DE OBJETIVIDAD A SUBJETIVIDAD DE LA RACIONALIDAD
Enviado por Rimma • 21 de Noviembre de 2018 • 2.150 Palabras (9 Páginas) • 304 Visitas
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El hombre primitivo, igual que el hombre vulgar, el cual no conocía la razón científica, hacía uso de su pensamiento y de su saber específico para su situación de vida concreta, y se puede decir que este saber particular representaba la razón.
Aristóteles, aunque discípulo de Platón, no sigue su idea de la racionalidad objetiva, ya que para él el humano es una tabla rasa al nacer y lo con que se llena esta tabla, las ideas, “tienen sus raíces en el mundo sensible real y experimentable” (Hirschberger, 1961). Esto quiere decir que cada uno forma su racionalidad a partir de lo que vive, sean experiencias o sensaciones, y por lo tanto, es subjetiva.
Para Locke no había principios innatos, identificaba “conocer algo” con “tener conciencia de conocer algo” (Daros, 1980). Basaba su pensamiento en que si todos tuviésemos racionalidad como principio innato, que viene en conjunto con el alma, todos haríamos uso de esta, como él mismo lo dice en sus ejemplos, niños e idiotas también podrían hacer uso de racionalidad, cosa que según sus palabras no sucede. Es importante decir que, quizás no se trata de un principio innato, pero si la racionalidad es una facultad del hombre que se adquiere a partir de las sensaciones externas, es decir, mediante los órganos corporales y a través “de las sensaciones internas en la conciencia del yo (reflection)” (Hirschberger, 1961).
Hume continúa y lleva a un fin el pensamiento de Locke, pero en vez de hablar de sensaciones internas y externas, habla de impresiones sensibles e ideas y más tarde de conciencia y percepción. Para que, a partir de estos conceptos, se pueden formar leyes, dice Hume que se debe usar la asociación, un concepto fuertemente subjetivo, lo cual se divide en analogía, causalidad y contacto en el espacio o tiempo (Hirschberger, 1961). Esto explica porque decía que la racionalidad no es sino una “creación de la razón (considerada como un poder o facultad)” (Daros, 1980).
Kant por su parte afirma que el hombre no sólo adquiere conocimiento a posteriori, es decir, a través de la experiencia, sino que existe conocimiento propio de cada uno, que está presente a priori. Esto no significa que el hombre se forma su propio mundo a través del conocimiento previo a, sino que a través de la relación de este conocimiento con “cosas reales en sí mismas” (Hirschberger, 1961), que existen según Kant, se forma la verdad. Por lo tanto, se puede decir que para Kant la razón, el camino para llegar a la verdad, es subjetivo, ya que depende de la relación que establece cada uno entre su conocimiento ya adquirido y los elementos reales en sí.
Como grupo nos adherimos al pensamiento de Lévy-Bruhl, quien dice que la razón es única para todos los hombres, aunque varíen sus hábitos mentales. Durante su estudio en África, Lévy-Bruhl reconoce el pensamiento pre-lógico, como él lo llama, un pensamiento que excluye lo abstracto y el razonamiento, pero que incluye el uso de características o rasgos generales que hacen uso de las emociones y los sentimientos, a partir de los cuales los primitivos razonaban. Según Lévy-Bruhl esta manera de razonar no es un defecto o hace los primitivos ser inferiores a los civilizados, ya que, al enseñarle a un niño primitivo y a un niño civilizado lo mismo, los dos podían aprender. Además, afirma que para un civilizado la manera de razonar puede ser extraña y rara, pero mirándola desde su punto de vista, es decir, desde la civilización primitiva, es totalmente normal y desarrollada (Radford, 1999). Esto quiere decir que todos poseemos racionalidad pero que no todos hacemos uso de esta en todo momento y que, además, la racionalidad depende del punto de vista desde el cual uno la mira.
VISÓN GRUPAL
La racionalidad es una cualidad que viene con el ser humano, pero esto no quiere decir que su uso sea continuo e idéntico entre nosotros. Su uso y aplicación en distintos aspectos de la vida es subjetivo, por ende, distinto. Recogiendo lo anteriormente señalado, la racionalidad depende también de la época en que esté inserta, ejemplo claro de esto es que en el mundo racional del hombre primitivo no sólo entra en juego su “física” sino también su “metafísica” que se expresa en sus mitos y magia.
Actualmente los mitos y la magia son tomados como historias que se creaban para explicar lo que en aquellos años no se podía. Es aquí donde racionalidad y falta notoria de comprobación empírica chocan. ¿La racionalidad puede sustentarse sólo con creencias? Y con ello, el uso de la razón ¿depende de lo que creo? La racionalidad sirve para llegar a la explicación de esa creencia, causando que ésta deje de ser creencia en sí, pasando a ser un hecho.
No tiene sentido preguntar si hay una racionalidad o varias, dado que no se trata de una facultad que pueda o no ser compartida (Hoyos, 2005). Encontramos una “articulación consistente entre las creencias, los deseos y las acciones” (Hoyos, 2005). Esto quiere decir que existe una relación significativa entre tiempo, espacio de vida, educación, conductas, creencias adquiridas y la cultura en la cual uno nace. Gracias a esto, existen numerosas cantidades distintas de representaciones de lo que es la racionalidad, que varían según las distintas combinaciones de los factores ya mencionados.
Por ende, según nuestro punto de vista, la racionalidad es propia de cada ser humano y se forma en base a las experiencias adquiridas durante nuestra vida y por lo tanto es subjetiva e individual. Aun así, es posible conversar sobre la verdad con otros, ya que, como sociedad, desde el comienzo de la humanidad, se llega a ciertos acuerdos generales, sobre lo que, por todos, debe ser aceptado como verdadero. Algunos de estos acuerdos son aceptados universalmente (Por ejemplo, los axiomas). Otros pueden diferenciar de cultura a cultura y comunidad a comunidad, lo cual de vez en cuando puede causar malentendidos entre personas de distintas partes del mundo, pero que normalmente facilita las relaciones interpersonales. Estos malentendidos pueden causar distintas consecuencias, no necesariamente negativas. Las representaciones que las personas, o un grupo de ellas, poseen de la racionalidad, pueden tanto oponerse, como complementarse, dando lugar a cambios desde el nivel individual, al nivel de la sociedad en sí.
Por último, se puede decir que la razón no puede clasificarse si no que es “toda acción intelectual que nos pone en contacto con la realidad, por medio de la cual topamos con lo trascendente” (Marias, 1949).
La razonabilidad, sin embargo, no tiene nada que ver con la razón, o la racionalidad, pues es aquella que se encarga de los juicios
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