Acumulación de capital en la economía mexicana

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dejando un gran problema de desempleo, abriendo así una nueva forma de auto empleo y de empleos vulnerables. En una macroeconomía estándar, el valor del producto que se genera con la fuerza de trabajo corresponde con la cantidad de dinero en circulación, siendo éste un mecanismo de acceso a los recursos monetarios que cubren las necesidades del trabajador.

Pero en la actualidad esta macroeconomía estándar ya no está encontrando cabida. Ya se busca asegurar para el capital una tasa de ganancia y la inversión. La economía keynesiana cayó en crisis ante los nuevos cambios del capitalismo, bajo las políticas de inversión extranjera que tendría que rebasar los marcos de los estados nacionales. Dando paso al neoliberalismo, con una apertura total del comercio y la libre flotación de las monedas que requerían los capitales en expansión. Esta nueva forma económica inclina la balanza hacia las fuerzas dominantes del mercado como las grandes empresas y la banca internacional.

En este punto ya solo podemos observar los posibles límites de esta revolución económica, como los limites ambientales y los políticos sociales por los estragos que causa en la sociedad. Pero la globalización en una manera muy egoísta, son acuerdos económicos interestatales de los países más poderosos, materializados en políticas de liberación financiera. Creando un nuevo ordenamiento del poder capitalista.

El desplazamiento del trabajo asalariado también debe quedar reflejado en la composición orgánica del capital por la nueva tecnología, plasmada en los equipos y maquinaria moderna, desplazándolos al ejercito industrial de reserva.

Por tanto, la globalización hace desaparecer virtualmente la soberanía nacional del Estado en materia económica. Creando fronteras para los pueblos y libre acceso para los mercados. Esto puede ser visto también desde la enorme brecha entre clases que, a su vez, amenaza la clase media mundial, en donde cada país se preocupa menos en los servicios básicos de su población y por ende en su calidad de vida.

Las naciones endeudadas se enfrentan ahora a crisis fiscales, los cuales se han visto obligados a imponer programas emergentes de austeridad, recortando incluso servicios tan básicos como la atención sanitaria. Como consecuencia obtenemos una caída en la demanda general, así mismo, una economía deprimida y con un enorme problema de desempleo.

La combinación de la trampa de la liquidez y el exceso de deuda pendiente nos hace caer en la duda. La paradoja del ahorro nos lleva a la paradoja de la flexibilidad, la cual se defiende que en lo que en verdad necesitamos es una mayor flexibilidad del mercado de trabajo y un mayor gasto del gobierno.

Según Claudio Katz en La actualidad de la teoría objetiva del valor; “La teoría marxista del valor plantea una caracterización del funcionamiento y de la crisis del capitalismo a partir de una interpretación de la explotación y de una ley de formación de los precios. Postula que el trabajo abstracto es la sustancia del valor y analiza la forma del valor a través de una crítica del fetichismo de la mercancía y el dinero. Indaga cómo los cambios en primer lugar en la productividad y en segundo término en las necesidades sociales modifican el tiempo socialmente necesario para la producción de las mercancías y puntualiza de qué forma impactan estos cambios en el proceso de valorización. También esclarece porqué la asignación mercantil de los recursos crea un marco de desequilibrios acumulativos que desembocan en las crisis periódicas.

Pero gracias a la cultura y economía con la que se vive en la actualidad, se siguen consumiendo marcas, aunque muchas veces no se alcance el presupuesto, es aquí donde entran los créditos y el endeudamiento y se le da el paso al monopolismo.

Conclusión.

La polarización que presupone la relación capitalista no solo viene de la política y el trabajo sino también, de la violencia de la historia. Pasando por conquistas y revoluciones que solo han encaminado al capitalismo actual al lugar en donde está. En este modo de producción, los grandes grupos de empresarios usan el poder del Estado para regular su alcance, prolongando la jornada laboral, del tiempo de trabajo excedente, y así mantener al trabajador con esa dependencia.

La globalización es la expansión de las empresas capitalistas y la intensificación del poder económico, dominada por las grandes transnacionales y los mercados financieros, con el objetivo de maximizar beneficios. Cada gobierno busca pertenecer a estas relaciones monetarias, para así tener una mayor presencia a nivel mundial, pero a costa de hundir su economía