador. El entorno en el cual encontramos a la obra, es decir los espacios artísticos, nos fuerza a entrar en un comportamiento estético y comprometernos a brindar un resultado a partir de nuestra interacción con la obra. Dicha respuesta debe responder al polo estético, ya que al enfrentarnos a una obra de arte la dinámica difiere de una respuesta a un estímulo biológico; como espectadores debemos diferenciar ello y reconocer que el nivel de satisfacción que obtenemos al contemplar la obra se regula según se da la lectura de esta. Luego se genera un bucle el cual es impulsado por la satisfacción que te genera esta interacción.

No obstante, para llegar a este comportamiento estético se debe establecer un hecho estético. La importancia del hecho estético radica en la abstracción a la cual se somete la persona al presenciar la obra. En el momento de la abstracción es crucial prestar atención al estímulo, puesto que este está ligado a nuestra psiquis humana. Dicha actividad cognitiva se transforma en un comportamiento estético al ligarse a una emoción. La emoción surge de manera particular, por lo que se puede decir que depende de nosotros poder definir el hecho estético.

Asimismo, es preciso indicar que la relación estética está completa cuando se goza de una verdad extática, un sentido de elevación y absoluto éxtasis. De igual manera cabe aclarar que las estructuras mencionadas no difieren en esencia independientemente de las personas; en otras palabras, la relación, el hecho y el comportamiento estético se desenvuelven de igual manera en todos sin importar la edad o procedencia de la persona. Reforzando lo mencionado, en el siguiente párrafo compartiremos nuestra experiencia estética en relación a la obra “Paisaje con una casa amarilla”, por orden de mención indicado en la carátula del ensayo.