Princesa Diana.

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Quedó especialmente golpeada y sensibilizada, en enero de 1997, cuando estuvo en Angola. Este fue uno de sus últimos viajes humanitarios. La televisión dio a conocer un impresionante documental de su visita a Angola donde se percibe los cientos de angoleses, de la población civil, que han perdido alguna de sus extremidades, después de la guerra, como producto de estos criminales artefactos que han sido dejados enterrados y abandonados en el campo.

Fue ella la que le imprimió sentido humano y un significado real a la monarquía inglesa que vive de los dineros del pueblo inglés y muy pocos ejemplos edificantes ha dado muestra. Pareciera que Lady Di avergonzada por la ostentación y riqueza del reino, quiso retribuir a los pobres, los marginados por el sistema, y les dedicó especial atención personal. Diana, rompió los moldes tradicionales de la monarquía británica, estrechando la mano de los pobres y necesitados del mundo.

A Diana se le recuerda también en el premio Diana Memorial Award, fundado en 1999 por el entonces ministro de Economía, Gordon Brown. Establecido para adolescentes y jóvenes, de 12 a 18 años, que se destaquen por su labor en beneficio de sus comunidades o que hayan vencido alguna adversidad.

La Princesa Diana reunió en su conducta los altibajos que se dan en el desarrollo dialéctico de la conducta humana, asumió su rol de Princesa. Princesa de los pobres, abierta, franca, honesta y sincera consigo mismo y la sociedad mundial. Integra y resuelta en sus sentimientos. Abrazó una difícil causa, la promoción y defensa de los derechos humanos.