AMÉRICA EL EDEN

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En el año 1468 se produce una unión personal entre las coronas de Castilla y Aragón. Dicha unión sumada al fin de la reconquista por el territorio ibero produjo, debido a la influencia religiosa, una fuga de capital por la expulsión de amplios sectores económicos. A esta desafortunada situación se le añade la posesión por parte del imperio otomano del territorio de Constantinopla, que era la principal ruta comercial entre Asia y Europa. Desde su conquista en 1453 el Imperio negó el tránsito de mercaderes cristianos, esto acarreaba una problemática de importancia para Europa pues por lo explicado anteriormente, los europeos necesitaban los productos importados de Asia. Todo esto hizo necesario la búsqueda de nuevas rutas comerciales, y esta búsqueda, llevo a la corona española a autorizar la expedición de Cristóbal Colon que llevo al descubrimiento de América.

Tal vez al principio no lo sabían, pero la verdad es que este hallazgo cambiaria al mundo, y sobre todo, al mundo europeo en magnitudes inimaginables, ampliando la capacidad comercial, el territorio y la influencia en una medida tal que los países europeos jamás habían tenido. América fue la gran reserva de las que fueron potencias coloniales: Gran Bretaña, Francia, Portugal y España son los países más significativos y beneficiados de la conquista y colonización del nuevo continente.

Ahora bien, La incorporación del Nuevo Mundo al sistema económico y social europeos acarreó transformaciones importantes en estos campos en la propia Europa. El abate Raynal afirmaba que el descubrimiento de América y el paso a la India a través del cabo de Buena Esperanza dieron origen a una revolución en el comercio y en el poderío de las naciones y en las costumbres, industria y gobierno del mundo en general. Durante este periodo se establecieron nuevas conexiones con las más distantes regiones, entre las cuales no se había experimentado antes el intercambio de productos. El descubrimiento de América desde los postulados de Adam Smith y de Marx estuvo íntimamente asociado con el auge del capitalismo europeo, porque el Nuevo Mundo fue transformando gradualmente la vida económica de Europa.

América permitió a la burguesía europea en su conjunto, dar un salto progresivo en las empresas bancarias y manufactureras. El descubrimiento del Nuevo Mundo posibilitó el avance industrial, socavó las bases estructurales del feudalismo y contribuyó, en una medida no debidamente apreciada todavía por los historiadores europeos, al desarrollo del capitalismo moderno. Es interesante anotar que el auge manufacturero, producido por la colonización de las nuevas zonas geográficas, fue promovido por los intereses comerciales. Aunque el comercio es una actividad secundaria, que no engendra riquezas, sus intereses inmediatos condujeron al descubrimiento y la colonización de regiones que jugaron un papel decisivo en el auge de la manufactura y el posterior advenimiento de la revolución industrial.

Los descubrimientos del siglo XV dieron origen a la formación del mercado mundial capitalista, inaugurando una nueva etapa en la historia. El mercado mundial quebró el particularismo cerrado de las ciudades medievales. Los torrentes de oro y plata indianos liquidaron definitivamente la economía natural que aún subsistía en gran parte de la Europa feudal. Los talleres artesanales, insuficientes para atender la demanda de los nuevos mercados, fueron reemplazados por la industria manufacturera, financiada por la propia burguesía comercial y bancaria, que así cambiaba su carácter histórico.

Según P. Chaunu constata que entre 1500 y 1650 llagaron a Europa oficialmente desde América alrededor de 181 ton. De oro y 16.000 ton. De plata. La llegada masiva de plata elevo los precios del oro y capacito a los europeos para adquirir los tan ansiados productos de lujo orientales. La excesiva cantidad de plata provoco una revolución de los precios en Europa que acrecentó los beneficios de los comerciantes y fabricantes, ya que los precios se colocaron por delante de los costes y salarios y, por consiguiente, estimularon la formación de capital y el crecimiento industrial. Esta situación inflacionista provocó un rápido cambio social, a causa de algunos grupos influyentes de la sociedad que vivían de ingresos relativamente fijos, rentas, y que se encontraron en una situación de desventaja.

La Revolución de los precios se reflejó en:

- Un exceso de protagonismo del crédito y hambre de mercancías que ocasionó una subida de precios.

- La abundancia, real o creída, del metal precioso en plaza abarató el dinero, sobre todo psicológicamente, elevando con ello el valor del trabajo y de la mercancía

- Al mismo tiempo, la necesidad de numerario en momentos muy concretos elevó, los tipos de interés del crédito.

Algunos autores incluso se atreven a tomar la necesidad de oro y plata, como la máxima razón aun por encima del problema turco, de los viajes en busca de nuevas tierras por los europeos, razón algo justificada por lo expuesto anteriormente que nos da a entender, que aunque las rutas eran de suma importancia, daría igual tenerlas si no se podía pagar a los Asiáticos por la mercancía.

El descubrimiento de América se debió a la sed de oro que anteriormente había lanzado a los portugueses al África, porque la industria europea enormemente desarrollada en los siglos XIV y XV, y el comercio, correspondiente, reclamaban más medios de cambio que los que podía proveer. Alemania, la gran productora de plata de 1450 a 1550.

(Engels, 1890, como se cito en España antes y después de la conquista de América, 1969, p. 11).

La estimulación que tuvo Europa a causa de este descubrimiento la transformo de un grupo de naciones con industrias de magnitudes muy reducidas y grandes dependencias con respecto a la relación Producción-Importación a un verdadero centro de capital y riquezas, floreciente industria y naciones grandes e importantes a nivel global que tomarían papeles en la mayor parte de los asuntos internacionales desde este momento, hasta nuestros días.

Europa no siempre fue tan importante como lo es ahora, durante el siglo XIV y parte del XV esta se encontraba en una situación desesperante, con una sociedad regida por las leyes de la edad media, una economía principalmente agregaría muy fluctuante y altamente trabajosa, sumado a un estado de guerra continuo con plagas extremadamente desmoralizantes al igual que desimantes y aterradoras. Antes de 1492 el futuro de las naciones del viejo mundo era incierto, España aunque sufrió mucho la invasión