CAPÍTULO I CONCEPTO DE ÉTICA.

...

La conciencia moral contiene dentro de sí un cierto número de principios en virtud de los cuales los hombres rigen su vida, acomodan su conducta y tienen en ellos una base para formular sus juicios morales acerca de sí mismos o de otras personas, a este conjunto de principios Kant denomina: “razón práctica”. García Morante dice: “hay una forma de actividad espiritual que debemos conocer con el nombre de conciencia moral”.

La conciencia moral tiene dos clases de contenidos: el contenido real y el contenido ideal. El contenido real está dado por los fenómenos psicológicos: sentimiento moral, conocimiento y voluntad moral. El contenido ideal lo constituyen los valores y los deberes.

1.5 IMPORTANCIA DE LA ÉTICA

Hablar de ética es hablar de esperanza ante la crisis moral que el mundo vive hoy, todos hablan de la crisis de moral que actualmente vivimos y observamos en la conducta de los demás, pero muchas veces no vemos nuestra propia conducta.

De nada nos serviria estudiar e investigar e fundamento de la moralidad de los actos, ni la escencia de los deberes si no se van a aplicar, es una necesidad la capacitación del espíritu para aplicar el principio ético del acto moral.

La esperanza de recompensa y el temor a castigo menoscaban la pureza del acto moral. Este tiene pleno mérito cuando la persona que lo verifica ha sido autodeterminada porque es conciente de que lo que hace es lo debido.

Lo que sirve para justificar una conducta para clasificarla de buena o mala, no depende de los hombres, ni de sus opiniones sino del principio ideal que lo sustenta.

La ética es importante ya que gracias a la ética y a la moral podemos convivir armónicamente en la sociedad sin que haya conflictos. Las personas sin ética o sin moral no podrían ser buenos ciudadanos ya que no podrían llevarse bien con lo demás ciudadanos y podrían llegar a lastimarlos o causar problemas sin ningún tipo de remordimiento, sin sentirse culpables de lo que hicieron.

1.6 VALORES ÉTICOS FUNDAMENTALES

A continuación mostramos los valores éticos fundamentales:

1.6.1 DIGNIDAD PERSONAL:

Es el valor propio de la persona, cada persona tiene un valor intrínseco, una dignidad propia que la hace inviolable tanto a sí misma como a cualquier voluntad extraña.

La dignidad personal es el reconocimiento de que somos valiosos y merecemos lo mejor, es reconocer que no podemos permitir que nos traten indebidamente. La dignidad personal tiene una enorme importancia en el perfecionamiento de todas las personas, es un punto de unión entre los hombres.

La realización de la personalidad es un altísimo valor porque la personalidad es un bien común a toda la humanidad, todos los hombres tienen personalidad, por lo tanto tienen derecho a ser iguales, a que se respete su personalidad.

1.6.2 LA JUSTICIA:

Se le conoce como valor social, consiste en respetar los derechos de los demás, dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. El valor de la justicia se fundamenta en dos principios: la igualdad y la proporcionalidad.

Podemos encontrar dos tipos de justicia: la justicia conmutativa y la justicia distributiva.

- La Justicia Conmutativa: Es la relacionada entre dos personas y consiste en la igualdad o equivalencia de los bienes cambiados, permutados. Es la justicia en los cambios, contratos bilaterales, servicios.

- La Justicia Distributiva: Es la relacionada entre las personas y la sociedad, es la repartición de bienes y los males proporcionalmente, al mérito o demérito de las personas.

1.6.3 LA CARIDAD:

Es el valor ético fundamental, de gran rango. Es amor activo o de proyección a los demás, para que el acto que ejecutamos se convierta en caridad es necesario que tenga carácter de ayuda, de auxilio. Es un valor social.

Es una actitud de amor por la que nos comunicamos con el resto de los seres y comprendemos que son seres valiosos y dignos de respeto. No debemos confundir la caridad con la compasión o la simpatía, que son inclinaciones afectivas, formas inferiores de psiquismo, sin contenido ético. La caridad se realiza conociendo el valor en toda su amplitud y considerando a la persona que amamos y auxiliamos digna de ese amor, por eso amamos inclusive a nuestros enemigos.

La caridad como valor ético es muy semejante a la caridad como virtud teologal, en el aspecto religioso. La caridad como valor ético parte de que todos somos personas, desde el punto de vista religioso que todos somos hermanos, hijos de Dios.

La Caridad como valor ético es amor activo, en cambio como virtud religiosa propicia la fraternidad cuyo principio es el amor. En lo ético es amor por vivir y realizar valores, en lo religioso es amor por Dios.

1.6.4 EL BIEN Y EL MAL:

Son los valores supremos en lo positivo y en lo negativo, son los polos que enmarcan toda la actividad humana. El bien es el valor positivo supremo, es el punto superior de referencia de la valoración moral. El mal es el desvalor supremo, punto de referencia de lo inmoral.

El bien es cumplir nuestro ser universal, es perfeccionar nuestra conducta, alcanzar el más alto nivel en nuestra existencia real, se le puede considerar como aspiración y como realización. El mal es descender, negar nuestro ser universal.

El bien es el valor positivo del más alto rango, de la más completa dignidad, es la realización plena de un valor positivo. El mal es todo lo contrario, es el valor de más baja jerarquía, es el desvalor supremo.

1.7 ÉTICA PROFESIONAL

La ética profesional es parte de la ética práctica o aplicada, es la ciencia normativa que trata de los deberes y los derechos de los profesionales. Se entiende por ética profesional el conjunto de normas y principios por el que debe regirse un profesional, esta materia trata de abarcar los parámetros y actividades que se realizan en las diferentes profesiones.

La ética profesional trata de fundar conciencia de responsabilidad en el ámbito laboral y en la ejecución de la profesión. La ética profesional esta estrechamente relacionada con la deontología y puede hallarse en los códigos deontológicos, en cierta forma, que normalizan una actividad profesional, pero la ética profesional no impone sanciones legales o normativas. La deontología es parte