El estudio de la sexualidad en el desarrollo del conocimiento

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Con lo anterior, no se quiere dar a proponer como muchos teóricos idealistas lo han interpretado, en un liberalismo sexual, ya que “Antes de proceder al intento de modificar una determinada situación, debemos, no obstante, esclarecer su origen y su evolución; así como las instituciones a través de las cuales actúa” [4], se menciona a la iglesia, como una figura de control, en la sexualidad, porque implanta una moral –que más bien es una amoralidad, que pretende justificar al sistema social, he implantar valores como: la resignación, la humildad mediocre y la caridad hipócrita-, con esto el ser humano que vive en la actualidad, se le imponen ideales, que por sí mismo son inalcanzables, ya que son falsos. En el ejemplo anterior, de la sustitución del erotismo por la pornografía, al sujeto se le impone un ideal de relación coital, la cual se transforma; en un tiempo prolongado de la misma, en cuerpos voluptuosos estéticamente –se le impone una estética en la pornografía, y no una belleza-, una erección biológicamente imposible, una eyaculación exagerada, etc. en pocas palabras, se sobresaltan las cualidades de una relación coital, focalizando el acto solo en esto último, lo coital. Y se minimizan la relación de humanidad, de espíritus. Con lo anterior, no se pretende poner a la iglesia como absoluto (sino se caería en una visión idealista de la realidad), por lo que esta es un aparato ideológico/represivo que pertenece a un modo de producción que por esencia enajena al ser humano. En la actualidad existe por ejemplo: el DIF (Desarrollo Integral de la Familia), que por su perturbación como institución, sólo mantiene niños, les da comida, les enseña algunas herramientas para sobrevivir y no otra cosa. También en la sexualidad existen pláticas que imparte el sistema gubernamental o instituciones privadas con una finalidad de educación, este es un discurso demagógico para el control social como ya lo mencione; se les enseñan métodos de protección a jóvenes, sin embargo, en su vida diaria, no se les enseña otra cosa, sino pensar del cuello para abajo, contradicción que puede parecer obvia, pero es difícil de detectar.

Es así como en síntesis en su psique surge “un conflicto entre el instinto y lo moral, entre el ego y el mundo exterior, el organismo psíquico se ve obligado a acorazarse, encapsularse […]” [3] Este acorazamiento que menciona Reich W. es un estado parecido como lo menciona el psicoanálisis, es decir, la estructura neurótica; en esta no pueden expresarse impulsos, fantasías, etc. por la represión del exterior, la cual se ha transformado en ideas morales, que aunque no estén presentes en el exterior ya las lleva el sujeto. Lo anterior puede surgir en la infancia, también se ha notado de una forma empírica abusos sexuales en la infancia, etc. cabe mencionar que esto resulta traumático para el sujeto, llegando a verse reflejado en su personalidad, la cual en una estructuración histérica, somatiza al cuerpo, por no poderse enfrentar a la ansiedad, ansiedad que no es natural, sino provocada circunstancialmente por la sociedad. Entonces el ser humano se presentan trastornos de la sexualidad: como el vaginismo, la inhibición de la erección, la inhibición del deseo, la eyaculación precoz, etc. No cayendo en la finalidad de dar síntomas, sino en la explicación de estos trastornos, donde estos no se alejan del ejemplo anterior en la sustitución del erotismo por la pornografía.

Con la intervención del método científico y el positivismo en la psicología, surge la psiquiatría, en esta se observa al fenómeno como externo al investigador, donde él, como cientista ejerce su oficio de tal forma dañera que remienda a las personas, que acuden a él, con un fin de cobijo. Este cientista por ignorancia o por alevosía hace una felonía contra el ser humano. Desde el momento que le da fármacos con el objetivo de aliviar esa queja, se separa él, del fenómeno. Ahora veamos como en la sexualidad se da un fenómeno, en atención a lo cual se sigue manteniendo por la imprudencia del que interviene, no tomando lo anterior, como discriminación hacia el psiquiatra, sino que esto puede suceder con el psicoanalista, el psicólogo, el humanista, el sistémico, etc. Porque el fenómeno no está en relación con el enfoque terapéutico, sino con la metodología y la realidad fáctica.

Cuando acude una persona por una queja de desajuste sexual, normalmente acude con el concepto arraigado en su alma, expresado en sus palabras “no tengo”, este no tengo, se transforma en no tengo una erección, no tengo deseo hacía mi pareja, etc. Estas quejas que la persona dice, son por la enajenación que ya se le ha implantado. Entonces acude al terapeuta que por ejemplo: “Un tratamiento por análisis psíquico individual, libera las energías vegetativas de su fijación a la coraza. La consecuencia inmediata es una intensificación de los impulsos antisociales y perversos, acompañados de ansiedad social y de presión moral” [3]. Esta intervención que se puede diferenciar del psiquiatra, donde se le dan fármacos al paciente. El analista con su asociación libre, refleja las pulsiones, deseos, etc. inconscientes que el paciente puede tener, por el contrario, estos deseos, fantasías e imágenes. Son producto de la subjetividad; donde esta nos puede mostrar la dinámica subjetiva que se ejerce en el ser humano, pero no, nos refleja la génesis objetiva del conflicto. Ya con esto Freud en tres ensayos de teoría sexual nos muestra la dinámica inconsciente que sucede en las perturbaciones de la sexualidad. Por otro lado, cundo se remonta a la génesis del problema, dirige su atención a la subjetividad del problema, legitimando como muchos de sucesores lo llegaran a pensar, la naturalización de las mismas.

Entonces con las intervenciones de la realidad fáctica y la metodología positivista por un lado e idealista por el otro se propone el amor liberal, esto significa que amo tanto a la otra persona que dejo que haga lo que quiera, así ella puede amar a otras personas también, ya que si no lo permito la reprimo y entro en un estado de celos. Por el contrario hay algo aquí que se rompe con esta filosofía, lo efímera que se vuelve la relación, lo perversa que se puede transformar; donde se puede llegar a dañar a la pareja por no pensar en ella, sino en sí mismo, tanto física y psíquicamente, un ejemplo: es el sadismo extremo ejercido en el acto sexual y la intromisión de otras personas en el acto, por esta liberación sin reglas, ya que se piensa que libre es sinónimo de sin reglas. La novela del Marqués de Sade Julieta nos expresa la patogenia de la sexualidad, lo parafílica que es Julieta y la recompensa que recibe al final, cogiéndose al papa, y nunca pagando por sus pecados. Aquí es donde Sade nos expresa,