CONCLUSIONES SOBRE LA PEDAGOGÌA CRÌTICA DE PAULO FREIRE: CONTEXTO HISTÒRICO Y BIOGRÀFICO

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Así mismo vemos como un factor indispensable el diálogo, pues al hablar y llegar a acuerdos se podía dejar en claro que no se puede separar la educación de la política, pues son piezas indispensables que trabajan en conjunto.

Llegué a coincidir con este personaje brasileño al percatar la importancia del educador quienes somos los encargados de asumir un papel fundamental en la sociedad actual y que también en tiempos remotos ha cobrado fuerza. Basados en la práctica y la teoría, pues como bien sabemos “enseñar no solo es leer, estudiar y saber conceptos”, también implica poder desarrollar y desenvolvernos como seres humanos, tenemos que interactuar con el entorno y con la sociedad. He aquí la crítica que Freire vuelve a cometer al mencionar que sin conflicto no hay solución, sin teoría no hay práctica, sin conciencia no hay avances, etc.

En el texto encontramos dos tipos de conciencia: una que se caracteriza por juzgar que el tiempo pasado fue el mejor por “la subestimación del hombre común” (transitiva) y la otra que enmarca la crítica como una autorreflexión sobre el tiempo y el espacio que nos ha tocado vivir, ¡SEÑORES! estamos en pleno siglo XXI ya dejemos de pensar en esas cosas y pongamos los pies sobre la tierra, hay que enfrentarnos a los problemas que nosotros mismos hemos buscado y razonar de qué manera podemos resolverlos con la práctica del dialogo y no de la polémica.

Quisiese poder dar mi punto personal en cuanto a la obra más relevante de Paulo Freire “Pedagogía del oprimido”, pues he llegado a la conclusión de que tanto él, junto con sus colaboradores, investigadores y pedagogos en aquellos tiempos buscaban el conocimiento crítico de la realidad, la reflexión, la percepción y el análisis sobre la acción educativa, lo cual originó movimientos revolucionarios que tuvieron paso a una “pedagogía de autonomía”, basada en la economía, la sociedad, la tecnología y la cultura haciendo énfasis en los cambios que se han dado de manera alucinante, alterando la humanidad a finales de los años 60. Pero, pese a las acciones negativas que se presentaron es grato reconocer los cambios que en la actualidad estamos viviendo, al ser seres demócratas, políticos e intervenir en el ámbito educativo, aportando hacia la alfabetización y contribuyendo en nuestra práctica docente como seres capaces de pensar y reflexionar hacia una crítica constructiva, aceptar nuestros logros y errores, saber que podemos mejorar y ser cada día más útil a nuestro país. En implícito aclarar que hablar de alfabetización no solamente es referirnos a la enseñanza de letras y escritos, también debe entenderse como una capacidad individual o grupal de situarse históricamente, es decir saber que pertenecemos a una sociedad y que tengamos un pensamiento de crítico de lo que hacemos y como lo hacemos.

Finalizaré mis conclusiones con una frase que en particular cobró mucha importancia en el texto; NO HAY DOCENCIA SIN DISCENCIA, eso para mí es muy significativo, pues sabemos de antemano que los seres humanos dependemos los unos de los otros y en cuanto al ámbito educativo, es preciso contemplar e involucrar a los estudiantes para que tanto ellos como nosotros “maestros” seamos más dinámico, dialecticos, que sepamos la conexión entre el hacer y el pensar sobre el hacer…