Filosofia, la condición humana.

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Así es como la condición humana no solo se ve modificada por las consecuencias que el mundo de la industrialización impone en sus vidas, es decir, todos los objetos materiales que utilizamos en la cotidianeidad cultural, sino también, podemos, por qué no, plantear una modificación en la condición mediante la destrucción del ecosistema. Si acaso un día se acabara toda el agua potable… ¿qué sucedería con esta condición?

De hecho, ya muchos países, por lo general, los más pobres, sufren de su escasez o de tener como una de las principales causas de muertes la ingesta de agua contaminada, entre tantas otras consecuencias, que conllevan a que sus vidas deban ser modificadas por su propia destrucción.

Así es como el humano crea su mundo a través del trabajo, es decir, vive en un entorno que el mismo ha condicionado. Por esta razón, es que la autora, plantea a la mundanidad como parte de la condición humana esencial del trabajo, este concepto, se refiere a todo aquello que el ser humano produce y crea transgrediendo los límites de lo dado en el planeta. Siempre bajo su estado de ser terrenal o perteneciente a la tierra.

Puesto de manifiesto este desarrollo podemos preguntarnos si es capaz el hombre de modificar su forma destructiva de actuar en el mundo para mejorar la condición humana en él, refiriéndonos siempre a la realidad medioambiental que nos atraviesa. La utilización del mercado o la ciencia, por ejemplo, para la generación de aportes que cultiven un culto al bienestar.

CONCLUSIÓN

Podemos ver cómo el trabajo, la fuerza humanizadora, el distanciamiento de nuestro propio ser respecto de la naturaleza, ha terminado convirtiéndose a través de los siglos en una herramienta destructora del suelo donde habitamos, del entorno en el que vivimos. La condición humana ha ido variando con los tiempos y los contextos por y a causa del hombre y su fuerza de trabajo. La constante explotación del medio ambiente ha cambiado el curso de la naturaleza drásticamente: el clima ha perdido su lógica, las catástrofes naturales son cada vez más frecuentes, los ríos atrapados bajo las grandes ciudades se liberan cada vez con mayor fuerza, el aire luce una contaminación inimaginable en el pasado, el agua potable se reduce drásticamente. Y todo fue producto del ser humano, de sus herramientas y su producción sobre la tierra.

La condición humana y las condiciones biológicas a las que hemos de adaptarnos, pertenecen ahora a un medio ambiente hóstil, que cada vez con mayor fuerza nos rechaza, y que ha sido una constante mutación del trabajo del hombre a través de los miles de años que ha habitado la tierra, y continuará siéndolo mientras sigamos empecinados en maltratar y explotar un mundo que nos vio crecer, que nos condiciona y que parece muy cerca del colapso en un futuro no muy lejano.

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