Historia del monumento de Santa Ana
Enviado por mondoro • 30 de Mayo de 2018 • 3.193 Palabras (13 Páginas) • 501 Visitas
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Celebrando como tal, fue el “CENTENARIO DE LA DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA”, a pesar de lo sucedido, este histórico pueblo sale inmensamente ganancioso; pues, la PRESIDENCIA DEL ESTADO TRUJILLO, para enaltecer la grandiosa efemérides, decreta la realización del CERTAMEN O CONCURSO para crear el “HIMNO DEL ESTADO TRUJILLO”, y que para clausurar los diversos actos se oficializa la composición ganadora Del Dr. Antonio José Pacheco y el Pbro. Esteban Rasquin, quienes son autores de letra y música respectivamente; Himno en cuyo CORO y específicamente en el cuarto verso “SANTA ANA” es clasificada ante la historia de este País, con la más hermosa y bella denominación, como lo es “EL AMOR” y la cual dice así “…Y SANTA ANA EN LA HISTORIA ES AMOR”.
Pasan los meses de julio y agosto de aquel año 1911 y se acerca el cambio climático que siempre empieza en la segunda quincena del mes de septiembre. Tomas Montilla, conocido por todos como el “GENERAL”, santanero enrolado en las filas combatientes de las huestes trujillanas, para permitir respaldos a los gobiernos guerreristas de la década de 1880, y que, al lado de otros santaneros, entre los cuales se encontraban los hermanos Marín, Don Sebastián Villegas Marín y el General Rafael Vicente Villegas, mas los Jefes: Dr. General Leopoldo Baptista y el Dr. General Rafael González Pacheco, entre otros, ejecutan valiosos combates donde se demuestra la bravura de los hombres trujillanos, principalmente por el triunfo en la batalla de la Victoria el 20 de octubre de 1892 y otros encuentros armados suscitados en el Oriente y sur del país, y que afiliado a la Revolución Restauradora de Cipriano Castro, adquiere renombre que le permite reconocimiento nacional.
En la llegada del cabito a la presidencia de la República es considerado el prestigio del general Montilla, colocándolo en su pueblo como Jefe Civil desde 01 de junio de 1904 hasta el 19 de octubre de 1909. La participación guerrera y luego al lado de los líderes de la Revolución Restauradora y más tarde en funciones de Gobierno, le permiten tener conocimiento amplio de lo que sucede en el ámbito nacional, regional y local. El derrocamiento del presidente Castro a finales de 1908 y específicamente en el tercer trimestre del año siguiente es alejado por largo tiempo de la confianza del nuevo gobierno, fijando su posición política anclado en sus propiedades en su rincón natal; conocedor de lo que ha sucedido en el no montaje e inauguración del MONUMENTO DE LA ENTREVISTA en la fecha programada desde el nivel central o alto Gobierno, un buen día del siguiente Octubre y quizás el 27 por razones obvias y que él en su condición militar lo sabe, después de haber dedicado días en una organización de determinada acción a desplegar; con unos cuantos centenares de paisanos, amigos y allegados, residenciados en el histórico pueblo y en los diversos campos y pueblos vecinos de estos contornos, equipados de todo tipo de materiales, bestias, alimentos. bebidas, entre otros, deciden bajar a LA PLAZUELA, para, de un solo viaje de regreso, hacer traslado efectivo de aquel tesoro que esperaba paciente y herméticamente guardado en dicho lugar. De modo bien dirigido y seguro, se hcen mediante largos listones con bien atados travesaños cómodas andas, donde son colocadas las estatuas individualizadas del Libertador y Morillo, y así, todo lo allí depositado; de acuerdo al peso de cada objeto, se destina la troja o la bestia, siempre en par o lo único que correspondía a la mula o el mulo llamado también macho en su condición de animales de gran resistencia física.
Día de aglomeración y de curiosidad, aquel en la Plazuela, ver esa inusitada muchedumbre en tan singular actividad, ordenada por un hombre corpulento y aindiado, con una autentica voz de mando, adquirida en las filas militares desde 25 años atrás hasta el golpe traidor a la Revolución Restauradora de Cipriano Castro, y quien, inquieto y nervioso se movía hacia distintos lugares, inspeccionando para así tener la certeza de que nada quedara falso e inseguro, pues tenía la plena convicción obre la inmensa responsabilidad adquirida al decidir poner en su justo lugar todo aquello que se encontraba ante sí, y este compromiso debería quedar concluido en la mañana siguiente.
El reloj registra las 05.30pm, ya el día está declinando, se acerca la noche, cada individuo se encuentra ubicado en el lugar asignado, desde lo individual a lo colectivo o grupo, y de idéntica manera el relevo que debe efectuarse cada 15 minutos. A lo largo del trayecto y en sitios estratégicos el fogón de alegre llama y la abundante y apetitosa comida, aparejada al fortificante y embriagante licor, destinado a la adquisición del suficiente entusiasmo para llegar el final.
Todos atentos a recibir una orden, sienten sobre si la emoción inmensa del deber cumplido. De pronto se deja oír la atronadora voz: ¡listo!, y pausadamente: ¡uno!, se siente una respiración profunda, ¡dos!, un silencio impresionante y la mirada fija hacia adelante, ¡tres!, al instante aquella masa viviente, como un vértigo se pone en movimiento; todo es alzado en hombros y desplegado a marcha serena y sostenida. Desde Pie de Cuesta comienza a medio atardecer la formación de una larga cola o fila india, que a medida que se acerca la oscuridad, la misma se hace más palpable desde el Cerrito en la parte alta de la Plazuela, moviéndose hacia arriba, escalando la empinada Cuesta de la Bujarú, bajo la claridad de las antorchas o teas, como lumbreras en el serpenteado y angosto camino, para remontarse luego de dos horas, sobre la cima más cercana; es algo espectacular que o lo mejor el espíritu del Gran Genio también va allí, animando con su callada voz persuasiva, y recordando que ÉL también paso varias veces por ese sendero con SUCRE, EL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO, y muchos de los suyos, a cumplir una misión de libertad y de patria, hace 91 años.
A medida que trascurren las horas, el camino también se va acortando, los vecindarios de Llano Grande, Las Hojas, Diego Díaz han quedado detrás; en la lejanía hacia el norte despunta la claridad del alba anunciando un nuevo amanecer; se nota el cansancio de personas y bestias, nadie se queda rezagado, el grupo de retaguardia ha sido cuidadoso en no permitirlo.
Son las 06:00am del 28 de octubre; SANTA ANA DE TRUJILLO está de fiesta, el tañido de las campanas de la iglesia de Nuestra Señora Santa Ana, rasgan el aire ante la aurora de un nuevo despertar, a lo mejor está dispuesta a celebrar el “EL DIA DE SAN SIMON” como onomástico del libertador SIMON BOLIVAR, y a quien hay que darle la bienvenida en aquella alegre mañana, pues ha vuelto para no irse más; pero, viene acompañado con su antiguo enemigo y nuevo amigo,
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