Desde su punto de vista, ¿Cuál sería la naturaleza del hombre?

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Agustín hace del alma racional el elemento esencial por el que el hombre es imagen de Dios.

Imagen de Dios: la entidad así configurada es la que aparece como imagen de Dios.

- SANTO TOMÁS DE AQUINO: Pensamiento influido por Aristóteles. Aborda dos cuestiones fundamentales: la unidad sustancial del hombre y su dimensión persona.

El hombre, unidad sustancial de alma y cuerpo: concepción unitaria del ser humano. Entiende al hombre en su entronque con Dios. El hombre no queda reducido a ninguno de sus elementos constitutivos, sino que es resultado de la unión de ambos, pero siendo el alma naturalmente forma del cuerpo.

El hombre es persona: Santo Tomás descubre en la inteligencia el constitutivo esencial específico del ser humano y la clave de su parecido con Dios. La persona, que es grado supremo en el orden de la sustancia, no es algo indeterminado, sino un alguien autónomo e independiente.

De esta concepción de hombre se deduce una consecuencia importante: el ser humano no es una cosa entre las cosas, un microcosmos, como pensaron los griegos, sino la cima de la creación entera. Representa la síntesis más perfecta del devenir cósmico. Se encuentra en relación con Dios y de este modo la cuestión antropológica se trasciende en una cuestión teológica.

4.

El trabajo del docente consiste en transmitir conocimientos, una forma de vida que constituyen las bases para que los niños y niñas a los que están educando no sólo puedan llegar a desenvolverse bien en la sociedad que les tocará vivir, sino que puedan contribuir a mejorar esa sociedad. Pero educar no es sólo instruir, sino trasmitir certezas, ideas o maneras de ser. Los niños y niñas pasan en la escuela una parte muy considerable de su tiempo por lo que es absurdo pensar que la escuela es, simplemente, un sistema de conocimientos, un saber teórico o una mera instrucción. En la escuela aprenden también a convivir, a relacionarse con iguales y superiores, a tratar a la autoridad, a respetar a compañeros de distintas procedencias, a repartir y renunciar a cosas, a aceptar los fracasos, y en fin a ser persona.

Educar, también, respetando las diferencias de cada uno, su carácter, sus propensiones y debilidades, respetando, en fin, la pluralidad de opiniones y maneras de ser. Incluso la libertad exige una educación a propósito. Porque ser libre no es fácil, hay que aprender a serlo. Aprender y enseñar a distinguir el para qué de la libertad, el hasta dónde de la libertad, el sentido de la libertad, es la tarea que nos compete como educadores.

Pero esta libertad está muy ligada a la autonomía ya que todo individuo es autónomo. La autonomía es al mismo tiempo un derecho y un deber de todo hombre.

Sin autonomía o libertad no cabe hablar de moral. Una moral que consiste en determinar cada uno su conducta imponiéndose al cumplimiento de normas compartidas.

Sin duda, el educador tiene una responsabilidad pública como cosa de todos. Pero hoy lo que necesitamos es tender hacia la “corresponsabilidad”.

5.

Según la Real Academia Española, la palabra crisis significa "Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o unasituación, o en la manera en que estos son apreciados". Teniendo en cuenta esta definición y la lectura del material propuesto por el docente, se puede afirmar que existe una crisis de valores.

Es importante destacar que "los sujetos valoran las cosas que lo rodean en función de sus circunstancias. Siempre están influidos por las motivaciones y necesidades." Esto quiere decir que ninguna persona posee los mismos valores, ni igual jerarquía. Sin embargo, hay ideales y principios éticos y morales que un mismo grupo de personas comparte, y rigen sus estilos de vida. Los valoran buscan normatividad.

Diversas situaciones y problemas económicos, políticos, educativos y sociales que se reflejan en nuestra sociedad, indican la crisis de valores que vivimos en la actualidad. Algunos aspectos determinantes son: "el debilitamiento de las instituciones formativas, el desmoronamiento de valores tradicionales, la desorientadora influencia de los medios de comunicación, la discrepancia entre el progreso técnico y el mejoramiento ético y la alta incertidumbre frente al rumbo de las acciones o el sentido de la vida."

Nuestra profesión docente está atravesada por este problema, ya que la institución educativa y los docentes ya no poseen autoridad, nuestros alumnos reflejan en sus actitudes mucha violencia, intolerancia, desconfianza, desgano. Esto es consecuencia de una sociedad de estas características, por lo que desde la escuela a través de diversos proyectos y actividades se busca aplacar para lograr formar alumnos de manera integral con iniciativa, que participen, dialoguen con respeto y tolerancia.

Es responsabilidad de todos modificar la situación actual: padres, políticos, docentes, directivos y los mismos niños.

6.

"El ámbito escolar es de fundamental importancia en la formación de la personalidad individual, integral, en la construcción de ciudadanos solidarios y responsables, sustentada en principios éticos". Por esto es fundamental que se enseñe formación ciudadana en las instituciones educativas. Un objetivo de los docentes es educar ciudadanos activos, críticos y participativos que en un tiempo cercano se van a hacer cargo de nuestra sociedad. Por esto se debe hacer hincapié en la resolución de conflictos pacífica utilizando el consenso; promover el respeto y la tolerancia hacia las diferencias.

Esto es necesario porque debemos enseñarles a vivir de manera armónica en sociedad, teniendo en cuenta los intereses de los demás, y siempre buscando el bien común. Este último, es característica fundamental de las sociedades democráticas.

El Diseño Curricular de la Educación Primaria de Córdoba (2012-2015) plantea que "la educación escolar tiene un compromiso político y ético irrenunciable en la formación de sujetos capaces de promover formas más justas de convivir con otros. El concepto de ciudadanía orienta el ejercicio de la participación en proyectos colectivos, en defensa de intereses propios y del conjunto. La constitución actual de la ciudadanía es el resultado de un proceso histórico, dentro del cual los niños y adolescentes no son ya tratados por nuestro ordenamiento jurídico como objeto de protección y tutela, sino como

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