Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

Los Temas Ontológicos y Teológicos de la Filosofía Medieval

Enviado por   •  1 de Marzo de 2018  •  1.738 Palabras (7 Páginas)  •  439 Visitas

Página 1 de 7

...

Sin embargo, estaba seguro de que dos verdades no podían estar en conflicto entre sí: La luz de la fe, infusa libremente en nosotros, no destruye la luz del conocimiento natural (la razón), implantada en nosotros naturalmente. La mente natural, sin ayuda de la fe, podía llegar a verdades concernientes al universo físico. No obstante, sin la ayuda de Dios, la sola razón no podría captar verdades espirituales como la de la Trinidad (la creencia de que Dios, Jesús y el Espíritu Santo son tres manifestaciones de la misma deidad única) o la Encarnación (la creencia de que Jesús durante su vida fue Dios con forma de humano).

Las dos modalidades del planteamiento de San Agustín

- La Fe: Nadie puede alcanzar la felicidad si no posee el auxilio de la fe que limpia el corazón, de esta manera se hace un análisis de la creencia que se distingue de la credulidad, y en ella advierte un acto del hombre con aprobación, que es la fe propiamente dicha, una verdad a la que es objeto la creencia, y una autoridad que garantiza la verdad aceptada. La autoridad y el objeto de la creencia hacen que unas cosas puedan ser admitidas por la fe (credibilidad); y otras tengan que serlo necesariamente.

- La Iluminación: El hombre posee una ceguera innata, el espíritu humano no tiene la luz por sí mismo, sino que existe cierta región invariable de la luz y de verdad, y cuanto el espíritu se aparta de ella, se siente oscurecido; cuando se acerca, es iluminado. La luz misma, por la cual son iluminadas todas las cosas, es Dios mismo, como dice el Evangelio de San Juan: Dios es la luz y en el no existen tinieblas. Esta se lleva a cabo a través de Cristo, de la mente y de las cosas.

Cristo es la fe y a través de la fe Dios ilumina al hombre, Cristo permanece en nosotros y desde dentro Cristo nos ilumina para que comprendamos lo que ya creemos y “así ilumina la fe al ojo del corazón”. Por la mente Dios ilumina al hombre mediante los primeros principios impresos en ella. También a través de las cosas que componen el mundo, porque Dios ha impreso en él la misma razón perpetua e inalterable por la cual lo hizo y, mediante ella el espíritu es advertido por los sentidos para que se ejercite el entendimiento y pueda alcanzar a Dios invisible a través de su obra visible.

Argumento Ontológico de San Anselmo

Este argumento ha sido propuesto por muchos filósofos a lo largo de la historia, sin embargo, el que mejor desarrollo este argumento fue el Monge benedictino Anselmo de Canterbury, filósofo escolástico, teólogo y padre de la iglesia, y como consecuencia se le adjudica como autor del mismo.

San Anselmo de Canterbury fue uno de los filósofos más distinguidos de la tradición agustiniana, situado en la influencia filosófica del platonismo. Sus preocupaciones eran de tipo religioso y espiritual, concibe la filosofía como una ayuda para comprender la fe: hay una sola verdad, la revelada por Dios, que es objeto de fe; pero la razón puede añadir comprensión a la fe y, así, reforzarla. San Anselmo introduce el argumento en el contexto de una plegaria a Dios y su estructura lógica puede resumirse como sigue:

a) Concebimos a Dios como aquello mayor que lo cual nada puede pensarse, y esa idea de Dios es comprendida por cualquiera.

b) Aquello mayor que lo cual nada puede pensarse debe existir no sólo mentalmente, en la idea, sino también extramentalmente en la realidad, siendo la existencia real una perfección.

c) En consecuencia, Dios existe no sólo en la mente (como idea) sino también extramentalmente, en la realidad.

El argumento se desarrolla a partir de una definición de Dios que, a juicio de San Anselmo, puede ser comprendida y aceptada por cualquiera. Todo el desarrollo del argumento transcurre en el ámbito del pensamiento, progresando de la simple idea a la necesidad de admitir la existencia de Dios, sin apelar a otra instancia que a la razón y a uno de sus principios fundamentales: el de no admitir la contradicción.

Las cinco vías de Santo Tomás

1°.- El movimiento como actuación del móvil: es la vía del movimiento, exige necesariamente la existencia de un primer motor inmóvil, porque no es posible fundarse en una serie infinita de iniciadores de movimiento, y ese primer motor inmóvil es dios.

2°.- Experiencia de un orden de causas eficientes: es la vía de las causas eficientes, puesto que estas forman una sucesión y nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar la existencia de una primera causa, y esa causa es dios. 3°.- La contingencia o limitación en el existir: es la vía de las causas eficientes, puesto que estas forman una sucesión y nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar la existencia de una primera causa, y esa causa es dios.

4°.- Diversos grados de perfección en las cosas: es la vía de los grados de perfección puesto que todas las cosas existen según grados de bondad, verdad, entre otras, debe también existir el ser que posee toda perfección, respecto del cual las demás se comparan y del cual participan, y ese ser supremo es dios.

5°.- El gobierno de las cosas: es la vía del orden y la finalidad, existe un diseño o un fin en el mundo por lo que ha de existir un ser inteligente que originara todo lo que se observa en el universo y ese ser inteligente es dios.

...

Descargar como  txt (10.3 Kb)   pdf (51.5 Kb)   docx (15.6 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club