Delitos y delincuentes entre lo oficial y lo real. Cuba en los finales del XIX e inicios del XX
Enviado por Sandra75 • 18 de Septiembre de 2018 • 7.268 Palabras (30 Páginas) • 420 Visitas
...
1826 o el Reglamento de Esclavos de 1842 , por solo citar dos ejemplos.
Muchas veces esas regulaciones se hicieron extensivas a la población libre de color. Con el pretexto de haberse cometido algunos asesinatos en las noches y en los cuales se sospechaba había participación de negros, se les prohibió andar en ese horario sin farol o infringiendo los reglamentos, quedando sujetos a las multas y demás penas establecidas, para lo cual tampoco se marcó la distinción entre los pardos y morenos libres y los esclavos al momento de recibir los castigos; bajo ese argumento permanecieron todos, sin distinción de su condición, observados y vigilados cuidadosamente por el peligro que sus “bárbaras costumbres podían traer a la sociedad”, lo que provocó por parte de los primeros más de una reclamación al entender que se le estaba poniendo trabas a su libre circulación.
En 1870 se aprobaba en España la implantación de un Código Penal que, nueve años después, se hacía extensivo a las posesiones ultramarinas de Cuba y Puerto Rico ; a partir de su implantación y teniendo en cuenta que como documento reglamentario debía ser estrictamente cumplido su articulado, la población negra tendría un tratamiento legal similar al resto de la población en materia de delitos y penas imputables a estos. Sin embargo, desde la misma introducción realizada por la comisión creada para garantizar su implementación en la Isla quedó muy claro que la visión hacia el negro no variaría en absoluto, si bien se le otorgaba al esclavo la condición de ser humano era por una cuestión puramente legal; en el plano humano y la visión que sobre este pudiera proyectarse no concebía al esclavo, al negro de manera general, como un ser humano con virtudes y defectos, con sentimientos y necesidades, y cuando era visto como tal, solo era para culparlo de todas las malas actitudes y atribuirle las más negativas cualidades, lo cual conllevó no solo a la rigurosidad en los procesamientos, sino también al momento de la imposición de la justicia, dejándolo siempre en una situación de inferioridad, sin importar su condición de libre o esclavo.
La abolición de la esclavitud y los delitos finalizando el siglo XIX
Las teorías biológicas, fuertemente marcadas en Cuba por los preceptos lombrosianos del criminal nato, contribuyeron al objetivo de regular la vida de un importante grupo poblacional, contribuyendo así a las políticas del gobierno en cuanto al control de la población negra tras la abolición de la esclavitud y el peligro que podría acarrear de producirse un éxodo masivo hacia las ciudades de los antiguos patrocinados.
Coincidió el fin del patronato con el proceso de concentración de la industria azucarera, lo cual generó una disminución del número de ingenios para dar paso al central con mejoras en su funcionamiento y una mayor productividad. En 1887 concluía también la modalidad de emplear presidiarios en las labores del ingenio, actividad que, reiteradamente, había cubierto la demanda de fuerza de trabajo en esas instalaciones desde 1868 y costado la vida de cientos de penados, quienes bajo el pretexto de consideraciones higiénicas y la necesidad de disciplinarlos fueron llevados allí con pingües ganancias para los dueños de ingenios .
Muchas de las restricciones legales originadas para controlar a la población esclava al instaurarse el patronato se mantuvieron después de 1886, los antiguos patrocinados quedaron sujetos a las leyes y reglamentos establecidos que permitieran acreditar su situación de contratados, esa condición era obligatoria y para regularlo cada tres meses, y por un período de cuatro años, debían presentarse ante la autoridad municipal para demostrar que estaba empleado, de no ser así sería catalogado como vago y destinado a servir en las obras públicas.
Por otra parte la emigración de los antiguos esclavos fuera de las plantaciones no siempre fue masiva, en muchos casos donde la unidad productiva a la que habían pertenecido no desapareció prefirieron quedarse allí, garantizando un trabajo y la subsistencia que proporcionaba el poder contar con un conuco para mantenerse él y mantener a sus familiares. Imilcy Balboa apunta que si bien resulta difícil establecer una cantidad exacta de los antiguos patrocinados que emigraron a las ciudades, pues de la documentación oficial despareció los clasificados con esa condición, de manera general el éxodo a las ciudades fue lento y, al menos para los años próximos a producirse la abolición del Patronato, según informes de los Gobernadores Provinciales la tónica general apuntaba la dedicación al trabajo de los antiguos libertos en las fincas donde residían antaño.
Pero no todos actuaron de igual forma, no solo porque preferían huir del lugar donde habían estado esclavizados intentando borrar un mal recuerdo, o incentivados por la posibilidad de reunir dinero más rápidamente, sino también porque hubo ingenios que desaparecieron.
Según Rebecca J. Scott los que decidieron alejarse de las plantaciones generalmente se incorporaron a cuadrillas de trabajadores, se emplearon como asalariados del trabajo agrícola o emigraron hacia las ciudades, las montañas o las tierras más desposeídas de Oriente en busca de un pequeño espacio donde establecerse.
La propia autora apunta que la magnitud del fenómeno migratorio de los antiguos esclavos parece haber sido reducida, y que para el caso particular de La Habana representó solo un crecimiento del 19% entre 1887 y 1899, cifra que podría considerarse poco significativa en circunstancias normales; sin embargo, si se tienen en cuenta fenómenos que en años posteriores dinamizarían la sociedad y alterarían el acontecer cotidiano, entre ellos la llegada de la guerra a la región, las consecuencias generadas de la Política de Reconcentración implementada por Valeriano Weyler o el establecimiento de un bloqueo naval en el año 1898, todo lo cual llevó aparejado procesos migratorios internos hacia la capital, ese por ciento tiende a incrementarse y cobra relevancia .
Aunque durante los años que estuvo instaurada la Ley de Patronato se fueron creando progresivamente los mecanismos coercitivos que favorecieran el tránsito del trabajo esclavo al trabajo libre, la idea de crear una predisposición entre el resto de la población hacia los negros, difundiendo su incapacidad y la persistencia entre ellos de costumbres bárbaras y ancestrales, favorecería su marginación y la inculpación de una buena parte de los problemas sociales que afrontaba la sociedad, entre los cuales la condición de delincuentes desempeñaría un rol significativo.
Era común culparles o presentarlos como los más propensos al comportamiento delictivo y violento y de ciertos “vicios”
...