La republica. LIBROS DE PLATÓN

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En ese momento, interviene en la conversación Adimanto, hermano de Glaucón, quien va a presentar la tesis contraria “Ensalzar la justicia y condenar la injusticia”. Todo el mundo nos dice que demos practicar la justicia, maestros y padres, sin embargo; lo dicen por los privilegios y beneficios que conlleva, no por el amor a la idea de justicia. Cita un pasaje donde Museo (personaje de la mitología) y su hijo premian a los justos, invitándoles pan, vino y sentándolos en su mesa mientras se embriagaban de alegría, mientras que a los impíos los condenan al fango del infierno y a sacar agua con un colador. De esta manera se ensalza la justica y se critica la injusticia. Todavía se va más lejos y dicen que los dioses colmando de bienes a los virtuosos. Por otro lado, un grupo de poetas, piensa diferente: la justicia y templanza son buenas pero penosas y difíciles, la injusticia y la intemperancia son gratas y fáciles, pero la ley las considera vergonzosas. A la hora de la práctica es distinto, pues los justos son castigados y humillados mientras que los impíos son alabados. Incluso dicen los dioses mismos colman de calamidades a los virtuosos y proceden de diferente manera con los malvados. Por otro lado, tenemos a los charlatanes quienes se aprovechan del temor de los ricos a ser castigados por sus faltas y para redimirse, estos adivinadores y sacrificadores les dicen que organicen fiestas, den sacrificios y les paguen con riquezas, valiéndose de su “poder divino”, pues sólo quieren arrebatarles el poder de los dioses.

¿Qué impresión tendrá en los jóvenes dichos discursos a la hora de escoger qué camino seguir para llevar una mejor vida posible? “Cómo puedo ser justo si los dioses y la realidad misma, dan más importancia a la apariencia, pues a eso me volveré” (Fabulas de Arquíloco). Sin embargo, es difícil disimular siempre. Por eso se debe tener amigos que sirvan de cómplices y persuasión para convencer a las autoridades y cuando no funciones se recurre a la fuerza para poder salir libre del castigo de las leyes. A raíz de esto, Adimanto genera 3 preguntas las cuales se va respondiendo él mismo, apreciando así el uso de la Mayéutica en el texto: ¿Existen o no los dioses? Protágoras: “No hay dioses”. Glaucón dice que si hay dioses y están presentes en todos nuestros asuntos y que se puede enternecerlos a base de sacrificios y oraciones. ¿Seré castigado por el mal que hice en la Tierra? Existen dioses que invocan a los muertos y sacrificios de gran poder que pueden redimirnos. ¿Por qué abrazar la justicia y no la injusticia, a pesar de los privilegios y beneficios que se goza con ella? Hay que ser sinceros. Nadie ama la justicia por sí misma y quien combata la injustica es por vejez, cobardía u otro impedimento para hacer el mal. Cuando a una persona se le otorga el poder de obrar el mal, son las primeras en sacar provecho de esas acciones, por ejemplo, los héroes antiguos, no criticaron ni elogiaron ambas, solo tomaron en cuenta los beneficios que les traía. Si hubieran dicho que la injusticia es el mayor mal y la justicia el mayor bien, sabrían cómo actuar para no dejarla entrar en el alma.

Adimanto le dice a Sócrates que no se limite en sus explicaciones que establezca los efectos de cada una en el alma y porque a una se le considera el bien y a otra el mal. Si une las opiniones verdaderas y falsas, querrá decir que esta e acuerdo con Trasímaco en la justicia es para el más fuerte y que daña a los débiles. Tome en cuenta que la justicia es el objeto de sus reflexiones toda su vida.

Sócrates queda anonadado por las habilidades de los hermanos, a lo que le responde con elogios y se sincera que no sabe cómo defender a la justicia, pero que hará lo mejor que pueda porque no permitirá que se burlen de ella en su presencia. Por lo cual concluye que hay dos justicias, una individual y otra para la sociedad. Primero buscará la naturaleza de la justica individual y en la sociedad y luego va a comparar las semejanzas entre ellas, de esta forma se verá cómo surge la justicia e injusticia, tomando el punto de vista de la formación de una ciudad.

Aquí Platón empieza su exposición del Estado Ideal a través del dialogo entre Sócrates y Adimanto:

Sócrates dice que el Estado se forma a partir de las necesidades de las personas, punto que es contradicho por Aristóteles quien dice que la base de dicho Estado radica en la honestidad. Tenemos tres necesidades fundamentales para vivir, la alimentación para la conservación del cuerpo y del ser, la habitación y la vestimenta. Ahora necesitaremos personas que satisfagan esas necesidades, y se establece que una sola persona realice el mismo oficio para todos, porque no todos son aptos para el mismo trabajo, si no se realiza el trabajo en un tiempo determinado sale mal, por eso debe ser hecho por una sola persona que cuente con la aptitud y cualidad correspondiente en un tiempo necesario, exigido. Al agregar más personas la tierra no será suficiente para satisfacer las necesidades del Estado, por eso se buscará en otros lo que falta, pero están personas si van con las manos vacías, volverán sin nada. Por eso se necesita producir lo que se consume más lo que se dará a los extranjeros, y si este intercambio se da por amar, se necesitará gente que sepa de navegación, quienes se comunicarán con los que están en tierra a través de la compra y venta de sus productos, generando un mercado y una moneda. Estas personas se llamarán “mercaderes” y se incorporarán al Estado, quienes se quedan estancados si no hay fluctuación de sus productos, por tanto, no compran ni venden. Además, hay personas robustas quienes trafican con su fuerza a cambio de dinero, que lo denominan salario, estos son los asalariados. Estas personas tendrán vino, pan y calzado, construirán viviendas, cantarán himnos a los dioses y por temor a la pobreza tendrán hijos de acuerdo a sus recursos. Glaucón no está de acuerdo pues necesitan tener más de lo que les ofrecen para tener una vida plena. Sócrates le dice que ese Estado es un ejemplo para demostrar el origen de la justicia y de la injusticia. Existen dos Estados: Estado sano, propuesto por Sócrates, con una vida sencilla teniendo sólo lo necesario para vivir; luego está el Estado Enfermo, quienes piden más de lo necesario para vivir: muebles, perfumes, joyas, golosinas, etc. Debido a estas nuevas necesidades, se introducirán más personas que las satisfagan: cazadores, artistas, actores, peluqueros, bailarines, médicos, etc. Esto genera que la tierra se más chica y se produzca la guerra para extender los dominios. Glaucón dice que los mismos ciudadanos pueden ser guardianes o guerreros, pero Sócrates dice que es una ocupación especial ser Guardianes del Estado, partiendo