Indulto a fujimori, propuesta en contra.

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Por lo tanto estas condiciones no pueden colocar en grave riesgo su vida, salud e integridad, fujimoristas.

Los que impulsan la concesión del indulto saben que no hay razones para conceder dicha gracia presidencial y por ello se han visto en la necesidad de cambiar de estrategia. Han dejado de lado los argumentos y ahora lo quieren a la fuerza. Han pasado del argumento de la enfermedad terminal a razones que no tienen nada que ver con la situación de salud del ex Presidente: el 55% de la población está a favor, Fujimori no es cualquier ciudadano es un ex Presidente, el país está polarizado, “un país a la espera de algo no es conveniente”, entre otros. No piden un derecho, ahora exigen un privilegio.

Para conseguir este privilegio se han enfrascado en la tarea de afirmar y repetir una nueva mentira: Humala no tiene límites para otorgar el indulto y puede conceder esta gracia legítimamente a quien le dé la gana. Mentira, como lo de la enfermedad terminal. El TC ha señalado en diversas oportunidades que la concesión del indulto está sujeta a límites.

Según la última encuesta nacional de Datum, un 58% de los peruanos se muestra a favor de que se otorgue el indulto al expresidente Alberto Fujimori.

El que más apoya la gracia presidencial es el segmento E, con un 59,6%.

A nivel de zonas, es en el norte del país donde la liberación del condenado por violación de los derechos humanos alcanza el 62 por ciento.

Pero claro, como esta población no ha perdido familiares en un ataque terrorista, o no han obligado a sus madres a una operación de esterilización sin su consentimiento. Es la juventud de hoy quien lidera estas encuestas gracias a su hija, keiko, quien les endulza las mentes con propuestas para el futuro, olvidándose completamente del pasado.

Para recordar los atentados por los que Fujimori es presidiario, aquí les refresco la memoria a los fujimoristas:

En Diciembre 1991, ocurrió la masacre de los Barrios Altos, en que fueron asesinadas 15 personas; y en Julio de 1992 tuvo lugar el asesinato de 9 alumnos y un profesor de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta), ambas acciones llevadas a cabo por el "Grupo Colina", escuadrón de la muerte que funcionó durante estos años.