Martin rodríguez
Enviado por Ninoka • 11 de Marzo de 2018 • 2.163 Palabras (9 Páginas) • 324 Visitas
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Con respecto al apoyo socio-económico que respaldaba al gobernador, podríamos afirmar que son justamente los propietarios rurales de la campaña y de la clase media-alta y alta de la ciudad. Durante los inicios de su gobierno se produjo un levantamiento que contó con el apoyo federal, pero que fue sofocado a la fuerza por Juan Manuel de Rosas, quien entró a la ciudad con los “Colorados del Monte”, una fuerza de gauchos altamente disciplinados y armados a su costa, reponiendo a Rodríguez en su cargo. La Junta de Representantes le entregó al nuevo gobernador “el lleno de las facultades”, con las cuales pudo devolverle el orden a la ciudad. De esta manera, su gobierno fue de tendencia unitaria y sus obras se vieron encauzadas principalmente por su ministro Bernardino Rivadavia.
El objetivo de este gobierno fue el de organizar internamente Buenos Aires para que creciera como un estado eficiente y rico. La tendencia de este gobierno fue unitaria. Martín Rodríguez nombró secretario de Hacienda a Manuel José García y secretario de Gobierno a Bernardino Rivadavia; este último elaboró un conjunto de reformas políticas, económicas y culturales para el desarrollo de la provincia. El principal objetivo de García y de Rivadavia fue centralizar el poder, al tiempo que se tendía a racionalizar y mejorar la administración, la economía, el ejército y la cultura, bajo el modelo de los estados europeos. Por eso, al nombrarlo el gobernador había invocado en el decreto “la importancia de sus servicios y la extensión de sus luces”[7]. De hecho, estos tres dirigentes dieron sus nombres a uno de los períodos más tristes de la historia argentina, en que la provincia de Buenos Aires creció enormemente a expensas de los ingresos aduaneros de todo el país, de los que se adueñó con una inmoralidad y un cinismo increíble.
Por otra parte, hay muchos historiadores que afirman que el triunfo federal de 1820[8] sobre Buenos Aires sólo fue parcial: esta provincia no perdió la base real de su poder —el dominio del puerto y la aduana— al tiempo que dentro de ella triunfaba, con Martín Rodríguez, la causa centralista.
Si bien la necesidad de llegar a la paz condujo a los políticos porteños a firmar el Tratado de Benegas (24 de noviembre de 1820), la reunión de un congreso nacional no convenía al grupo dirigente de Buenos Aires, pues no estaba en condiciones de imponer su actitud al país.
El llamado Partido del Orden mediante la introducción de una serie de reformas condujo a un período de “paz y progreso” que los contemporáneos calificaron de: “La feliz experiencia de Buenos Aires”. Para ello nombró a ministros capaces: Bernardino Rivadavia[9] y Manuel García, quienes comenzaron un extenso programa de reformas que incluían la distribución de tierras públicas, el desarrollo de la agricultura, la ganadería y la minería, las reformas militares; también crearon la Universidad de Buenos Aires, el Museo de Historia Natural, fundaron la ciudad de Tandil (provincia de Buenos Aires), establecieron fuertes, reorganizaron los servicios policiales, etc. La gente que acompañaba a Rodríguez en el gobierno seguía creyendo en las virtudes de un régimen centralizado; con la llegada de Bernardino Rivadavia al gabinete (agosto de 1821) la línea de acción quedó definida: buscar por todos los medios el fracaso de la reunión que se celebraba en Córdoba, y elevar en todos los órdenes el nivel de la provincia para convertirla en sólido pilar de la organización nacional. Rodríguez, que debió su nombramiento como gobernador, al menos en parte, al apoyo de Juan Manuel de Rosas, también firmó el Tratado de Benegas con el caudillo Estanislao López, por el cual se dispuso una tregua entre Buenos Aires y las provincias mesopotámicas.
Con el objeto de aumentar la representación de los hacendados en el gobierno de la provincia (con los votos de sus peones) sancionó una ley de elecciones que consagraba el principio de sufragio universal. También se sancionaron un conjunto de leyes relacionadas con el avance de la frontera y el disciplinamiento de la mano de obra rural (ley de vagos, de administración de justicia por jueces de paz en distritos rurales). Durante su gobierno también comenzó la entrega de tierras a través del sistema de enfiteusis.
Además, Rivadavia eliminó algunos privilegios que la Iglesia mantenía desde la época colonial, y propuso reformas en el ejército para lograr disciplina y eficacia. Aumentó el número de las escuelas primarias; modernizó los programas y métodos de estudios del bachillerato, y fundó la Universidad de Buenos Aires.
El grupo ilustrado que apoyaba la acción de Rivadavia estaba integrado por Julián Segundo de Agüero, Juan Cruz Varela, Esteban de Luca, Manuel Moreno y Cosme Argerich, entre otros. Todos eran miembros de la Sociedad Literaria y expresaban sus ideas a través de los periódicos “El Argos” y “La Abeja Argentina”.
Para finalizar este trabajo de investigación, me gustaría aportar una pequeña reflexión, acerca de la temática estudiada. Considero que, Martín Rodríguez, después de haber trabajado en sus labores de terrateniente, le sirvió para darse cuenta de la importancia de mantener esas y otras tierras. Es por ello, que una vez que, obtuvo el cargo de gobernador, tomó ciertas medidas importantes, como por ejemplo, la ley de enfiteusis o el hecho de la violenta reacción de los pueblos indígenas en la frontera, ya que decidió salir a escarmentarlos. En la práctica, el principal objetivo del avance de la frontera tenía como fin hacer efectiva la soberanía de la provincia sobre el desierto y expandir el territorio dedicado a la ganadería.
Además, realizó varias obras, junto a sus ministros Rivadavia y García, donde todas huelen a progreso; es por ello que hábilmente los elige, el primero, estuvo en Europa los últimos años, trayendo de allí ese “toque europeo” y, el otro, venía de Rio de Janeiro.
Considero que, Rodríguez fue un gran gobernador y militar. Desde muy joven, lucha en diferentes enfrentamientos patrióticos, en diferentes escenarios y, con una actuación admirable rechaza, años más tarde, el ofrecimiento, en un principio, ser gobernador de Buenos Aires con el convencimiento que es más útil luchando por nuestra patria naciente. Una vez establecido en el poder, tomó medidas progresistas, ya enunciadas anteriormente.
Pero, lo que me parece aun más admirable de la familia Rodríguez es, que al irse exiliados a Montevideo, a causa de la persecución de Rosas, él decide donar toda su fortuna a la causa patriótica y, doña Manuela, su esposa, decide empeñar todas sus alhajas para el general José María Paz. Es necesario destacar que, este
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