Concepts of proverty and deprivation

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Con base en el enfoque del concepto de la subsistencia para definir la pobreza, se dice que las necesidades humanas se interpretan como si fueran necesidades físicas, por ejemplo necesidades de comida, techo y ropa y no como necesidades sociales. Las personas no son tan sólo organismos individuales que requieren la mera restitución de sus fuentes de energía, sino seres sociales que deben desempeñar los papeles que la sociedad les exige como trabajadores, ciudadanos, padres, compañeros, vecinos y amigos. Las personas no son sólo los consumidores de bienes tangibles, sino los productores de esos bienes y participantes activos en relaciones sociales.

La medición de la necesidad básica de alimentos resulta problemática. La cantidad y el costo de la comida que se ingiere dependen de los papeles sociales que la gente desempeña y de las costumbres alimentarias, así como del tipo de comestibles disponibles en la sociedad, por medio de la producción y el abastecimiento en los mercados. Es decir, los alimentos en todas las sociedades están socializados, y cualquier cálculo del mínimo necesario para sobrevivir, trabajar o participar en la sociedad también exige alguna especificación de la energía y la variedad de nutrientes necesarios para la actividad humana que cada uno de estos diferentes niveles implica.

Para los setentas se presentan las necesidades básicas, y en ellas se incluían dos elementos: en primera instancia abarcan los requerimientos mínimos de consumo privado de una familia: alimentación, techo y vestido adecuados, así como cierto mobiliario y equipo doméstico. Y en segundo lugar, incluyen servicios esenciales para la comunidad, como agua potable, servicios sanitarios, transporte público, servicios de atención a la salud, educación e instalaciones y centros culturales. El concepto de necesidades básicas debe situarse en el contexto del desarrollo económico y social de una nación. No debe limitarse sólo al mínimo necesario para subsistir.

El término de necesidades básicas Destaca los servicios mínimos que requieren las comunidades como un todo y no sólo las necesidades personales y familiares para la supervivencia y la eficiencia física. Las necesidades de una población no se pueden determinar en forma adecuada con sólo referirse a las necesidades físicas de los individuos y a los más obvios satisfactores físicos o servicios que una comunidad requiere. La descripción de necesidad depende de supuestos que deben formularse acerca del desarrollo y el funcionamiento de las sociedades y, en particular, de cómo la organización de los mercados puede conciliarse con la organización de las instalaciones y servicios colectivos.

Si hay pobreza, debe existir una estructura social de la pobreza, con secciones o grupos en la población que experimentan un mayor riesgo de sufrirla y con otros reconocidamente más empobrecidos.

El concepto necesidades básicas llamó la atención, si bien son limitadas, para la supervivencia y la prosperidad de las comunidades en todos los países. Existe un reconocimiento de los derechos que tiene todo individuo a recibir los beneficios sociales elementales instalaciones y servicios colectivos, así como comida y techo.

El concepto de pobreza se ve restringido a un ingreso insuficiente para pagar los bienes y servicios individuales que se encuentran en primera necesidad. Fue más fácil argumentar que para superar la pobreza lo único que se requiere es un crecimiento nacional de la riqueza material. Por esto, en cuanto más se extendía el concepto a un ingreso insuficiente para cubrir las necesidades básicas, pero también sociales, como la salud, la ciudadanía o el trabajo, se torna extremadamente necesario desarrollar una combinación que incluya el crecimiento, la redistribución y la organización de comercio.

De mano de lo anterior, se llega a un concepto más amplio que es la privación relativa, el cual habla de un “cambio al conjunto más vasto de indicadores de la privación material y social, demostrable u objetiva, y de sus vínculos con el ingreso, sino también hacia una relación cambiante entre la privación y el ingreso en el curso del tiempo y a través de las comunidades que ocupan diferentes territorios”, es así como lo describe Townsend. Menciona también que pretender actualizar cualquier parámetro histórico de la pobreza sólo mediante un índice de precios entraña grandes problemas, ya que se crea un panorama poco real de estabilidad; la relación cambiante entre el ingreso y la necesidad se distorsiona porque se asume que ésta es constante.