Escuelas del presente. Escuela y porvenir
Enviado por Sara • 8 de Octubre de 2018 • 4.514 Palabras (19 Páginas) • 396 Visitas
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La disciplina, el aula, las sanciones estaban al servicio de aquel que era considerado “a-lumno”, completamente maleable por las manos expertas de los maestros. El saber y el poder legitimaban y brindaban al maestro una investidura casi sacralizada. El también, como los padres antes, era ubicado en el lugar jerárquico. La escuela educaba y aportaba valores para la construcción del ciudadano del mañana, sujeto del derecho; entre los valores se destacaba la igualdad ante la ley. Esto constituía el “debe ser” del alumno. Ese “moldeado” requería pasar por etapas sucesivas (los grados) en una nación organizada donde las instituciones disciplinarias hacían sistemas entre si
En esa escuela moderna el alumno era pasivo y el saber de maestro considerado universal y atemporal, legitimado y sin cuestionamientos. La caída desde tal pedestal hace que los maestros se encuentren en una situación subjetiva en la que se sientan victimas de algo que no terminan, que no terminamos de entender.
Disciplina estática versus aprendizaje móvil
Las sociedades modernas estaban centradas en lugares y prácticas de disciplinamiento, es decir cuerpo, espacio y tiempo eran los ejes educativos de producción de una subjetividad estatal de las sociedades disciplinarias. El dispositivo disciplinario se concentra en un lugar fijo, el aula, donde los chicos están encerrados con el maestro durante un tiempo delimitado. Y fuera de la escuela se construye, además, otra subjetividad que resulta contrastante y a veces incluso incompatible con una educación que, por ejemplo, exagere el recurso del pizarrón o las modalidades que se fundan en la pasividad del aprendiente. El aparato fijo espaciaba y hacia coincidir dos lugares en un tiempo de encuentro. El celular nos desliga de la necesidad de un espacio fijo, se “pega” a nuestro cuerpo, nos permite movernos y nos aleja del entorno inmediato. El tiempo lineal está siendo crecientemente desplazado por el tiempo-instante,. Hoy debilitada la promesa solo lo que queda es la impaciencia. El tiempo-espacio compiten con la escuela de la instancia de formación y educación, siempre los jóvenes se han abandonado en sus pensamientos y fantasías que pueden ser mas placenteras y requerir menos esfuerzo elaborativo, pero en la actualidad esto esta reforzado por un bombardeo de solicitudes y favorecido por medios tecnológicos (como los celulares, etc.) que generan tentaciones al alcance de la mano.
Tensiones y conflictos
En la escuela del presente se observan algunas tendencias que entran en tensión y conflicto. Ante una corriente de la vida institución escolar que privilegia los lugares físicos y los saberes clásicos donde se resalta son los flujos, la modelación y la opinión. Veamos
En primer lugar, la tensión entre lugares y flujos.
En segundo lugar, la tensión entre actividad y pasividad.
En tercer lugar, lleva a una crisis valorativa pues al infinito transmisible por la escuela, que por contraste resulta pobre.
CAPITULO 1
REPRESENTACIONES SOBRE LA INFANCIA
- LA INFANCIA COMO CONCEPTO Y COMO REALIDAD
Según la observación de algunas personas la infancia puede entenderse como un periodo determinado de la vida de un niño o niña, mediante por un intervalo de edad.
0-18 como la infancia y adolescencia, los intervalos de edad que comprende la infancia indican las pautas, normas, hábitos socioculturales con los que se relacionan un concepto y dicho intervalo. También se entiende como una perspectiva demográfica, como el conjunto de población de un territorio dado, como el conjunto de características psicosociobiologicas.
La infancia resulta ser aquello que la gente dice o considera que es la infancia, una imagen colectivamente compartida, que va evolucionando históricamente. Una serie de asociaciones de ideas que configuran un conjunto de conocimientos lógicos, compartidos por la mayoría de miembros de esa comunidad; los psicólogos sociales, denominamos tal hecho representación social.
El concepto de infancia puede aludir a realidades distintas. Pero además no son realidades estables a lo largo de los años, han ido apareciendo ideas nuevas con respecto a las relaciones de niños y niñas, los seres humanos necesitamos organizar informaciones contrastables, datos, es decir, en otras palabras que precisamos indicadores de esa realidad.
El historiador Aries (1960) puso de manifiesto que la noción de infancia que hoy en día tenemos y que nos parece de una evidencia impresionante, que no ha ni existido a lo largo de la historia de la humanidad, recién emerge solo después de la revolución industrial. La idea por ejemplo, que el niño es un sujeto de derecho, al igual que todos los seres humanos.
Etimológicamente in-fancia viene del latín in-fale el que no habla, es decir, el bebe. Hasta que plantearon conceptos como uso de la razón, discernimiento, etc.
Las representaciones sociales que sobre la infancia tiene cada sociedad, pero también más básicos del contexto psicosocial, es decir, racional e interactivo, en que los niños viven y crecen en un contexto sociocultural más amplio. Cabe matizar que el contexto sociocultural en que se desenvuelven los niños está configurado no solo por elementos materiales, sino también por grandes conjuntos de elementos psicosociales (actitudes, representaciones, estereotipos, ideologías, valores, etc.) que los adultos de nuestra sociedad mantenemos hacia la población infantil.
Percepciones y atribuciones sociales, determinados prejuicios que condicionan nuestras interacciones con las niñas y niños, la existencia o inexistencia de apoyo social ante determinadas necesidades conflictos que afectan a conjuntos amplios de la población infantil.
Debemos tomar la distancia necesaria y la actitud abierta y critica suficiente para hacernos nuevas e incomodas pregunta que nos permitan comprender a niños y niñas de formas nuevas; y, en consecuencia, podamos imaginar nuevas maneras de relacionarnos con ellos y dar apoyo a sus procesos de desarrollo y socialización. En las sociedades contemporáneas existen como mínimo tres grandes espacios privilegiados para la construcción de imágenes sobre la infancia. Corresponden tres amplios campos de investigación que deben ampliarse para adquirir más conocimiento relevante sobre las representaciones que los adultos nos hacemos sobre la población infantil:
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