Estructura Amori Líquido, Bauman

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Desde el punto de vista antropológico esto podría significar para el hombre un cambio en su estructura, fisiológica, cognitiva, pedagógica, psicológica y social, lo que nos lleva a retomar este problema que ya muchos han trabajado, sobre todo desde el aspecto sociológico, como Zigmunt Bauman en la obra que analizamos, y preguntarnos ¿vive el hombre de la segunda década del siglo XXI una época de relaciones frágiles en torno a medios virtuales, antes que en torno a la realidad?, ¿qué elementos lo han orillado a esto?, así como ¿cuáles son las consecuencias de esta nueva postura social del ser humano?, para poder concluir contestado las siguientes interrogantes, ¿es un avance en la cultura universal del hombre o es un retroceso? y si es un avance ¿de qué manera podemos potenciarlo? O si es un retroceso ¿cómo podemos devolver al hombre a su posición original?

Vista la felicidad del hombre como su último fin, y visto que el hombre no puede experimentar la felicidad sólo por sí mismo, sino por el contacto con los demás, podemos entender al hombre como un ente social. Entendido de este modo, el hombre busca relacionarse con los demás, y esta relación a lo largo de la historia ha sufrido modificaciones, desde el hombre primitivo, que según lo que hoy sabemos, se comunicaba a base de señas, el hombre que posteriormente desarrolló un lenguaje, y a continuación viene el hombre que desarrolló la comunicación iconográfica y escrita, posteriormente aparecieron las telecomunicaciones, con ellas el telégrafo, la radio, la televisión, el teléfono, los celulares, etc., estos tipos de comunicación continuaron, y continúan vigentes aún en nuestros días, sin embargo, en las primeras dos décadas del siglo XXI se han desarrollado y propagado nuevos métodos de comunicación, en concreto, nos referimos a la comunicación que podríamos llamar virtual, refiriéndonos a los chats, video chats, correos electrónicos y redes sociales.

Por lo anterior nos podemos dar cuenta que el método nuevo que ofrecen las tecnologías aplicadas a la comunicación, pareciera incapaz de conducir a una auténtica relación interpersonal que pueda satisfacer las necesidades afectivas que necesariamente todo ser humano experimenta en sus relaciones para otros, entendida como lo hemos descrito anteriormente, último paso para alcanzar la felicidad.

Debido a ello se vuelve importante tomar parte en la reflexión sobre la revolución tecnológica, los problemas que ocasiona a las relaciones humanas y la orientación que da o no al hombre para poder superar la etapa del para sí y llegar al para otros, considerando todos los elementos desde un punto de vista basado en la ética como la hemos comprendido anteriormente y generando una nueva reflexión filosófica y antropológica sobre el hombre como ente verdaderamente social y capaz de salir de sí mismo.

La conclusión de Bauman al respecto de la fragilidad de las relaciones interpersonales relacionada con la marginación y la liquidización de la sociedad entorno a las comunicaciones virtuales nos dice que en éste momento la unidad de la humanidad con la physis, es decir, el vivir de acuerdo a la vida en consonancia de la naturaleza, que Kant alguna vez expuso, ya no es una opción para el hombre globalizado y dependiente de las relaciones instantáneas y desechables.

Se vuelve urgente, si es que se quiere rescatar la humanidad en las relaciones interpersonales que los hombres aprendan nuevamente a aceptar compromisos a largo plazo, a aceptar las relaciones con toda la dulzura y la miel de los momentos felices, pero también con la amargura de los momentos difíciles, que el hombre esté dispuesto a sufrir un poco, pero fuertemente, a estar agonizando con un dolor soportable, pero crónico, para toda la vida.

Conclusión

Podemos decir que, si en verdad queremos rescatar al ser humano que se hunde en una sociedad líquida cada vez más diluida, tenemos que ser capaces de afrontar los riesgos que supone el hecho de relacionarnos, de salir de nosotros mismos para encontrarnos con los otros, que debemos de dejar de lado el materialismo y la marginación a la que somos sometidos y sometemos a los demás con el único fin de encontrar placer y satisfacer nuestros deseos personales pasando por encima del otro sin considerarlo como un Yo, que es igual a mí en su esencia de ser persona.

También debemos ser capaces, como sociedad, como especie, de afrontar con seguridad y responsabilidad los nuevos retos que nos pone enfrente la tecnología en torno a la comunicación y ser conscientes, de que no podemos sustituir la demostración personal del amor por un emoticón en forma de corazón y de que si se usan bien los celulares ayudan a mantener conectados a los que están a distancia, pero si no, los celulares permiten a los que se conectan… mantenerse a distancia, si es.

Si queremos salvar al ser humano de volverse líquido y sin consistencia, entonces, debemos afrontar con convicciones estables consistentes la dureza que representa reconocernos como seres individuales en un contexto plural, donde cada cual es distinto y nadie piensa igual que yo.

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