INNOVACIÓN EN LA TRANSMISIÓN DEL CONOCIMIENTO.

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El hecho de que grandes mentes se formarán en universidades, no los hacía totalmente partícipes ni partidarios de la manera en que el conocimiento era transmitido, por el contrario, refutaron este sistema, y con la formulación de nuevas preguntas y debatiendo en lugares que no era propiamente las universidades, nacio el movimiento humanista. El movimiento humanista innova la institucionalización del conocimiento, reformando su manera de funcionar y creando más y nuevas instituciones al servicio de este. Aunque algunos de los personajes más creativos se formaron fuera de universidades, hubo un puñado que sí lo hizo, y su conocimiento acerca de la manera de operar de esas fue vital para innovar las instituciones. De estos últimos, les agradaba comparar ideas con otras, refutar conocimientos existentes y formular unos nuevos, todo esto no precisamente en el ambiente de las universidades, sino en algo nuevo y totalmente diferente llamado la academia. De manera mucho más informal que una facultad universitaria, la academia representó una forma social ideal para indagar los procesos de innovación. Con ello la aparición del debate. Los humanistas con una mente más emprendedora y con círculos abiertos, en sus trabajos y con condiciones hacia sus mecenas, apeláron al apoyo de estos para llevar a cabo sus ideas, llevando así a la creación de nuevas instituciones para el conocimiento, como: Casas enfocadas en diferentes disciplinas, museos, observatorios, laboratorios, salas de ensayo. Estas nuevas instituciones fueron en gran medida implementadas por universidades ya existentes, pero también llevó a la creación de nuevas universidades más liberales a la tradición. La intervención o más bien innovación a las instituciones del conocimiento, llevaron a que cambiaran sus currículos extraoficiales, y no tanto las normativas oficiales.

La tradición de algo como el conocimiento y más de su transmisión, no se puede mantener centralizada hacia los intereses de unos pocos. El atesoramiento del saber o crear riquezas intelectuales sin que estas continúan formulando problemas y preguntas, y produciendo respuestas, es algo inútil en un mundo lleno de mentes curiosas.

La tradición oral con los oficios no considerados disciplinas serias, siempre será una inspiración a no atarse a las instituciones que brindan el conocimiento.

Bibliografía

Burke, P. (2000). A social history of knowledge: Peter Burke. Cambridge: Polity Press.