CONDUCTA PERSONAL, SOCIAL Y MORAL
Enviado por Ensa05 • 14 de Febrero de 2018 • 2.036 Palabras (9 Páginas) • 537 Visitas
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Otras regiones cerebrales son cruciales para la cognición moral, además de la corteza prefrontal. Ciertos cambios estructurales en el lóbulo temporal anterior (tanto adquiridos como del desarrollo) también pueden deteriorar la conducta moral. La disfunción de circuitos neurales que involucran la región del surco temporal superior (STS), área clave para la percepción social, está asociada con la dificultad en la atribución de intencionalidad experimentada por individuos autistas, lo cual conduce a la experiencia reducida de orgullo y vergüenza. Las lesiones de estructuras límbicas y paralímbicas pueden deteriorar mecanismos motivacionales básicos, tales como conducta sexual, adhesión social y agresividad, conduciendo a violaciones morales extremas, por ejemplo, asaltos físicos no provocados, paedofilia, etc. Los estudios de neuroimagen funcional y estructural llevados a cabo en psicópatas han señalado anormalidades en casi todas estas regiones (Kiehl et al., 2001; Raine, Lencz, Bihrle, LaCasse, & Colletti, 2000).
Las personas con daño cerebral focal y las lesiones experimentales en monos han demostrado que existe una relación entre la corteza prefrontal (CPF) y la planeación, la toma de decisiones, la emoción, la atención, los patrones de memoria espacio-temporal y el reconocimiento. El daño en la corteza prefrontal ventral y medial está asociada con deterioro en la toma de decisión de tipo moral. Los pacientes con lesiones focales ventromediales muestran respuestas aplanadas (anormales) cuando observan imágenes emocionales y muestran una pobre ejecución en tareas en las cuales se requiere que los sentimientos guíen elecciones complejas auto-dirigidas (Anderson, Bechara, Damasio, Tranel, &
Damasio, 1999).
En algunas personas que presentan deterioro socio-moral en las emociones y en la conducta se ha observado una disfunción del lóbulo frontal, éstos pacientes presentan una disociación entre cognición social y conocimiento moral, es decir, que no existe coherencia entre la comprensión de las reglas morales y las conductas que realizan (Goldberg, 2001; Price, Daffner, Robert, & Mesulam, 1990).
Aunque es de vital importancia las partes físicas o cerebrales para influir en la moral también es indispensable la emoción, ya que es un elemento clave para el aprendizaje, la toma de decisiones y la conducta moral. Los estudios arriba revisados enfatizan que gran parte de la conducta humana es moral y resulta de múltiples procesos tanto psicológicos como neurobiológicos. El estudio de pacientes con sociopatia adquirida ha mostrado que el razonamiento moral no refleja necesariamente las acciones morales, de ahí las limitaciones de los estudios que han enfatizado únicamente los aspectos lógicos y racionales de la moralidad. Es decir, existe una disociación entre el juicio moral, el cual puede estar intacto y la conducta moral. Actualmente las investigaciones están dirigidas a describir las áreas cerebrales específicas que participan en el procesamiento moral, particularmente en las emociones morales.
De lo anterior se puede percibir que las emociones y el juicio moral van ligados y que los pacientes con daño focal en la corteza prefrontal ventromedial muestran alteraciones en condiciones que generan emociones como orgullo, vergüenza y culpa o arrepentimiento. Los estudios de neuroimagen en individuos sanos han empleado simples juicios morales, dilemas morales y emociones morales usando diferentes tareas y/o presentación de estímulos auditivos y visuales. En general, existe consenso entre los resultados que se han obtenido con técnicas de neuroimagen funcional, así como con el análisis de casos clínico-anatómica acerca de las áreas que están involucradas en cognición moral. Las regiones activadas incluyen la corteza prefrontal anterior (abarcando la corteza frontopolar, corteza orbitofrontal especialmente su sector medial), el surco temporal superior posterior, el lóbulo temporal anterior, ínsula, precuneo, corteza cingulada anterior y regiones límbicas.
También existen algunos hallazgos diferenciales, según Moll, Oliveira-Souza, Bramati, y Grafman (2002) se realizó una investigación para estudiar el juicio moral, en este estudio describieron la activación de la corteza prefrontal anterior cuando se comparó la condición de juicio moral con la condición de juicios verdaderos no emocionales, sin embargo, esta respuesta no se observó cuando los juicios morales fueron comparados con la condición social emocional, en donde una región más ventral estuvo más activada. La dificultad de decisión se correlacionó con el incremento en la actividad de la corteza cingulada anterior. Heekeren et al. (2005) mostro que la presencia de daño corporal en ciertos escenarios de violaciones morales conduce a un decremento en los tiempos de reacción y a un decremento en la activación del lóbulo temporal anterior.
Igualmente se encontró que la observación de imágenes que muestran violaciones morales activan específicamente la corteza prefrontal anterior, corteza orbitofrontal medial, la región del surco temporal, cerebro medio y estructuras límbicas. Las escenas asociadas con emociones básicas (disgusto y miedo) activan de igual forma regiones del cerebro medio y del sistema límbico (incluyendo la amígdala), pero no la corteza orbitofrontal medial y el surco temporal superior. Esos hallazgos son consistentes con la hipótesis de que una red que involucra la corteza prefrontal anterior, la corteza orbitofrontal medial, el surco temporal superior y regiones límbicas, representa eventos de tipo social-moral ligados a la sensibilidad moral, una marcación automática de eventos sociales ordinarios con valores morales. Esta hipótesis fue apoyada por los hallazgos de que la corteza orbitofrontal medial, la corteza prefrontal anterior, el surco temporal superior y el precuneo mostraron un mayor compromiso en un análisis funcional de conectividad y mediante la observación de que un grupo similar de regiones (Moll, Eslinger, & Oliveira-Souza, 2001; Moll et al. 2005; Moll, Oliveira-Souza, Bramati et al., 2002, Moll, Oliveira-Souza, & Eslinger, 2002).
Referencias
Anderson, S. W., Bechara, A., Damasio, H., Tranel, D., & Damasio, A. R. (1999). Impairment of social and moral behavior related to early damage in human prefrontal cortex. Nature Neuroscience, 2(11), 1032- 1037.
Damasio, A. R. (1994). El error de Descartes. Chile: Andrés Bello.
Eslinger, P. J., & Damasio, A. R. (1985). Severe disturbance of higher cognition after bilateral frontal lobe ablation: patient EVR. Neurology, 35, 1731-1741.
Goldberg,
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