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Que es La Modernidad y su introduccion

Enviado por   •  18 de Octubre de 2018  •  2.805 Palabras (12 Páginas)  •  288 Visitas

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Dentro de este contexto, el hombre ya no está predeterminado por la condición de su nacimiento, es decir, su destino está en sus manos y puede modificar su posición en la sociedad en función a su virtud, a sus acciones y a su actitud emprendedora.

Luego del derrumbe del universo jerárquico de la metafísica clásica, la acción del sujeto donde se sustenta todo orden teórico, moral y político, es el ámbito práctico que supone concebir al sujeto como cogito y como voluntad libre, esto lleva a una distinción entre el ser y el deber ser, donde el hombre se encuentra afectado por un dualismo sujeto/objeto.

En el interior de este hombre moderno, surgen sentimientos encontrados ante esta nueva realidad que lo enfrenta: por un lado la incertidumbre, la inseguridad y el desamparo de un mundo diferente al medieval, lleno de cambios; por el otro, el regocijo de la libertad, la posibilidad de transformar y dirigir el rumbo de su vida. A partir del Renacimiento se unifica las concepciones políticas; nace el iusnaturalismo donde supone un nuevo orden de lo racional y lo natural.

El pensamiento moderno plantea un gran paso hacia la emancipación del hombre, hacia la mayoría de edad. El hombre comenzó a ejercer dominio sobre la naturaleza, en pos de poner fin a la mayoría de las amenazas que lo rodeaban anteriormente, tales como la indigencia, la enfermedad, la escasez, etc.

En el ámbito economía aparece el mercantilismo: la riqueza era representada por los metales preciosos. Se busca la exportación de manufacturas y se imponen altos aranceles aduaneros con el fin de restringir las importaciones, como medida proteccionista de la industria nacional. Surgen dos conceptos, la economía política como forma de regular la oferta y la demanda operando bajo la figura de un estado protector, donde comienza a imponerse un criterio de justicia basado en una economía libre de interferencia política.

La organización política fundamental en la modernidad es el absolutismo monárquico, el soberano, el poder absoluto.

En la modernidad, la razón busca convertirse en el fundamento último de la verdad, es por eso que consideramos como primer filósofo moderno a René Descartes ya que dudó de las verdades establecidas y encontró en la razón la fuente del conocimiento.

La ilustración y el Enciclopedismo (movimiento filosófico y pedagógico expresado a través de la Enciclopedia, cuyos mayores exponentes son Voltaire, Montesquieu, Diderot y Rousseau) son la cumbre de esta época. El proyecto de la modernidad es el de habitar racionalmente al mundo, es decir, colocar la razón como fundamento del conocimiento y la acción. Sólo en un mundo donde impera la razón, el hombre puede ser libre. Cada hombre es libre en tanto es capaz de pensar y actuar según principios racionales. El sujeto racional es el eje a partir del cual se organiza el saber. Se manifiesta una supremacía del sujeto frente a la naturaleza y existe una separación de los distintos ámbitos de la cultura, ciencia, ética, arte, cada uno con su objeto propio. La modernidad critica a los dogmatismos, a la religión, a las acciones racionales.

En la ilustración el hombre es el escultor de su propia historia, se libera de los dogmas, de las creencias religiosas, se independiza. Aparece una figura arquetípica del hombre universal, unificador y abstracto, un hombre autónomo y libre. La ilustración plantea una asociación entre hombre e igualdad: todos los hombres son iguales ante la ley, existe un orden jurídico democrático e igualitario. Tanto el concepto de individualidad como el de universalidad son elementos centrales en la ilustración. Esta individualidad es diferente al concepto de individualismo egocéntrico contemporáneo, en cambio, en el individualismo moderno se postula la libertad, la autoconciencia y la crítica. El concepto de universalidad está referido a la construcción de un modelo ideal de igualdad de los seres humanos por encima de las diferencias particulares.

En la sociedad ilustrada surgen cláusulas de un acuerdo tácito dentro de un mundo jurídico/político en el que el contacto interpersonal queda excluido, se trata de un pacto o contrato social, donde sin él no hay vida común bajo una sociedad soberana. Al pactar, los individuos aceptan que alguien pueda ejercer la función de representante, concibiendo al Estado como un individuo ético y pragmático. Esta figura es la instancia para que el hombre se sienta protegido por una autoridad y de esta manera alcanzar su felicidad.

Se observa en esta época una mirada optimista de la historia, se está marchando hacia un futuro mejor. La historia es progreso y esta idea de progreso es el sustrato, el motor de la historia. La historia es la historia del progreso del hombre ya que es este quien la moldea, quien sueña, quien proyecta. El hombre ilustrado aborrece el pasado, las tradiciones, lo establecido. La historia está por hacerse, el futuro está por concretarse.

Con respecto a la relación del hombre con la naturaleza, el hombre ilustrado se desencanta de la naturaleza y se libera de la superstición, pero también se libera al hombre para que la trasforme, para que la abarque y la consuma. La ciencia no es posible si no se ha eliminado el misterio de la naturaleza y entonces esta se convierte en un mero objeto de estudio y transformación. Ambos elementos adquieren un carácter netamente gnoseológico: el sujeto se construye como lugar de la verdad y la naturaleza es puesta como objeto de conocimiento. La racionalización total crea una pérdida de la cultura de las raíces, una pérdida de la identidad.

En la posmodernidad se muestra el fin de ideas ilustradas como el sentido lineal de la historia, los grandes relatos unificadores y los grandes dispositivos ideológicos. El fin del sentido lineal de la historia se ve, por ejemplo, en la metáfora del ángel de la historia de Walter Benjamin, que nos muestra que ésta es una única catástrofe, que acumula ruina sobre ruina. Lo que llamamos progreso es una tempestad que arrastra todo hacia el futuro mientras el cúmulo de ruinas sigue creciendo, así la sociedad ha construido una ilusión de progreso. El fin de los grandes relatos unificadores se ve, por ejemplo, en “La condición posmoderna” de Jean-François Lyotard, en donde se critica a los grandes relatos: idealista, iluminista, el cristiano, el marxista y el liberal, que han sido incapaces de conducir a la humanidad a la liberación. La posmodernidad se caracteriza por la incredulidad con respecto a los metarrelatos, carentes de valor práctico.

La posmodernidad es el momento de vacío respecto a aquellas sustantividades que articularon la modernidad. El concepto

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