“Analizar la relación entre Humanismo y el Trabajo Social como Disciplina”

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TRABAJO SOCIAL dentro del humanismo sino consolidar los procesos internos de validación del individuo dentro del medio social el de potenciar la suma de todas sus capacidades y responsabilidades con plena inclusión en lo social desde todos sus contextos con un panorama amplio y convergente que promueva lo más altos valores que lo forman como ser humano.

2-¿Porque es importante para el trabajo social articular en su dimensión teórica metodológica y ética política las dimensiones del desarrollo humano?

R Desde esta perspectiva la vinculación del trabajo social en la definición del desarrollo humano se revalida, y hace obligatoria una visión amplia e integradora de todas aquellas condiciones y estados en los que podría asumirse conceptualmente el término de desarrollo humano desbordando así los límites de una visión exclusivamente economista de la realidad de las sociedades.

Las personas viven en un entorno caracterizado por constantes acelerados y complejos cambios de orden económico, tecnológico, político social y cultural los mismos que tornan absoletas las respuestas del pasado frente a los problemas actuales vinculados a la gestión de lo humano

3-. ¿Tendencias del trabajo social en la contemporaneidad?

R-. Siendo el trabajo social una profesión que promueve el cambio social la solución de los problemas de las relaciones humanas en función de sus derechos y necesidades de justicia social, estas asoman como las tendencias más consolidadas del trabajo social en la esfera de la contemporaneidad, entendiendo la crisis del sistema económico social que nos sustenta la labor del trabajador social está encaminada a intervenir en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno

4-. ¿Particularidades del orden económico, político, social y cultural caracterizan el contexto en el que se insertan la profesión y que exigencias le demanden?

R-. Las particularidades del sistema, sus métodos y apropiaciones del entorno, su manera de concebir las relaciones humanas en términos de posesión económica han acentuado una mirada consumista de las relaciones entre individuos, donde para ser hay que tener las ideas de bienestar y vida digna están asignadas por nuestra capacidad de acumular riquezas sin miramientos éticos, si el respeto por el otro por su singularidad la sociedad del capital empobrece el ámbito de lo cultural de lo netamente humano y convierte en las meras estadísticas y patrones económicos, es aquí en donde la labor del trabajador social adquiere el matiz de una profesión integradora que genera condiciones necesarias en el desenvolvimiento del ser humano en un entorno diverso como nuestro.

Desarrollar enfoques coherentes en el trabajo social desde lo ontológico, lo epistemológico, lo ético, lo estético, lo teórico y metodológico se convierten en herramientas necesarias en la transformación personal y social.

Un proyecto de sociedad requiere del esfuerzo continuo de todas las partes el trabajo social expresa una visión de la realidad que no está aislada del mundo y que se construye desde sus propias necesidades.

5-. ¿Con los temas abordados que desafíos le depara a la profesión el contexto regional de Remedios y Segovia.

R-. En el ámbito regional de lo local los retos del trabajador social en la zona son complejos, dados los escenarios presentes, la suma de las particularidades sociales, culturales, políticas y económicas de la zona de sus territorios han experimentado de manera traumática las incidencias de un sistema totalizador que no reconoce las diferencias, las diversidad de las culturas y fenómenos sociales.

En el caso Remediano el ambiente de todas aquellas contradicciones gestadas en su desarrollo histórico promovieron y promueven los escenarios precisos para la exclusión, es ambición desmedida que es tan poderosa y duradera como el oro mismo que se extrae de sus extrañas arraiga los más diversos y complejos conflictos por el usufructo de la riqueza y sus implicaciones en las relaciones sociales que se establecen en este espacio geográfico en específico cabe hacerse entonces una pregunta del papel del trabajador social bajo la angustiantes perspectivas de distribución de los males y bienes de una región bendita por la naturaleza y maldita por la historia.

No asistimos en estas tierras a la infancia salvaje del capitalismo, sino a su cruenta decrepitud como menciona el autor: “El desarrollo no es una etapa del desarrollo es su consecuencia, el subdesarrollo es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia el subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y continua alimentándolo impotente por su función de servidumbre internacional moribunda desde que nació el sistema tiene pies de barro. Se postula a sí mismo como destino y quisiera confundirse con la eternidad. Toda memoria es subversiva porque es diferente y también todo proyecto de futuro. Se obliga al zombi a comer sin sal; la sal peligrosa podría despertarlo. El sistema encuentra su paradigma.

Contrario a lo que podría parecer la suma de todas estas contradicciones enriquecen el medio en el que debe moverse el trabajador social, el compromiso a asumir debe ser pleno, sin medias tintas, la región demanda seres comprometidos con sus realidades, que promuevan las profundas transformaciones que nos exige esta poderosa y cambiante realidad.