EL PENSAMIENTO MITICO Y EL PENSAMIENTO DE LOS PRIMEROS FILOSOFOS GRIEGOS.

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Los mitos también tratan la cosmogonía, la teogonía y la escatología, así como la causa de muchos sucesos no tan relevantes, pero que son de interés colectivo. Explican el comienzo, las causas, el universo, pero sobre todo la vida humana. Es con estos intereses explicativos en donde surge la división o competencia con la filosofía o pensamiento científico.

Entendemos entonces el mito como un relato tradicional, algo que se cuenta de siempre; por otro lado, el “logos” es algo razonable, algo argumentable, racional y comprobable. En el mito no se pude obtener tal cosa, no se puede dar razón.

Para aquellos que solo buscan el “logos”, el empirismo; el mundo de la “mitología” no existe, no es real, puesto que no pude ser comprobado por métodos empíricos. La actitud con la que un filósofo ve, busca y se enfrenta a las cosas es opuesta a la del que es creyente de los mitos, para él las cosas son como son porque los dioses así las hicieron.

En los mitos las cosmogonías son explicaciones del Universo, que utilizan como explicación fuerzas personificadas de dioses y héroes. En cambio, las cosmologías son explicaciones racionales del cosmos; que son fundamentadas en principios físicos y lógicos. Las cosmologías, entonces, son reinterpretaciones con base en la razón, de las narraciones que sobre el origen del cosmos se habían hecho a partir del mito del ordenamiento del mundo.

Este proceso de racionalización se fue produciendo a medida que las transformaciones sociales fueron dando entrada a elementos nuevos que desacralizaban el mito favorecían un planteamiento cada vez más abstracto y racional.

La ciencia tiene su nacimiento cuando se interpreta que el universo es un todo natural, con sendas inalterables propias, sendas que la razón puede penetrar, pero en los cuales las acciones humanas no tienen poder.

La razón busco y halló una verdad que era universal, pero que podía ser útil o no para las necesidades de la vida. Esta búsqueda es un proceso lento: se van dando pasos, hay explicación racional, pero con frecuencia mezclada con elementos míticos; la naturaleza no procede por saltos, la historia del pensamiento es siempre evolutiva, nunca se pasa de una postura a otra, de repente. Se va abandonando la explicación mítica, sustituyéndola por la explicación racional, aunque no se haga de golpe.

Los primeros filósofos se centraron en el estudio y análisis de la naturaleza. El problema de los orígenes. Buscaron determinar el principio (arjé) último y eterno del cual todo procede y del que todo se compone. Esas reflexiones sobre la naturaleza engloban sin problemas de ningún tipo, lo que para nosotros son los ámbitos diferentes de "lo natural" y de "lo social"; es decir, se trata de un pensar cuyo sentido radica en asimilarse, identificándose con un "LOGOS".

En conclusión: Antes de que el pensamiento humano estuviera dominado por la filosofía, la forma de entender la realidad se llevaba a cabo a través de los mitos. Para que la filosofía pudiera imponerse como forma racional y lógica de entender el mundo, tuvo que entablar una guerra abierta a los mitos. Es lo que se ha llamado el enfrentamiento entre el mito y el logos (la razón, la lógica). El “pensamiento mítico” buscaba dar una interpretación del porqué, el orden y el origen de todas las cosas utilizando como base la inspiración poética, imaginación, emoción, y los sentimientos. Mientras que el “pensamiento filosófico” tiene el mismo fin, pero utiliza la razón, para llegar a la esencia y la verdad de las mismas cosas. Hay una diferencia clara entre lo que percibimos de la naturaleza por los sentidos, y lo que esta misma naturaleza captada por la razón. De aquí que parezca que el auténtico camino del conocimiento sea la razón, que va más allá de lo observado.