Ensayo: Ser Freiriano en la Modernidad Liquida
Enviado por John0099 • 5 de Diciembre de 2018 • 2.446 Palabras (10 Páginas) • 413 Visitas
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La educación no está en crisis por la pedagogía que imparte, o los contenidos que instruye, sino porque dejo de ser funcional al capitalismo. La escuela se concibió como medio de difusión de una ideología, de una forma de pensar del poder dominante. Hoy existen muchos medios más aptos para esa función que además permiten que los dominados continúen consumiendo y paguen literalmente por los medios de su propia opresión. Prueba de esto, son los gobiernos neoliberales, defensores del capitalismo, que tienen como pauta reducir los presupuestos educativos, por la simple razón que ya la educación no les es funcional y por lo tanto es un gasto innecesario que se busca minimizar. Sin embargo, me atrevo a decir que llegamos a esto porque pedagogías como la de Freire desarrolladas en las instituciones educativas, humanizaban, generaban sujetos críticos, transmitían la esperanza de cambiar el destino que la sociedad capitalista les imponía, y de esta forma se convirtieron en un riesgo para el sistema. Entonces aunque se limite la libertad física o se censure, la libertad de pensamiento no se puede encarcelar. El rol del docente dentro del aula se basa en un posicionamiento ante la vida de manera personal, prueba de ello es que la mayor cantidad de contenidos está en el currículo en acción, no en el prescripto.
Por esto, el sistema atacó a la escuela. A través de la globalización, diversos procesos han ido dañando las bases en las que la institución tradicionalmente se apoyaba y le brindaba una legitimidad a priori. La deslocalización del conocimiento que menciona Barbero, genera saberes fragmentados pero funcionales, ya que como dice Bauman el conocimiento se mantiene mientras sea útil, ya la memoria no tiene valor, toda vez que podemos acceder a la información de manera más rápida y simple, no necesitamos almacenar nosotros el conocimiento. La mercantilización de la cultura, la relación entre lo público y lo privado a través de la redes sociales, las nuevas configuraciones familiares, fueron cambiando la perspectiva que se tenía de la institución escolar, que del templo del saber se transformó en un lugar del que se espera diferentes tipos de contención conforme el estrato social que pertenezca conforme dice Tiramonti. Las políticas compensatorias generadas a partir de la década del noventa, tuvieron efectos peligrosos como la estigmatización de estudiantes e instituciones y principalmente, la condescendencia pedagógica. Esto es crucial en el análisis que nos planteamos, toda vez que la condescendencia implica la desesperanza, no solo hacia los estudiantes, sino también de nosotros como docentes. Freire sostenía que la fuerza de su pensamiento se basada en su total convicción y a través de ella podía transmitir la esperanza. Hoy no hay muchos docentes totalmente convencidos que su accionar pueda generar un cambio, hay muchos que reniegan de su acción política en la enseñanza, como si esa “neutralidad” no sea un acto político en sí. Muchos salen de las instituciones formadoras con la energía puesta en el cambio y en la transformación pero la realidad los sobrepasa y terminan transformándose en aquello que criticaron. Podemos ver una similitud con la contradicción de oprimido/opresor, que nos habla Freire, y de tal forma también encontrar la misma respuesta, los docentes deben humanizarse.
No es posible entender la esperanza de Freire alejándose de su concepción cristiana, y en ella encuentro la respuesta al interrogante que dio lugar al presente ensayo. La escuela moderna, surgió gracias a que la ciencia desplazo a la religión. Si bien, por cuestiones de conveniencia la escuela mantuvo la matriz religiosa, el laicismo es una característica propia de la educación pública. Esto es así, porque las religiones son fuente de la moralidad entonces tener en una institución la libertad religiosa no resultaba funcional a la homogenización que la escuela buscaba. Así se generó una moral dominante, impuesta, a través de la razón. Esta moralidad racional avalaba las injusticias del mundo, muchas veces a través de mecanismos ocultos como las evaluaciones donde justamente se valora, se determina que está bien y que está mal, se crean calificaciones que generan competencia, que determinan que dentro del aula algunos saben más y otros menos, sin problematizar que parámetros se tomaban para eso y de donde se establecían. Freire busco cambiar esto, valorando los saberes de cada individuo, y esa fue la mayor critica a la educación bancaria, ya que esos sujetos no estaban vacíos, tienen un capital cultural propio, una voz y la función del docente es darle las herramientas para su propia liberación principalmente a través de la palabra y del dialogo.
Ahora bien, en la descripción del mundo actual vimos como la esperanza de muchos docentes se ve frustrada. Me atrevo a decir que el motivo de eso, es que muchos docentes le siguen poniendo a la razón humana como fuente de moralidad. No hay mayor esperanza que la de los creyentes de un mundo mejor después de este. No hay dudas que Freire era un creyente y como tal, no solo creía en Dios sino también en el Diablo, por lo que sabía que este mundo tal como lo vivimos está condenado. Por lo que la descripción de esta sociedad de consumo que deshumaniza no tiene que ser algo desesperanzador sino por el contrario la motivación para seguir intentando, para no quedarnos en imitar a Freire sino reinventarlo, con su mismo objetivo que no es otro que generar mejores personas. Y para eso, no podemos tener una moralidad fundada en la razón, en la creencia ciega a la ciencia. Claramente, hay bastas pruebas que el hombre se autodestruye, y con él a todo lo que le rodea por lo que no está de más recordar la frase “el hombre es el lobo del hombre”.-
Hemos visto como imperios se alzan y se caen a través de los años y si analizando no hay nada más constante en la historia de la humanidad que el pueblo Judío, que se sustenta en la esperanza de la llegada de su Mesías. Lo único que me interesa rescatar es que la esperanza está en lo abstracto, en el futuro que ideamos y que buscamos llegar.
Podría hacer otro ensayo con las semejanzas de la pedagogía Freiriana y las enseñanzas de Jesús que aparecen en la Biblia, pero lo que busco resaltar en el presente escrito es que no importa la crisis en la educación, el desprestigio de la escuela, las dificultades económicas, estructurales y edilicias que se enfrenten los docentes día a día, porque si nos dejamos llevar por eso estaríamos limitando la enseñanza a la institución, y por lo tanto limitándonos a nosotros mismos como educadores. El enseñar se ejerce dentro y fuera de la escuela, es un arte, y como tal, un artista no deja de serlo porque no se encuentre, pintando, escribiendo, o componiendo,
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