Algunas reflexiones sobre la Arquelogía

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extremidades inferiores se encontró una cesta de textilería fabricada con cañas (Fig. 3) conteniendo gran cantidad de husos de madera decorados, separadores tallados, dos piruros y una aguja de metal, tiza, una semilla de guanábana y la pequeña representación de un ave elaborada de textil anudado. Asimismo es resaltante el hallazgo de un anzuelo de metal de considerables dimensiones en el interior de la cesta. (Fig. 4)

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Figura 2. Piruro de metal dentro de la boca del IG-118

IG-121

Este individuo fue encontrado con cinco vasijas de cerámica, seis mates (Lagenaria sp.), una concha de Spondylus sp. sostenida en cada mano, abundantes cuentas a modo de brazaletes, un piruro de piedra de dos colores dentro de su boca, y también otro posible marcador de tumba, en este caso una vara de madera que surgía delante de sus extremidades inferiores y se proyectaba por encima del cráneo. Un hecho notable es que entre sus

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Figura 3. Cesta de textilería entre las extremidades inferiores del IG-121

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Figura 4. Anzuelo de metal asociado al IG-

121

IG-130

Estuvo enterrado con siete vasijas de cerámica, tres mates (Lagenaria sp.), una concha de Spondylus sp. sostenida entre sus manos a la altura de su pelvis, y justo debajo una gran cantidad de husos y separadores de madera, idénticos a los asociados al IG-121.

IG-131

Se encontró asociado a cinco vasijas de cerámica, dos mates (Lagenaria sp.), y una concha de Spondylus sp. sostenida entre sus manos. Además, se encontraron dos anillos de metal, uno en cada dedo medio, y dos piruros también de metal; uno dentro de su boca y otro a la altura del tórax, aparte de gran cantidad de cuentas a modo de

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brazaletes. Como en el caso del IG-121, este individuo presentó una cesta de textilería fabricada con cañas entre sus extremidades inferiores, la cual presentó gran cantidad de husos y separadores, dos piruros de piedra, una peineta, una lámina de hueso y un bloque de madera.

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Figura 5. Anillo de metal y cuentas prehispánicas asociadas al IG-131

3. Discusión

Tal como hemos expuesto, tendríamos claramente cuatro entierros de individuos asociados a la textilería que fueron dispuestos para la muerte acompañados de sus herramientas de trabajo. Y, de acuerdo con el primer paradigma esbozado al inicio de este artículo, entenderíamos que gozaban de cierto status o protagonismo social, sin llegar a ser tal vez parte de la élite gobernante, pero cabiendo la posibilidad de estar legitimando con su inhumación cierto sistema oficial de creencias. Sin embargo, se han presentado algunos datos que generarían incongruencias con la hipótesis que acabamos de postular. Para empezar, si bien los tres entierros mencionados permitirían inferir el oficio de sus personajes, y si se asume que hubo un tratamiento especial y un patrón recurrente para los especialistas (Fraresso 2007, en Castillo y Rengifo 2008), ¿qué pasaría con los demás

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contextos que no presentan objetos que determinen una especialización laboral? Se podría suponer que el grupo social que los enterró tenía en mayor estima (o consideraban más importantes) a los artesanos textiles, que al resto de especialistas; o también que los otros individuos enterrados no poseían oficio alguno que les mereciera ser enterrados con sus herramientas. La primera de estas propuestas realmente no excluiría el hecho de que individualmente se pueda enterrar v.g., al orfebre con sus herramientas de trabajo, como efectivamente se da en otros contextos (Castillo 2005). La segunda propuesta es insostenible, pero aun así es perfectamente lógica desde la perspectiva bosquejada previamente. Por otro lado, se podría anotar, con igual o mayor validez, que los individuos no necesariamente fueron tejedores(as) en vida (Prieto 2014), salvando así el escollo interpretativo que genera la falta de representación mortuoria de otros oficios específicos en el área excavada, exceptuando, claro, el anzuelo de metal en el interior de la cesta de textilería del IG-121, que podría ser interpretado como una afición particular del supuesto tejedor por pescar en sus ratos libres, lo cual se distanciaría del necesario rigor oficial. Tampoco olvidemos que el IG-118 se encontró con un piruro dentro de la boca, y sin ningún otro objeto relacionado a la textilería, pudiendo tener dicho elemento un rol simbólico más que ser un mero reflejo de la actividad productiva (Gayoso 2007, Prieto 2014).

La mención de ese entierro, y su cantidad de vasijas cerámicas asociadas, nos lleva directamente al planteamiento sobre status o posición social. ¿Está mejor posicionado el que

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fue enterrado con mayor cantidad de vasijas, cuencos de mate, o conchas de

Spondylus sp.? Al evaluar comparativamente los cuatro entierros nos damos cuenta que los individuos con mayor cantidad de vasijas (IG-118 e IG-130), estaban asociados a menor cantidad de objetos de textilería que los individuos que tenían menos vasijas (IG-121 e IG-131), y que entre estos dos últimos, el IG-121 tenía mayor cantidad de elementos de textilería, aparte de tener una vara de madera como posible marcador de tumba, pero el IG-131 estaba asociado a más objetos de metal. Vemos que los criterios cuantitativos y estrechamente relacionados a la cerámica, no conducen necesariamente a una conclusión fehaciente sobre la diferenciación de status y que se convierte en una especie de concurso auspiciado por supuesto que quien tuvo más en vida fue enterrado con más para la muerte. La noción de status, si bien es estrechamente productiva en