Hijo de la Tierra y el Sol, la serpiente Quetzalcóatl (“la serpiente emplumada” o “el Gemelo Amada”) era el dios de la vida y el viento. Era venerado como el dios de los sacerdotes y de la sabiduría
Enviado por Mikki • 30 de Junio de 2018 • 1.502 Palabras (7 Páginas) • 480 Visitas
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ITZAMNA
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Itzamna, soberano de los cielos y dios del día y la noche, es una de las divinidades mayas más importantes. No obstante, lo cierto es que su aspecto resultaba de lo menos impactante, ya que se solía retratar como un anciano desdentado de nariz ganchuda. Con sus poderes curativos, Itzamna ayudaba a la humanidad; además, los mayas lo creían el inventor de la escritura y las ceremonias rituales.
IXCHEL
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IXCHEL (Arco Iris), la mujer de Itzamna, era una anciana dotada de gran poder. Diosa del matrimonio, la adolescencia y la fertilidad, era también la protectora de los tejedores y poseía dotes adivinatorias. Las mujeres mayas solían acudir en peregrinaje hasta sus templos para orar.
LOS INCAS
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El imperio inca fue la más floreciente de todas la civilizaciones sudamericanas precolombinas que se establecieron en los Andes, se extendía al largo de la costa del pacífico, desde el actual Ecuador hasta el centro de Chile, incluido todo pero, y alcanzo su máximo apogeo en los siglos 15 y 16, los incas adoraban al dios del sol, aunque también poseían una gran cantidad de divinidades, como la de la tierra madre, la luna y otras muchas relacionadas con el clima, el agua, la fertilidad, las cosechas y el cielo, destacaron como expertos artesanos del oro y arquitectos, así como por la compleja red de caminos que idearon para unir las diferentes regiones de un imperio tan formidable como montañoso en 1532, con la llegada de los primeros conquistadores españoles, la civilización inca inicio un rápido declive hasta su fulminante desaparición.
DIOS LLOROSO
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Antes de que los incas creasen su imperio, existió una floreciente civilización en Tiahuanaco, Bolivia, que, al igual que los incas, veneraba al dios del sol, uno de sus más conocidos monumentos es la monumental puerta del sol construida en piedra, poco se sabe de esta civilización, aunque dos leyendas cuentan como sus primeros pobladores procedían de un lago o un manantial formado por las lagrimas del dios lloroso.
VIRACOCHA
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Viracocha, el creador supremo, creo el mundo y lo pobló de una raza de gigantes, cuando estos le desobedecieron, el dios creador los mato enviándoles una inundación, después de llevar las luz al mundo haciendo que el sol y la luna emergiesen del lago Titicaca, en Bolivia, creado a los hombres a partir del barro y los dejo en unas cuevas, que abandonaron para salir a la superficie, a continuación, dio forma al mundo creando las montañas, los ríos y el mar.
INTI
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Inti, el dios del sol, era la divinidad más importante de los incas, tras la creación, Inti envió a su hijo manco capac a la tierra para que reinase y enseñase a los hombres las artes de la civilacion, todos los reyes incaicos se consideraban descendientes del Manco Capac y , como tales, eran veneradas como divinidades, inti tenía en su honor un enorme templo del sol en Cuzco, pero, la capital de los incas, donde se conservaban los cuerpos momificados de los sucesivos reyes dl imperio, las paredes estaban recubiertas de oro, metal que los incas identificaban como el sudor de Inti, los eclipses se atribuían a la ira de dios.
MAMA KILYA
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Mama Kilya, la diosa de la luna, era la hermana y mujer de Inti, era, además, diosa de la fertilidad, testimonio de los votos de matrimonio y patrona de las mujeres, las diferentes fases lunares se asociaban con el paso del tiempo, los incas eran muy supersticiosos a propósito de los eclipses de luna, que atribuían al ataque que sufría la mama Kilya por parte de una enorme serpiente, así que durante el eclipse hacían ruido con el fin de espantar el monstruo.
PACHA MAMA
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Pacha Mama, la diosa de la tierra, gozaba de una gran popularidad entre los incas, superada tan solo por Inti, ya que se le consideraba como la creadora de toda forma de vida, cuando los incas llagaron por primera vez a Cuzco, se encontraron con los pulmones de una llama sobre la ciudad como símbolo de la diosa, por lo que, desde entonces, estos animales que solían ofrecer como sacrificio en su honor, también se le hacían ofrendas de hojas de coca para propiciar una abundante cosecha o traer buena suerte a una casa recién construida.
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