El individuo alienado
Enviado por Helena • 23 de Octubre de 2018 • 3.214 Palabras (13 Páginas) • 309 Visitas
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La alienación es el límite extremo que puede alcanzar el Yo en la realización de su deseo de no sufrimiento. Culmina en muerte del pensamiento propio. Suele ocurrir que la fuerza alienante o alienadora lleve a cabo su acción mediante una teoría, que puede ser religiosa, política, ideológica, científica o de cualquier índole, cuyo autor haya sido un líder ya fallecido. El individuo alienado puede alienar su pensamiento tanto por una ideología partidaria minoritaria, de un grupúsculo, como por una ideología dominante mayoritaria compartida por la sociedad. Esto se logra porque entre el líder y los individuos circula un poder de muerte. Cualquier vecino puede ser delator. Cada individuo posee poder de denunciar a otro, y por ello un poder de condena a muerte de cualquiera que piense diferente. La relación perseguido-perseguidor es circular: el perseguido puede convertirse en cualquier momento en perseguidor. El terror acechante impone una ruptura de la posibilidad de pensar o cuestionar al poder mismo. El sujeto está obligado a negar tanto la realidad de lo que sucede como cualquier interpretación personal de lo sucedido. Se le impone al Yo del sujeto la exclusión de lo que podría ver. El individuo ya no puede considerar al poder como perseguidor porque necesita sobrevivir y no cuestionarlo. El terror a la muerte se convierte en amenaza de todo lo que el Yo podría pensar, defunción del pensamiento propio del Yo, otro piensa y decide por él. Ni siquiera es consciente de ello. Se niegan la realidad y la posibilidad de pensar la realidad. El Yo evita pensar la realidad, tanto externa como psíquica, que padece como consecuencia del terror. Entonces atribuye un valor de certeza al discurso de la fuerza alienadora. La supremacía de la verdad del argumento dominante es incuestionable, modalidad extrema de idealización de la sapiencia del alienador. En la psicosis el individuo sustituye la realidad por una fantasía, por un delirio. En el estado de alienación el individuo sustituye la realidad vivida por el discurso del otro. Es el líder quien transmuta y define la realidad, lo cual aporta a los sujetos alienados la sensación de que poseen una «verdad» compartida, pero incuestionable, que los ubica entre los «elegidos», quienes «por su bien» deben imponer esa «verdad» a los demás. Cuando se trata del poder político dominante de la época e impera el terror, pocos individuos logran escapar a esta alienación. El hombre alienado se siente a sí mismo como un extraño porque la sociedad no lo reconoce, porque la sociedad no se reconoce en su enfermedad y lo excluye. Con la revolución burguesa se define la humanidad por su libertad y su igualdad. El hombre ya no es siervo, vasallo o esclavo, sino un ciudadano libre con plenos derechos. Sin embargo, para los enfermos mentales la libertad es vana y la igualdad carece de todo significado o sentido. El alienado es la prueba viviente de que, a pesar de ser un ciudadano libre, el hombre puede encontrar la manera de perder esa libertad. El hombre encuentra condiciones que suprimen su libertad y su igualdad demostrando que la sociedad burguesa no está hecha a la medida del hombre real concreto, poniendo en conflicto la idea unitaria que se hace del mismo. Si, para el cristianismo de la Edad Media, la alienación era la posesión del cuerpo del hombre por el demonio, después del Renacimiento la alienación representa la abolición de la libertad. El alienado ya no será un poseído sino un desposeído: la alienación es una privación. Para Foucault alienación es sinónimo de enfermedad mental. El alienado se siente a sí mismo como un extraño y denuncia la confiscación de su voluntad y de su pensamiento. El alienado mental es aquel que ha perdido el uso de las libertades que le ha conferido la revolución.
Es por eso que que su voluntad puede ser sustituida por la voluntad abusiva de un tercero, es decir que su voluntad es anulada. Otro puede ejercer sus derechos y gozar de sus bienes en su lugar. Para Foucault esta alienación psicológica no es más que la consecuencia de las contradicciones sociales mismas en las que el hombre está históricamente alienado. Estas mismas contradicciones de la sociedad burguesa constituyen la alienación social. Extrañamiento no es exactamente lo mismo que alienación. Hegel expone los momentos constitutivos del trabajo alienado en su tratado sobre «Filosofía del derecho». El estado efectúa una mediación que podría permitirle devolverle el concepto al espíritu extrañado por la alienación de la sociedad civil. Su idea de alienación remite al marco religioso y metafísico. En cambio el Yo trascendental de Johann Gottlieb Fichte pasa por un momento de extrañamiento que es alienación. Para Fichte extrañamiento y alienación son sinónimos. Para Hegel alienación es el momento de desgarrarse, en cambio, extrañamiento se refiere al momento de comenzar a adelantarse en sí mismo. Hegel tuvo una gran influencia en la teoría de la alienación de Karl Marx (1818-1883). Marx se apoya en una antropología del hombre total y tiene una gran presencia en la filosofía contemporánea, especialmente en la oposición entre Ser y Tener. Para Marx el capitalista compra con dinero el trabajo de los demás y los obreros cambian la fuerza de trabajo, es decir, su mercancía, por la mercancía del capitalista, es decir, la paga o salario. La fuerza de trabajo para el obrero es su actividad vital que le asegura los medios necesarios para subsistir. El obrero es libre de cambiar de capitalista, es libre de trabajar, pero no puede desprenderse de la clase de los capitalistas, a quienes se ha alquilado, sin renunciar a su existencia misma. El trabajador no recoge el valor de lo que produce, es decir, la plusvalía, y esta explotación lo priva de sus herramientas artesanales. Por causa de esta división del trabajo ignora lo que está produciendo y eso significa que está alienado. Este desconocimiento es la alienación para Marx. Estudia la alienación del producto del trabajo considerando que cuanto más se sumerge el obrero en su trabajo más extraño se le vuelve el mundo y menos dueño es de sí mismo. El trabajador siente que su trabajo no le pertenece. Esta es la alienación económica que genera alienación política y es la causa de la alienación religiosa. Según Marx la alienación se produce en una circunstancia social totalmente nueva y que sólo podrá destruirse con la abolición de la propiedad privada. Si nos fijamos en la alienación dentro de la sociedad esclavista: en donde el esclavo pertenece al amo; el amo puede disponer a voluntad del esclavo, de su cuerpo, de su mente, de su personalidad y sus habilidades. Se distingue del individuo mismo, su actividad y los objetos producidos por su actividad ya que el esclavo no posee libertad alguna, no puede hacer lo que quiera con su cuerpo, ni con su sexualidad,
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