Modernidad; como proyecto socio-cultural, la Crisis de la Modernidad y la Intervención en lo Social
Enviado por Eric • 25 de Septiembre de 2018 • 1.324 Palabras (6 Páginas) • 497 Visitas
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El siglo XVIII, marca con la Ilustración el triunfo del racionalismo, de la razón propagando sus luces, de la creencia en la evolución y el progreso. Los filósofos de este siglo exponen los principios del nuevo orden que se está gestando y que se encuentra en abierta oposición al ideal autoritario que habían impuesto la Iglesia y el Estado en el siglo XVII. La crítica de la religión y del régimen absolutista se hace en nombre de la razón. De igual manera, para señalar la autonomía de la naciente sociedad burguesa respecto a la feudal -religiosa y dividida en estamentos- se difunde la noción de sociedad civil regida por el derecho civil. Este término sirve también para designar al tejido de relaciones que brotan alrededor de la práctica capitalista naciente y que tiene como base el intercambio, tanto material (objetos) como espiritual (ideas). La sociedad civil, contrapuesta a la sociedad religiosa, implica ya la existencia de una clase burguesa que se caracteriza tanto por la participación activa en la reivindicación de sus derechos y la preservación de sus intereses, como por la capacidad de organizarse sin la intromisión del Estado y de la religión.
A todo esto, los revolucionarios franceses no sólo crearon un nuevo modelo de sociedad y estado, sino que difundieron un nuevo modo de pensar por la mayor parte del mundo.
La revolución francesa significó el tránsito de la sociedad estamental, heredera del feudalismo, a la sociedad capitalista, basada en una economía de mercado. La burguesía, consciente de su papel preponderante en la vida económica, desplazó del poder a la aristocracia y a la monarquía absoluta.
Pero ya a fines del siglo XIX, comienzan a surgir diversas crisis que marcaron profundamente a la Modernidad. La noción de crisis puede ubicarse a mediados de los años setenta, cuando una serie de acontecimientos precipitaban lo que en poco tiempo serian fuertes cambios en nuestra sociedad.
La crisis de la modernidad hace referencia a la crisis de un paradigma, de una concepción de la realidad, del hombre, de las relaciones sociales, etc.
Esta crisis trajo como consecuencia la perdida de espacios de socialización y la crisis de sentido de muchos de ellos; la expresión más clara de ello es fundamentalmente la ruptura de lazos sociales, la conformación de relaciones sociales efímeras y de espacios de encuentro y sociabilidad novedosos que plantean interrogantes y quizás nuevas posibilidades para la intervención en lo social.
El progreso tan esperado fue perdiendo su dirección y los resultados que se pensaban de este tampoco fueron los esperados. Es así como los pensadores que surgen con la postmodernidad (crisis) fueron tan negativos en su pensamiento. El hombre ya no creía en nada, con todos los procesos históricos que se fueron desarrollando a lo largo del siglo pasado (las dos guerras mundiales, crisis económicas, etc.) las personas fueron perdiendo la veracidad en los cambios.
En la esfera del Estado-nación, la expresión de la crisis se observa en la credibilidad del Estado en tanto instancia de representación y legitimidad. La pérdida de estos atributos, anteriormente constitutivos del Estado, muestra dificultades en lo que atañe especialmente a las instituciones que intervienen en lo social.
El mercado no garantizaba igualdad, entonces surgen restricciones en la ciudadanía, y el acceso a los recursos básicos de bienestar (salud, educación y vivienda) se mercantilizan y pierden el sentido social que antes les prodigaba el Estado-nación.
La constitución de los Estados nacionales implico una forma de descolonización. Así, independencia era sinónimo de libertad, pero en las últimas décadas ésta no necesariamente es sinónimo de libertad y bienestar.
Algunos autores, plantearon una serie de inconvenientes de los Estado-nación, como las nociones de territorio, soberanía, fronteras, crecimiento demográfico y ''valor'' de los habitantes del territorio. No importa tanto la cuestión del territorio sino el acceso a las redes de comunicación o a las formas de producción rentables.
Desde el punto de vista político, el mismo parece transformarse más en una cuestión de imagen o de agenda mediática que de ideales o de diferentes formas
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