Verdad y método “Comprensión de la pregunta”

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En este punto se puede dar por hecho que preguntar es mucho más fácil que responder, ya que hacer pregunta requiere de una respuesta de la cual se pueda o no tener conocimiento, desgraciadamente llegado ese punto muchas veces se tiende a optar por la posición de la pregunta, volviéndose una aberración cuando se fracasa de una manera atroz. Como se menciona en los diálogos platónicos “La distinción critica entre el habla autentica y el habla inauténtica. El que en el hablar solo busca tener razón, no darse cuenta de cómo son las cosas, considerara lógicamente que es más fácil preguntar que dar respuestas (…) Para poder preguntar hay que querer saber, esto es, saber que no sabe”4 sin una necesidad real de preguntar, si un motivo valido para establecer una pregunta, solo se puede obtener algo sin sentido, sin lógica, sin vida.

Por ahora hemos visto que no se puede tener experiencias, sin antes haber preguntado, que para que una pregunta exista, esta debe haber hecho una ruptura sobre algún ente ya establecido, y que una pregunta que solo se pregunte, si antes haber aceptado que no se sabe o que no posee alguna necesidad de conocimiento es incapaz de ser exitosa, solo un burdo intento de evitar una encrucijada con el desconocimiento.

“Preguntar quiere decir abrir. La apertura de la preguntando consiste en que no está fijada la respuesta. Lo preguntado queda en el aire respecto a cualquier sentencia decisoria y confirmatoria”5 convirtiéndose en una pregunta abierta.

El preguntar es quitar el velo que no deja descubrir al ente como tal, es dejarlo al descubierto, cuestionarlo, juzgarlo, criticarlo, dejarlo en un equilibrio del pro y el contra.

La pregunta también necesita de una apertura, siendo esta tan necesaria que la inexistencia de esta haría que la pregunta carezca de un sentido real ya que esta puede marcar un horizonte dentro de la pregunta. Sin embargo esto también puede convertirse en un limitador.

Bibliografía: GADAMER, Hans- Georg. Verdad y método. Ed. Sígueme, Salamanca, 1999