Resumen El Personalismo - Mounier

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Mounier señala que “la vida personal es la capacidad de romper el contacto con el medio, de recobrarse, de recuperarse, con miras a recogerse en un centro, a unificarse” (E. Mounier, 1962, p. 26). Esto quiere decir que si bien la persona es un ser social, también es necesario pasar por periodos de silencios y conversaciones consigo misma. Mounier establece que en este punto es donde se fundan los valores como el silencio y el retiro, ya que en la sociedad actual se tiende a quitar peso al sentido del ocio y reflexión disminuyendo la importancia de las voces interiores de cada persona, ignorando la importancia de la reflexión personal o recogimiento interior, la cual permite a la persona finalmente realizarse autocríticas y evolucionar en una persona nueva, lista para la sociedad. Las vivencias de cada persona la interiorizan, caracterizan y finalmente son el criterio o la formación de su modo de ser o personalidad, por lo tanto, la persona sólo retrocede a su estado interior para desarrollarse mejor.

La vida personal de acuerdo al autor está ligada a cierto secreto, que debe mantenerse ya que las personas que no poseen secretos consigo mismas no tienen densidad ni fondo y al faltarles la experiencia de esta intimidad personal, pierden el valor del respeto al secreto y al pudor. Sin embargo, la intimidad personal puede ser tan agradable y acogedora como también ser cerrada y excluyente, Mounier señala que en la interioridad de la persona se encuentra una suerte de plenitud, un sentimiento de intimidad que no es simple de conseguir, “…expresa la alegría de redescubrir las fuentes interiores y refrescarse en ellas. Pero esta experiencia se ve a menudo entorpecida por el gusto de una vida vegetativa, cerrada y bloqueada” (E. Mounier, 1962, p. 27).

Lo que en sí la vida personal del hombre debe seguir es una búsqueda intencionada como respuesta a un llamado silencioso, es buscar el deseo mismo de esa unidad viviente, así toda persona poseerá una significación que no podrá sustituirse por otras, a esto se le denomina vocación.

Por lo que la existencia personal, debe ser un punto de equilibrio entre ambos movimientos de exteriorización y de interiorización, ninguno debe pesar más que el otro.

- El Afrontar

De acuerdo al autor, la definición griega de persona es “la que mira adelante, la que afronta” (E. Mounier, 1962, p. 31), la persona se muestra, es rostro y hace frente a un mundo y es su condición misma la que lleva a actitudes de oposición y también de protección.

Ser persona también implica ser singular, diferenciarse, ya que su mirada no está puesta en la forma de su acción sino más bien en ellos mismos. Se dice además que una personalidad bien definida es un original, la persona es lo que no se repite aun cuando en lo general abunden ciertas características. Sin embargo, es necesario tener precaución de pensar que la más alta vida personal es la que se produce con la excepción que ella alcanza, no hay que mirarla como una proeza o una cumbre difícil de acceder.

Para Mounier el personalismo no es algo para algunos pocos, “…no es una ética de los grandes hombres” (E. Mounier, 1962, p.32) esto es que alcanza lo extraordinario desde la cotidianeidad misma. “El hombre verdaderamente extraordinario es el verdadero hombre ordinario” (E. Mounier, 1962, p. 32).

Afrontar es el compromiso consigo mismo, vivir es aprender a enfrentar la realidad que la persona experimenta, con los otros y con la vida, es aceptar responsabilidades y enfrentar las adversidades, es aprender a decir No antes alguna situación que es injusta a los ojos de cada persona, es la propia fortaleza, prudencia y veracidad, la capacidad de elección, nuestra propia libertad de acción y decisión.

- La Libertad Condicionada

¿Qué se entiende por libertad?, para Mounier “a libertad es la afirmación de la persona; se vive, no se ve” (E. Mounier, 1962, p. 35), la libertad se vive por lo que no es algo tangible. De acuerdo al autor, la libertad se puede definir como la libertad de indiferencia, que es un estado de indeterminación total, es no querer ni desear ser nada, es la libertad de pensamiento o de acción, la facultad de tomar una decisión.

Una persona es libre por naturaleza, esto es que la libertad es alcanzada por la persona quien se hace libre después de elegir serlo, no se encuentra una libertad dada y constituida, nadie es libre si no busca su propia libertad. Sin embargo, esta libertad del hombre posee una limitación que viene dado por él mismo, no es una libertad absoluta dado que hay condiciones que la limitan pero no la determinan. Mounier asevera que “Esta libertad absoluta es un mito… Siendo tal mi condición, hay en mi libertad misma un peso múltiple, el que le viene de mí mismo, de mi ser particular que la limita” (E. Mounier, 1962, p. 36).

Nuestros actos y decisiones influyen en nuestra vida y modelan nuestra personalidad, la libertad es un acto humano que está limitada y condicionada a una situación concreta, no todas nuestras elecciones pueden ser libres en igual dimensión. No es posible tener una libertad absoluta, tenemos limitaciones sujetas por los deberes y normas que deben cumplirse, de no hacerlo se coartan los derechos del resto, que no es libertad en sí. La libertad para que sea libertad se debe conquistar, es, en primer lugar aceptar esta condición para apoyarse en ella, aceptando que no todo es posible, se debe aprender a decir sí o no, es aprender a ser feliz, respetar las decisiones y valorizar la libertad.

- La Eminente Dignidad

“La realidad personal reconoce una trascendencia íntima” (E. Mounier, 1962, p. 40). La persona tiene una realidad trascendente, no es separada de lo material, sino más bien una realidad superior, en el ser.

De acuerdo a Mounier, la transcendencia de una persona está relacionada con su actividad productora, “hacer, y al hacer hacerse, y no ser más que lo que él se hace” (E. Mounier, 1962, p. 40). La superación de una persona por sí misma debe tener una meta, ya que sin ella no tiene sentido, es una elevación, así la persona una experiencia obtenida desde la comunión y la valoración, el valor recatado es el respeto, respeto por la persona humana y en segundo lugar por la vida.

Cada persona en sí es digna por su naturaleza, por ende el respeto a la persona humana es esencial, respeto a la persona como creador de la realidad y de sí mismo, como creador de valores que articulan la vida como la felicidad, los valores morales y religiosos, el arte, entre otros.

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