ENSAYO CUARTO LIBRO DE PLATÓN

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Finalizadas y establecidas ya las normas para la fundación del nuevo Estado Sócrates recuerda a Glaucón y Adimanto, el plan original establecido en el segundo libro. Menciona que ahora el Estado sano es por completo bueno y esto significa que es sabio, valiente, moderado y justo. El Estado posee sabiduría gracias al conocimiento de la élite de los guardianes perfectos. Que habrá valentía en dicha ciudad si una parte de él es capaz de conservar la opinión correcta acerca de qué cosas son temibles y cuáles no, independientemente de los placeres, los dolores o el paso del tiempo, todas estas cosas que puedan afectar a esas creencias. Y se dirá que hay moderación en el Estado del mismo modo en que se habla del individuo.

Aclarados estos tres aspectos, surge la pregunta de nuevo sobre ¿Qué es verdaderamente la Justicia? Sócrates responde que no la han visto porque siempre ha estado todo el tiempo delante de ellos. Definiéndola simplemente como el hecho de que cada individuo que esté dentro del Estado cumpla su función lo mejor posible. Por ende Injusticia es la dispersión y el intercambio de tareas dentro del mismo. Hasta aquí se terminan esas normas para el surgimiento del nuevo Estado.

Ahora pasemos al tema del individuo en especial, ese individuo que habitará en esa nueva ciudad. Para ello Sócrates demuestra que existen tres partes del alma, pero sin descuidar y recalcar de nuevo la diferencia entre justicia e injusticia. Estas tres partes son: la racional, la fogosa y la apetitiva. La demostración y explicación para él es simple, pues dice que una sola cosa (el alma) no puede querer cosas contradictorias. Así, la justicia en el individuo consistirá en que cada parte del alma haga lo suyo. Funcionando de este modo el alma del individuo desprenderá una armonía musical que llevará a la convivencia sana entre la sociedad, según él.

La injusticia por otro lado, consistirá en la sublevación de una de las partes contra el conjunto del alma, reinando la violencia o inmoderación.

Asume de igual manera que los aspectos de la sociedad (salud y belleza) son consecuencia de obrar con justicia, o sea que harán notar eso, y obviamente se refiere a el bienestar de actitudes y acciones establecidas por el individuo. Que la enfermedad y la fealdad es simplemente fruto de la injusticia. Es por tanto, más ventajoso obrar con justicia pues sería algo absurdo o tonto decir que lo mejor para el cuerpo es corromperlo con todo tipo de placeres, aunque a veces pienso que sería necesario hacerlo una vez solamente, para sentirnos satisfechos con nosotros mismos.

Una vez llegado a este punto final, el gran Sócrates les propone investigar cuántos tipos de corrupción del Estado pueden darse. Sólo uno, según ellos, el descrito y mencionado hasta ahora, que es nada más y nada menos que el gobierno perfecto. Que también de otra manera puede llamarse “monarquía” o “aristocracia”. Además Sócrates les deja en claro que hay otros cuatro modos corruptos de gobierno y de funcionamiento del alma, que supongo que más adelante en los siguientes libros hará mención de ellos.