Ensayo crítico a los gobiernos de Ramón Castilla

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Ramón Castilla en su gobierno se preocupó en modernizar la flota naval y dotar del poderío militar correspondiente a la marinería peruana. Al saber que en Chile se seguía imponiendo la “doctrina Portales”, Castilla aplicaba la suya: “Si Chile compra un barco, el Perú debe comprar dos”. Por eso, adquirió la fragata “Mercedes”, los bergantines “Gamarra” y “Guisse”, dos goletas y un transporte. En julio de 1847, llegó el primer buque de guerra a vapor a Sudamérica: el “Rímac”. Luego, se agregó la fragata “Amazonas”. Se instaló el primer apostadero naval (Paita) y se construyó en Bellavista una fundidora de armas.

En este periodo Ramón Castilla formuló el primer presupuesto de la nación, se llegaron a fijar los ingresos en S/.4 191 000; los egresos, en S/. 5 963 361. Fue, a todas luces, un presupuesto deficitario, porque los egresos superaban a los ingresos; pero lo resaltante es que era la primera vez que se calculaban ambos rubros y de manera oportuna. Además se debe recalcar que los presupuestos de su primer gobierno, Castilla le dio prioridad al pago de militares y burócratas civiles y la construcción de obras públicas.

Asimismo se dio la primera reforma educativa, se fundó el Archivo General de la Nación y se instaló el alumbrado en Lima tendiendo una red de lamparines que utilizaban el gas como combustible.

Segundo Gobierno de Ramón Castilla (1855-1862)

Ramón Castilla y Marquesado fue nombrado por el 14 de julio de 1855 por la Convención Nacional, como gobernador provisorio, durante este periodo La Convención reemplazó la “Constitución de 1839” por una nueva constitución que establecía el sufragio directo para todos los que supieran leer y escribir entre otros. Posteriormente se dio la rebelión del General Vivanco en Arequipa, procediéndose la disolución del Congreso por las fuerzas armadas. Después del triunfo sobre Vivanco, Castilla convocó a elecciones para un nuevo Congreso y la elección de Presidente, saliendo así triunfador ante su opositor el General Medina. Y el Congreso lo proclamó Presidente Constitucional en Octubre de 1858.

Un año antes de ser elegido presidente por segunda vez Castilla encabezó una revolución liberal contra Echenique, firmó un decreto donde se abolía el tributo a los indígenas, este tributo había sido implantado por los españoles durante la colonia, primero fue cobrado por los encomenderos y luego por los corregidores, de una manera muy abusiva.

Castilla ya en su periodo de gobierno además de la libertad dada a los esclavos negros y la abolición del tributo indígena, realizó otras obras como la Proclamación de la “Constitución Moderada de 1860”, donde se prohibía la reelección presidencial, el Congreso se dividió en dos cámaras de “Diputados” y “Senadores “esto duró hasta 1920.

El hecho más saltante de este periodo fue la guerra que enfrento contra el Ecuador, entre 1858 y 1860. Las causas que motivaron la guerra, partieron del hecho que Ecuador había estado cediendo territorio peruano a sus acreedores ingleses con el fin de pagar su deuda externa. En estas circunstancias el Perú recibió el apoyo de otros países como Colombia, Chile y EE.UU, firmándose el tratado de Mapasingue, donde se daba la anulación de las ventas de territorios dadas a los británicos por los ecuatorianos.

Una característica resaltante de Castilla fue que nunca se mantuvo al margen de los hechos que acontecían alrededor del Perú, siempre tuvo una posición frente a algún conflicto exterior. Por ejemplo, cuando el filibustero americano William Walker intervino en Nicaragua pretendiendo implantar una monarquía en 1856, Perú, México, Nueva Granada, Costa Rica y Guatemala firmaron en Washington un Tratado de Alianza y Confederación contra la agresión de cualquier país extraño. Castilla también alzó su voz de protesta contra el pedido del presidente ecuatoriano, García Moreno, de convertir el Ecuador en un protectorado francés o español. En simultáneo, México, era víctima de la intervención francesa, española e inglesa, en 1861, incluso Maximiliano de Austria sería proclamado emperador de ese país. La participación del Perú, consistirá en el envío de 5000 soldados a cargo de Nicolás Corpancho. En 1861, en Santo Domingo, el presidente someterá a su país al dominio español., sien embargo el gobierno peruano protestará ante tal suceso.

Castilla, fue uno de los pocos presidentes del siglo XIX que conoció la Amazonia, elevó a Loreto a la categoría de departamento con autonomía administrativa y económica. Además, consideró que era indispensable cuidar la selva peruana y su extensa frontera, es por ello que compró los buques “Putumayo”, “Pastaza”, “Morona” y “Napo”. Asimismo, con el objetivo de desarrollar el comercio en el oriente peruano, creó el puerto de Iquitos.

Otras de sus obras fue la declaración del Magisterio Nacional como carrera pública. Propició una política de unión, vínculos y acercamiento entre los países americanos; ante las pretensiones de las potencias europeas.

Además en 1852, se llevó a cabo el Primer Censo Republicano directo, de donde se conocerá que el número de habitantes en el Perú es de 2 475 728. El Colegio Guadalupe se convertirá en nacional Llegará a la ciudad de Lima, el alumbrado a gas, y se contará con el kerosén en 1856, introducido por Jhon Dockendorft.

Terminado su segundo periodo de gobierno, Castilla siguió interviniendo en la política, pero fue desterrado por los gobiernos de turno, primero a Europa y después a Chile. Por estar en este país no pudo intervenir en el Combate del 2 de Mayo, pero regresó al Perú el 17 de mayo de 1866. En Lima, rechazó ser nombrado para un alto cargo diplomático en Francia, se opuso a la dictadura de Mariano Ignacio Prado y nuevamente fue desterrado a Chile. En dicho país preparó una expedición para rebelarse contra el dictador e instaurar el imperio de la Constitución y las leyes. Se embarcó en la “Limeña” rumbo al Perú. Desembarcó en Tarapacá y se dirigió por tierra a Arica, donde se habían rebelado contra Prado y lo esperaban para que encabezara dicho movimiento. En los caminos desérticos de Tamarugal se enfermó, recayó en su asma, le atacó el soroche, tuvo fiebre alta y empezó a sufrir fuertes dolores, pero siguió al frente de su tropa hasta que dijo: Ya no puedo más, abrazó a su ayudante y cayó muerto junto a su caballo, en un lugar llamado Tiliviche (Tarapacá), el 30 de mayo de 1867. Su muerte conmovió a todo el país. Prado, en un gesto que lo enaltece, aceptó el acuerdo de su Congreso para que sus restos fueran traídos a Lima. El mismo Congreso