Aristoteles. “Política. Libro I, 1-2-3”
Enviado por Eric • 14 de Febrero de 2018 • 2.024 Palabras (9 Páginas) • 396 Visitas
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“El hombre es el único animal que tiene la
palabra (logos)”
Para Aristóteles los animales al igual que el hombre, son capaces de vivir en sociedad pero su convivencia no procede el estado, mientras que la vida común del hombre se traduce en la ciudad. ¿Porque esto es así? ¿Por qué el estado es una determinada convivencia y no una simple suma de individuos de una especie? ¿Qué le hace a una sociedad determinarse y configurarse como “comunidad política o ciudad”? la respuesta aristotélica: el estado no es una mera convivencia si no que es manifestación de una convivencia que viene determinada por el logos, por la palabra. La polis es comunidad originada por el lenguaje humano: es comunidad de una clase de comunicación para una clase de comunicación.
Aristóteles distingue entre voz y logos. Señala que los animales, como el hombre, tienen voz, pero solo el hombre posee por naturaleza logos. Es decir, los animales comparten la función sensible derivada del “alma sensitiva” con el hombre, por ello ambos tienen capacidad de sentir y comunicar “aquellos afectos que van acompañados del placer o del dolor”, ambos tienen voz para comunicar y expresar sensaciones placenteras o incomodas. Pero solo él mismo, solo el hombre tiene dotado naturalmente de palabra, está le constituye como se diferente, ósea, puede ir más a ya como a trasmitir información más compleja que solo se podría hacer si fuese escritura, manera derivada pero más duradera. Y es que hay que entender logos como palabra racional, la única que puede articular la verdad a permitir el discernimiento de lo que son las cosas, porque “la palabra inteligente” capacita a los humanos para juzgar lo justo y lo injusto. Y ello, les hace irremediablemente morales, aunque hay quien a pesar se vuelve encontrar de esto, ya que lo que es justo lo es y no hay doble mirada. Del logos dependen la vida humana y ésta puede ser entonces “naturalmente” moral. Solo al ser humano le compete tarea de comportarse virtuosamente pues tiene la posibilidad de elegir su buena vida.
Así pues el logos es la única palabra generadora de una comunidad donde la razón y la virtud pueden existir porque el estado es el único lugar donde se ejercen. La virtud hay que entenderlo como actividad de la felicidad. Hay que recordar que solo porque el hombre tiene logos puede reconocer y elegir el término medio en el que consiste la virtud, este punto es muy complicado de encontrar ya que exactamente en la mitad, lo normales pasarse o faltarle de ahí su dificultad. Si la palabra posibilita la práctica moral, entonces “animal racional” viene a significar lo mismo que “animal ético” y ello se entiende así porque la condición primordial que posibilita la humanidad es “política”. Por todo ello, la justicia y la virtud solo se pueden desarrollar en el interior del estado, de ahí la tendencia de hacer el estado.
“La ciudad es por naturaleza anterior a la casa y a cada uno de nosotros”
El estado produce al individuo y no a la inversa, ya que está impregnado en el ser del hombre. Lo primero, el todo, existe antes que las partes (individuos). Es más, solo existen los individuos porque nacen del estado. En ese sentido, Aristóteles dice que a relación del hombre con el estado es semejante, por ejemplo, a la de la mano con el conjunto del cuerpo. Del mismo modo que una mano separada del cuerpo no es, hablando con propiedad, una mano (solo es mano en relación al todo, el cuerpo); así el individuo aislado, no llega a ser un hombre de forma aislada, sino que su humanidad solo se comprende en relación al estado. En definitiva, el hombre solo se puede considerar como tal en cuanto forma parte del estado.
Pero no hay en Aristóteles totalitarismo político porque su prioridad es fundamentalmente ética y humana: solo en el estado puede alcanzarse al bien y perfección última del hombre. El estado la aldea o poblado. Pero esta tampoco puede lograr la autosuficiencia, por lo que será necesario constituir una comunidad más amplia: la polis, el estado y el orden del estado no es nunca un fin en sí mismo, como acaba ocurriendo con Platón, sino que está verdaderamente al servicio de la perfección moral y la felicidad de sus ciudadanos, todo esto demuestra que la polis es solo para el beneficio del hombre y sin un fin propio.
Hay, por tanto, estado y no una mera asociación gregaria cuando este exista organización cuando este organizado y la primera de las condiciones para que existan organización es la existencia de leyes. La mera existencia de leyes y el respeto a las mismas le permite hablar a Aristóteles de justicia en un sentido muy amplio, esto da lugar a las reglas impuestas por el bien de los hombres que son internas pero que se hace por si se desconocen. Pero cada conjunto de leyes se inscribe en una constitución o forma de gobierno y estas pueden orientarse a promover el bien común, reinando así la armonía y la felicidad en esa comunidad civil o el beneficio de unos pocos, como justicia política que consiste en el trato equitativo. Cuando se quebranta la igualdad en el trato y se utilizan las leyes en beneficio propio se destruye el fundamento de armonía social y por tanto del estado. La justicia existencia de leyes que se inscriben en constituciones que promueven un trato equitativo y por tanto, el bien común es, por consiguiente, condición del estado.
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