Las eras de Hobsbawm

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- Fueron revoluciones de los trabajadores pobres

- La burguesía dejo de ser una fuerza revolucionara para unirse a los conservadores y los “partidos del orden” que emergieron en el contexto de insurrección

- En 1848 la clase obrera careció de organización, de madurez política e ideológica y de dirigentes.

- Señalaron el final de la monarquía absoluta en Europa Occidental.

El drama del progreso

El “progreso” de los vencedores

El progreso significo, un cataclismo para millones de pobres. Aquella época constituye el momento de las mayores migraciones humanas. Entre 1848 y 1875 nueve millones de individuos abandonaron Europa, la mayoría en dirección a los EE.UU, pero también a Australia y Argentina.

El progreso supuso tanto vencedores como víctimas. La expansión económica se prolongo entre 1848 y la crisis de 1873: “el mundo se hizo capitalista y una significativa minoría de países desarrollados se convirtieron en economías industriales”.

La formula de este crecimiento fue el liberalismo económico. Su “logro supremo” fueron las ferias internacionales, el ferrocarril, el barco a vapor y el telégrafo.

Hobsbawn señala que hizo naufragar las esperanzas de los revolucionarios, decapito al movimiento obrero y dio un respiro a las monarquías restauradas. Nace la asociación internacional de trabajadores, fundada en Londres (1864-1872) liderada Marx y Engels, esta impulso el sindicalismo socialista y marxista.

Arriba los pobres del mundo

Durante el periodo de funcionamiento de la Internacional el único intento revolucionario fue la comuna de Paris en 1871. Esta experiencia duro dos meses y fue un gobierno insurrecto en una sola ciudad que termino, mediante una represión sangrienta.

La prensa europea agito el miedo y la amenaza de revolución, motivo que llevo a la alianza de los tres emperadores (Alemania, Austria y Rusia) en 1873 luego de la primera Internacional se traslada a EE.UU y se disuelve por disputas ideológicas y porque después de la comuna, el movimiento obrero francés queda desarticulado y la mayoría de los dirigentes fueron ejecutados o deportados.

Tradiciones inventadas

Como señala Hobsbawn desde la revolución industrial, las sociedades se han visto obligadas a inventar, sustituir o desarrollar nuevas redes de convenciones, valores y prácticas simbólicas. Es decir, crear “tradiciones inventadas”.

La burguesía liberal enfrento el problema de cómo “transformar campesinos en franceses o ingleses”, quebrar identidades de clase en función de una definición civil de las personas en tanto integrantes de un estado-nación. Era necesario constituir una “religión cívica”, inventar tradiciones nuevas con el fin de conseguir la estabilidad social y la neutralización de todo insurgencia.

La era del imperio

Depresión y monopolios

La crisis de 1873 marco el fin de la “era liberal”, del libre comercio británico, para dar paso a la concentración económica de los carteles, trust y monopolios.

Todos juntos por el botin

Hubo una tendencia a abandonar la competencia ilimitada e implantar la cooperación de los capitalistas a través de las funciones, acuerdos de precios y repartos de mercados.

La formación de monopolios u oligopolios se desarrollo primero en las industrias pesadas, donde la concentración avanzo a expensas de la libre competencia. También la gestión científica del trabajo fue el fruto del periodo de la gran depresión. Taylor comenzó a desarrollar sus ideas en la industria del acero norteamericana a partir del 1880.

Hobsbawm sostiene que este país sale de la gran depresión explotando su imperio colonial. Gran Bretaña tendió a apoyarse en los préstamos, en el comercio y las transacciones con las colonias.

Como potencia comercial y fuente de préstamos, aumento sus inversiones en el extranjero. Se convirtió en una “economía parasitaria” que vivía de los restos de su monopolio mundial.

Trabajadores del mundo

Como efecto de la gran depresión de 1873, aparecen los movimientos socialistas y revolucionarios de los trabajadores que exigieron el derrocamiento del capitalismo. La presencia del proletariado se hizo cada vez más evidente y sus filas se engrosaron a partir de dos grandes reservas de mano de obra preindustrial: el campesinado y el artesanado. El movimiento sindical surgió durante el periodo de la Primera Internacional (1864-1872) al mando de los socialistas.

El sector clave fue el transporte: el ferroviario y el marítimo. Las huelgas de estos trabajadores paralizaban la economía.

Partido proletario y democracia para todos

El proletariado, se organizo polticamente como clase. Es decir, surgieron los partidos de masas (socialdemócratas) basados en los trabajadores, inspirados por la ideología socialista que organizaron huelgas generales por la ampliación del voto, esta significada el derecho de voto del ciudadano sin propiedades.

Hobsbawn sostiene la tesis de que el nuevo movimiento obrero fue la fuerza más importante en el proceso de democratización de los estados europeos durante el siglo XIX.

El partido más desarrollado fue el socialdemócrata alemán, unificado en 1875. El canciller Otto Von Bismarck concedió en Alemania el sufragio universal y en 1877 el voto socialista alcanzo el medio millón. Floreció el sindicalismo revolucionario y las demandas de mejoras y reformas inmediatas.

Adiós al liberalismo

En este periodo, que Hobsbawn extiende hasta 1914, la economía capitalista cambia en cuatro aspectos:

- Desarrolla una nueva era tecnológica y nuevas formas de energía;

- El modelo de crecimiento ya no se basara en el mercado exterior sino en el mercado interno, con el sistema de la producción en serie;

- Termina el monopolio británico por la competencia internacional entre las economías industriales británica, alemana y norteamericana.;

- Comienza la era imperialista, un nuevo patrón de desarrollo-dependencia