Ciclo escolar: 2017 ─ 2018 ÉTICA
Enviado por Stella • 13 de Enero de 2019 • 1.289 Palabras (6 Páginas) • 382 Visitas
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La vida se manifiesta de diferentes maneras, podría ser un proceso que implica una actualización de formas y posibilidades latentes que, mientras existen, otras se mantienen patentes y alcanzan un grado de complejidad.
Los seres humanos estamos constantemente interpretando y significando nuestras experiencias. Sin embargo, estas dependen de nuestras concepciones sobre lo real, lo bueno y lo malo, lo valioso y no valioso, lo que deseamos o no, etc. Sin embargo, vivimos en un mundo subjetivo, donde no existen los hechos neutros, sino atracciones y repulsiones, un mundo que es interpretado, sentido o valorado. El mundo como lo percibimos, varía de acuerdo al individuo, en función de los hechos, situaciones y experiencias que ha vivido. Estas se reflejan en nuestra percepción, actuar y sentir. Por lo que, entonces, cada individuo otorgaría un sentido particular a su vida, un perfil singular, en el que cada cual dibujaría patrones reconocibles.
La felicidad, que, desde mi perspectiva, sería el fin de la vida humana, no consiste en el placer, ni en la riqueza, ni en los honores, ni en la fama, ni en el bien exterior, sino que, consiste en la actividad humana que va de acuerdo a nuestra naturaleza específica, que se adecua a nuestras potencias, hábitos y virtudes propias. Por lo que, la felicidad es, un término subjetivo, que variará de acuerdo al individuo y a la forma en la que se ha desarrollado.
¿Qué tiene que hacer el hombre para alcanzar dicho fin?
Sí la felicidad es el fin de la vida humana, y esta es, a su vez, subjetiva y para alcanzarla se deben recurrir a procesos relativos, el hombre debe reconocer que los seres humanos no están sometidos a leyes inexorables de la historia o de la naturaleza. El hombre no es rígido, ni tiene un futuro predilecto. El hombre debe hacerse a sí mismo, debe transformar al mundo y dirigir el curso de su propia historia.
Ahora bien, la vida, nos ofrece la inmortalidad del cuerpo y del alma, no obstante, el verdadero conflicto recae en la preocupación sobre el quehacer actual, el qué estamos haciendo para cambiar. Fuera de pensar en un futuro incierto, se debe actuar sobre el presente. Vivir representa aprendes y enseñar, todo lo demás, nos acompaña. No obstante, el hombre busca el placer mediato o inmediato, más no la felicidad. Creemos que la felicidad es algo escrito, algo dado o predestinado, cuando en realidad, la felicidad debe ser construida, y este concepto, variará de acuerdo al individuo.
Entonces, el propósito de la vida es alcanzar la felicidad, y así mismo vivir la vida misma, guiados por la razón. Vivir la vida puede confundirse y mal interpretarse, este concepto no refiere a términos de libertinaje, sino a la satisfacción de la vida de un individuo, sin afectar al de otro. Un ser humano no puede permitirse todo, porque entonces, se convertiría en un animal no racional, guiado solo por su instinto. El hombre tiene la capacidad de elegir, basándose en un criterio, lo que es bueno o malo para él. Los humanos se diferencian de todas las criaturas porque tienen leyes morales y estas contribuyen a la evolución positivamente. El propósito del hombre es vivir para alcanzar la felicidad, pero debe vivir sabiamente, con consciencia y razón hacia una evolución positiva.
El mundo amerita una revolución humana, sin embargo, no se comprende aún, que, para alcanzarla, debemos dejar de preocuparnos por cambiar al mundo, antes de ello, el hombre debe plantearse los propósitos que lo conllevarían a una vida feliz, las necesidades que necesita y la satisfacción que le brindan y brindarán a un tiempo futuro, para así, poder introducir un cambio en sí mismo, para cambiarse a sí mismo, evolucionar su conciencia para así, emprender su camino sin juzgar el que otro ha elegido.
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