La ciudad y la vivienda colectiva
Enviado por Jerry • 14 de Abril de 2018 • 1.863 Palabras (8 Páginas) • 396 Visitas
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Además de esto, la estrategia administrativa presente da privilegio a los criterios financieros y la función del mercado; esto quiere decir que la estrategia que se sigue actualmente beneficia a los grupos financieros y a los constructores del inmobiliario.
Interés económico de las grandes empresas constructoras.
Los promotores privados existen desde hace décadas, pero en las últimas se han formado grandes consorcios que monopolizan la producción de vivienda colectiva. Estas se caracterizan por construir en la periferia por su disponibilidad de suelo barato, esto a su vez genera falta de obras de infraestructura vial y servicios.
El gran interés de las empresas es la retribución monetaria, por lo que se traduce en producción en masa, sin calidad de diseño, espacio, materiales y servicios. Esto por tratar de tener el mayor ahorro y ganancia con esto.
El problema surge cuando la administración permite que las empresas tomen las riendas del crecimiento de vivienda popular, estas no planean a nivel urbano, solo construyen según sus intereses. Sin llegar a malinterpretar que las grandes empresas contructoras son malas, se debe de entender que estas solo hacen lo que les conviene y lo que se les permite, esto no las deja fuera de tener poco criterio ético que les permita pensar en la calidad de vida que ofrecen sus hogares, pero si deja descartado que ellas son en su totalidad las culpables de lo que ocurre con el crecimiento de la vivienda y el crecimiento de la ciudad.
El problema es la falta de ética social que tiene tanto el sector administrativo encargado de la vivienda colectiva como las grandes constructoras. Todo se reduce a distintos intereses y falta de atención en generar una vivienda digna. También el problema ético ocurre en nosotros en no prestar atención como sociedad a este tipo de acciones para exigir el cambio en políticas que permitan a la sociedad recibir la vivienda de calidad que merece.
Esto a su vez se reduce a una falta de cultura por interesarse en todos como sociedad, en el bienestar común que se debe de tener en la ciudad y sus diferentes sectores.
Por lo tanto, el cambio que se debe de generar para poder resolver este problema ético, empieza por nosotros como sociedad, en interesarnos en el tema, en informarnos y saber que conflictos o problemáticas son resultado de este problema, como la marginación, segregación, disruptiva de la ciudad y sociedad por ende. Esto para ser más responsables éticamente, tener un mejor vinculo como sociedad e ir perdiendo la marginación.
Conclusión
Se puede llegar a varias posturas o planes de acción para empezar a solucionar el problema. En primera instancia se debe atender las políticas de vivienda, designar un nuevo departamento dedicado al cumplimiento y acato de las normativas nuevas para el desarrollo de vivienda popular, con esto resolver los intereses de las empresas constructoras para que estos no estén sobre los intereses por una vivienda digna.
Actualmente hay bastantes académicos, urbanistas, profesionistas o personas expertas dentro del ámbito, que plantean soluciones, esto en tipo propuestas que proyectan nuevas dimensiones, normativas, usos de suelo, formas de construir y densificar dentro de la ciudad. Se presentan numerosas personas con datos solidos que mencionan o proponen como debe de cambiar el sistema y administración del crecimiento de la vivienda. La solución sería tomar cartas en el asunto y replantear en base a casos de estudios exitosos dentro de México o el mundo, tomar en cuenta estas investigaciones y propuestas para llegar a probarlas en campo y medir si funcionan. También sería replantear los tipos de vivienda para atender las diferentes necesidades de los nuevos usuarios.
Para que este crecimiento se integre con la ciudad no solo se debe replantear la administración de vivienda, sino además su surgimiento y crecimiento dentro de la ciudad. Con esto también se debe llevar a cabo una mejor planificación del crecimiento urbano de cada ciudad, para tener un equipamiento justo para todas las partes de la ciudad y que este esté preparado para satisfacer las necesidades de la máxima densidad permitida en presente y futuro.
Todo lo mencionado no se podrá llevar a cabo sin una cultura de la sociedad que esté interesada en el bien común, en ser sociedad con integrad, justicia, tolerancia, respeto, solidaria. Con esto me refiero a una sociedad interesada en realizar el cambio por todos, en exigir lo que se requiere para tener todos estos valores, y manifestado en acciones, alzar la voz al gobierno para que se realicen estos cambios.
Está en nosotros el deber de cambiar nuestras perspectivas de negocios y ver más allá de la retribución monetaria, alcanzar el ganar-ganar, y no solo en las empresas constructoras sino en cómo, solucionando este problema, se alcanza un mejor modelo de ciudad que funciona mejor, por tener mejor calidad de vida para los habitantes, por ende menos crimen, marginación y conflictos.
REFERENCIAS:
Hevia García, Guillermo (2012) Las buenas ciudades las hacen los buenos ciudadanos, Plataformaurbana, 15/10/2012. Obtenido de:
http://www.plataformaurbana.cl/archive/2012/02/15/las-buenas-ciudades-las-hacen-los-buenos-ciudadanos/
Higueras, Ester. Urbanismo Bioclimático. Editorial Gustavo Gili, 2006, 1ª edición. 242 pp.
Rogers, Richard. Ciudades para un pequeño planeta. Editorial Gustavo Gili, 2001, 1ª edición. 180 pp.
European Comission. World and European sustainable cities- Insights from EU research. Editorial: Luxemburg Publications Office of the EU. 2010. 36pp.
Comission for integrated transport. Planning for sustainable travel. Halcrow Group. October 2009. 49 pp. Obtenido de:
http://www.plan4sustainabletravel.org/downloads/cfit_summary_guide.pdf
Diversos Autores.(2006). La vivienda en méxico: construyendo análisis y propuestas. (1er ed., Vol. 1). D.F., México: Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública Cámara de Diputados.
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