CONSECUENCIAS DE LAS CONDICIONALIDADES DEL FMI Y EL MODELO ECONÓMICO DE LA PARIDAD UNO A UNO.
Enviado por tolero • 23 de Enero de 2018 • 12.046 Palabras (49 Páginas) • 626 Visitas
...
Así durante la reinstauración de la democracia la nación Argentina sufrió una inflación que observó una media anual del 346% en el periodo de 1983-92 y llegando al 1,344% en 1990. En julio de 1989, la inflación llegó al 200%, superando el 5,000% para el cierre de aquel año (ver cuadro 1). Los salarios reales cayeron a casi la mitad (el nivel más bajo en cincuenta años) y se produjeron diversos paros laborales. En medio de los disturbios el presidente Alfonsín renunció cinco meses antes de terminar su mandato y Carlos Menem, quien ya era presidente electo, tomó posesión.
En 1982 el stock adeudado al exterior ascendía a $ 43.634 millones. En 1989 ascendía a $ 63.314 millones, de los cuales, $ 58.397 millones (92,2%) correspondía al sector público y $ 4.917 millones (7,8%), al sector privado. Del total de la deuda externa, el stock que puede ser abarcado por el Plan Brady es de $32.000 millones, que están representados por la emisión de los siguientes títulos:
GRA (Acuerdo de refinanciamiento garantizado), surgieron de la refinanciación de deudas de empresas públicas y bancos oficiales, emisión de $ 25.200 millones; primer pago de amortización en mayo de 1994; último pago en mayo del 2006.
TCA (Términos del acuerdo crediticio), fueron otorgados a cambio de préstamos de plata nueva en 1983, 1985 y 1987; emisión de $ 5.100 millones: primer pago en octubre de 1992 y último pago en octubre de 1999.
Promissory Notes: surgieron de la refinanciación de deuda privada que tuvo seguro de cambio a comienzos de la década pasada, emisión por $ 6.000 millones; primer pago en mayo de 1994 y último pago en noviembre del 2006.
Se estableció un régimen de tipo de cambio único, que siguió siendo flotante, y se le devolvió al Banco Central el control de la oferta de dinero mediante una grave violación de los derechos de propiedad de los ahorristas, de signo tan regresivo como otras violaciones de los DPM. Jorge Ávila, economista reputado describió:
“El Plan Bonex consistió en un canje compulsivo de los depósitos bancarios a plazo fijo, y de algunos títulos públicos, por un bono en dólares que rendía una tasa de interés fija (Bonex 1989). El Banco Central canjeó en forma unilateral los depósitos indisponibles y especiales de los bancos comerciales por un monto equivalente de bonos en dólares. Por su parte, los bancos canjearon también unilateralmente los depósitos del público por bonos en dólares. (...) En contraste con la reforma de 1982, el objetivo del Plan Bonex no fue licuar el valor de los depósitos de la banca comercial en el Central sino alargar el plazo de esta deuda (...). El costo fue una grave pérdida de reputación del Estado argentino como pagador de sus obligaciones y una flagrante violación de contratos pactados libremente entre bancos y depositantes.”
Primero, la capitalización consiste en el encaje de títulos de la deuda como parte de pago de activos físicos. Esto es, ya no hay emisión monetaria para capitalizar deuda. Segundo, esas operaciones sirven para financiar la transferencia de empresas del sector público.
La gestión económica de Carlos Saúl Menem dentro del plan Brady prosiguió con la eliminación del control de cambios y la modificación de la política de encajes del gobierno previo. En tiempo record, luego de las negociaciones llevadas a cabo con la banca acreedora, Argentina logró el 7 de abril de 1992 el ingreso al plan Brady para la refinanciación de la deuda externa con una quita del 35% y un esquema global que le permitiría reducir sus compromisos con los bancos privados en $ 10.000 millones ($ 7.000 millones correspondientes a la quita y $ 3.000 a la conversión de deuda en capital a través de privatizaciones), con lo cual pasaría del nivel de $ 31.000 millones a $ 21.000 millones.
También pudo acordar el criterio de tasa fija para la mayor parte de la refinanciación con bonos a 30 años con intereses partiendo del 4% en el primer año para llegar al 6% anual y quedar fijos a partir del séptimo (siendo éstas las que regían a la fecha de los vencimientos impagos, cuando estaban holgadamente por encima de los niveles existentes en el momento del acuerdo).
Cuadro1. La hiperinflación de los 80´s.
[pic 2]
La principal reforma del gobierno al inicio de los años 90, inspirada y apoyada por las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs), estableció un tipo de cambio fijo entre el peso y el dólar estadounidense, que fue acompañado por un proceso de apertura comercial y privatizaciones de empresas estatales, entre otros.
Pero la simultánea eliminación de la protección comercial y la apreciación cambiaria acentuaron la pérdida de competitividad de la industria nacional.
Los resultados de la estabilización argentina fueron positivos en un principio (véase el cuadro 2), gracias al descenso de los tipos de interés se pudo observar un crecimiento considerable hasta 1998 (pese a la recesión de 1995 debida al efecto tequila derivado de la crisis mexicana de finales de 1994); fuerte desaceleración del índice de precios; recuperación de las exportaciones, aumento de la tasa de inversión, etc.
Cuadro 2. La inflación en el periodo 91-02.
[pic 3]
Aunque el crecimiento del PIB aumentó (de una variación negativa de 0,7% en 1980-90 a una tasa positiva de 4,7% en 1991-99, a pesar de las recesiones de 1995 y 1999) y se consiguió controlar la inflación (que se situó por debajo de 4% desde 1994 y de 1% desde 1996), la caída de los tipos de interés no eliminó el amplio diferencial con los tipos internacionales. Así, entre 1994 y 2000 el tipo internacional de referencia (LIBOR) rondó 5-6% mientras que el tipo de interés argentino (deflactado por la variación del tipo de cambio real) se situó entre 8 y 12%.
Además, a partir de los primeros años noventa, se procedió a una importante apertura financiera (y comercial) y a la privatización masiva de empresas estatales.
La apertura financiera fue virtualmente total a raíz de la adopción de la caja de conversión en 1991 y de la reducción consiguiente de las restricciones a la movilidad del capital: aumento de los depósitos y créditos en dólares, libre entrada de inversión directa y en cartera, eliminación de las barreras a la entrada de bancos extranjeros, libre emisión bancaria de títulos negociables en moneda extranjera, entrada, sin trabas, de capital extranjero en compañías de seguros y fondos de pensiones, etc.
Cuadro 3. Evolución
...