A enseñanza de la historia de forma tradicional se debe dejar atrás y permitir que nuestros alumnos construyan su propia identidad, desarrollen un pensamiento crítico que les permita decidir quienes quieren ser y como les gustaría que fuera su futuro
Enviado por karlo • 4 de Abril de 2018 • 1.308 Palabras (6 Páginas) • 547 Visitas
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Los cambios de la práctica deben ir acompañados por cambios en los contenidos de la formación docente.
¿Para qué y qué enseñar de historia hoy?
Los documentos curriculares elaborados por los gobiernos de todos los países del mundo ponen el énfasis en la construcción de la identidad nacional.
La formación de los docentes debería de centrarse en el estudio de lo que es Historia y el contenido de temas históricos, es decir el estudio de hechos y procesos de los cuales no se sabe cómo o porque han sido construidos. Los docentes deben de tener la capacidad de tomar decisiones sobre los contenidos históricos escolares de manera eficaz en vez de solo abordarlos a partir del conocimiento factual de determinados hechos, periodos o procesos.
Según Fontana dice “que la historia ha de orientarse a la reflexión sobre los problemas de nuestro tiempo” (2011).
El desarrollo del pensamiento histórico en los alumnos es uno de los principales propósitos en la enseñanza y el aprendizaje de la historia, pero esto solo se puede lograr si los docentes piensan históricamente y tiene la capacidad de diseñar situaciones de aprendizaje centradas en problemas y estrategias que impliquen la resolución de este a partir de formulación de preguntas o hipótesis, manejo de diferentes fuentes de información y creación de textos narrativos.
Se definen el pensamiento histórico como “un instrumento intelectual de alto nivel pudiendo permitir al futuro adulto encontrarse mejor en la constante decodificación de las noticias y las cuestiones sociales, económicas y políticas del presente y actuar así de manera más lucida como ciudadano en la sociedad democrática a la que pertenece” (Martineau, 1999; Wineburg, 2001; Stearns et al 2000)
La nueva sociedad de la información requiere personas que innoven sobre la enseñanza de la historia, personas que sepan utilizar las tecnologías de la información y debe de tener muy claro que un buen aprendizaje de la historia no solo permite saber cosas del pasado y el presente, sino que también ha de permitir saber cómo el conocimiento del pasado poder ser utilizado para comprender los hechos del presente.
Levstik y Barton (2001) dicen que la historia nos debería de ayudar a pensar quienes somos y de dónde venimos y a dibujar futuros posibles.
En conclusión, la historia debe de ser enseñada de una forma innovadora en la cual a nuestros alumnos les ayude a desarrollar sus habilidades intelectuales y las nociones propias de la asignatura, deben permitir la comprensión y explicación de las interrogantes que se les presente, analizando diferentes fuentes de información y encontrar o identificar la relación que tiene con los individuos, la sociedad y la naturaleza, ya que durante mucho tiempo la enseñanza de la historia en la educación tenía como propósito principal la transmisión de datos, la repetición de nombres de los personajes más destacados, la memorización de fechas y lugares. Con ellos se propiciaba principalmente un aprendizaje memorístico, esto quiere decir que a los niños y adolescentes no se les enseñaba a pensar históricamente.
Para que todo esto sea una realidad se necesita principalmente de cambios en la enseñanza de la formación docente acompañada de un cambio significativo en los planes y programas de historia.
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Bibliografía
- Fontana (2011).
- (Martineau, 1999; Wineburg, 2001; Stearns et al 2000)
- Levstik y Barton (2001)
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