El proceso del conocimiento en el Neo-conductismo – Bandura
Enviado por John0099 • 17 de Noviembre de 2018 • 6.763 Palabras (28 Páginas) • 548 Visitas
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Hago un salto y me posiciono en el pensamiento de Aristóteles, frente al idealismo de su maestro Platón, Aristóteles es realista: no existen dos mundos separados, uno sensible y otro inteligible, sino un único mundo, compuesto hilemórfico (un combinado de materia y forma). El hombre como cualquier otra sustancia, se compone de forma (alma) y materia (cuerpo), siendo el Alma el principio vital que anima y organiza el cuerpo. Como forma y materia van siempre unidas, alma y cuerpo son inseparables, por lo que Aristóteles niega que el alma humana sea inmortal. El alma racional, específica del hombre, es capaz de adquirir la ciencia, un conocimiento basado en conceptos universales, abstrayendo las formas y separándolas de la materia a la que están unidas.
Para Aristóteles la ciencia se ocupa de los objetos sensibles que permiten conocer, por ejemplo la clasificación de las plantas (datos de los sentidos más razón). El conocimiento común acepta sin más lo que ve, mientras que la filosofía busca las causas.
Como vemos los problemas en torno al Conocimiento, fenómeno con múltiples aspectos, psicológico, sociológico, biológico incluso, son centrales en la Filosofía y su consideración se inicia con el origen mismo de la misma, prácticamente todos los filósofos han contribuido al origen del conocimiento científico.
Llamaremos Gnoseología (del griego γνωσις, gnōsis, «conocimiento» o «facultad de conocer», y λόγος, logos, «razonamiento» o «discurso»), también llamada Teoría del Conocimiento, a la rama de la filosofía que estudia la naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento. No estudia los conocimientos particulares, como pueden ser los conocimientos de la física o de nuestro entorno inmediato, sino la naturaleza del conocimiento en general.
En este sentido Platón, afirma que es imposible construir un saber a partir del conocimiento sensible. El pensador expresa que todo se transforma en forma permanente, el mundo falso sensible, lo que mal llamamos “la realidad” cambia todo el tiempo, el hombre también lo hace, y esa transformación hace imposible establecer un conocimiento sobre él.
Para dar una respuesta al problema, ya que no puede hacerlo desde el mundo material, establece el mundo de las ideas, donde todo es perfecto, inmutable, verdadero; en contraposición del mundo que nos rodea, el real, no es más que una copia. Nos dice que la matemática y la filosofía, las ciencias que se ocupan de entidades ideales -y no físicas- son las ciencias que logran el verdadero conocimiento. De esta manera reconoceremos a Platón como el primer racionalista, donde la razón es la fuente del conocimiento.
En el avance histórico nos encontramos a principios del siglo XIX con el Positivismo, en Francia el pensador Augusto Comte y en Inglaterra el filósofo John Stuart Mill, pensaban que todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia. Desde aquí en adelante el hombre crea y evoluciona con el nuevo conocimiento que la ciencia y la tecnología van marcando.
Como podemos ver el conocimiento también sufre la evolución secuencial de las distintas épocas y a los distintos actores que marcan el pensamiento de su tiempo.
Conocer es, entonces, la actividad mediante la cual el ser humano se apropia del mundo que le rodea. Esta apropiación es una captación intelectual del entorno o del propio organismo. El acto de conocer es un proceso complejo en el que intervienen aspectos biológicos, cerebrales, lingüísticos, culturales, sociales e históricos y no se puede disociar de la vida humana ni de las relaciones sociales. De ahí que conocer sea una necesidad fundamental para el ser humano ya que a partir del conocimiento la persona puede orientarse, decidir y actuar.
El conocimiento humano está formado por dos dimensiones: la dimensión sensible y la intelectual. Podemos distinguir, ambas dimensiones, pero no separarlas: no se identifican pero están íntimamente unidas. Todo conocimiento sensible está permeado de racionalidad y todo conocimiento intelectual está influido por la sensibilidad.
El acto de conocer se articula a partir de la interacción entre dos polos:
El objeto es algo sobre lo cual actúa el sujeto, está sometido a la acción de éste, y puede ser material, cuando se puede ver y tocar, o ser un objeto inmaterial, solo existente como idea.
El sujeto. Es quién conoce y su intención es apropiarse intelectualmente del objeto que antes no conocía o no poseía en sus sentidos, y está en condiciones de distinguir la realidad como objeto. Acotan y configuran sus posibilidades de conocer el objeto, los umbrales sensoriales, memoria, imaginación, pensamiento, lenguaje y otras limitaciones. Todo lo que hace referencia al sujeto es subjetivo.
Entonces diremos que el conocimiento es el resultado del proceso de apropiación intelectual del objeto por parte del sujeto.
Con una posición ya definida del “conocimiento” podemos tratar de entender cómo afecta, o como define al sujeto ese acto, esa sensación, y para ello debemos referenciarnos a la Psicología, ciencia que hoy suele definirse como “la ciencia que estudia el comportamiento humano”. Corresponde decir que a lo largo de la historia ha ido variando su objeto de estudio y por lo tanto su definición.
La psicología como ciencia se refiere en sentido estricto y amplio a las capacidades superiores humanas, incluyendo su capacidad para formar cultura. Sus inicios los vamos a ubicar en Grecia, como la parte de la filosofía que indagaba sobre la naturaleza del alma, su composición y sus funciones; su nombre de la voz griega psique, que significa “alma”, y logos que significa conocimiento racional, que posiblemente haya tenido un sentido onomatopéyico, como si el alma se tratase de un fluido o un gas que al abandonar el cuerpo del moribundo produce su muerte.
Se inicia formalmente con la publicación de "De Anima" por Aristóteles en el año 300 AC. quien define al hombre como un "animal racional", y establece que la "psyche" es el motor que anima o mueve a los humanos, es decir, el intelecto. Por tanto, la "psyche" se refiere al intelecto humano y no al "alma" del cristianismo, como erróneamente fue traducido. La psyche es el aspecto cognitivo humano, el ánima de los humanos, su aspecto racional. De modo que la psicología es el estudio de ese aspecto cognitivo de los humanos. Fueron los escolásticos quienes confundieron la psyche con el "alma" y así
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