La princesa que creia en los cuentos de hadas.
Enviado por Antonio • 13 de Abril de 2018 • 1.614 Palabras (7 Páginas) • 398 Visitas
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La princesa entendió que seguiría sintiéndose agotada, nerviosa y enfadada hasta que decidiera si quería quedarse o marcharse y consiguiera estar en paz con la elección que hubiese tomado. Supo que el amor debe hacer a cada persona sentirse bien, si no, no es amor. Si se siente dolor muchas más veces que felicidad, no es amor. Es algo más que obliga a las personas a estar encerradas en su propia cárcel, incapaces de ver que la puerta hacia la libertad está delante de cada uno abierta de par en par. Uno no ve lo que no está dispuesto a ver. Y nunca se puede aprender la verdad en boca de los demás. Cada uno debe descubrirla por sí mismo.
Victoria fue dándose cuenta poco a poco que mientras más avanzaba en el camino de la verdad, más se alejaba de aquel príncipe al que ella amaba y también de muchas cosas que ella conocía, que no eran más que opresores de su felicidad, pero cuando ella sentía desistir y no continuar más con su viaje el Dr. Corazón siempre estaba ahí para darle palabras de aliento y más que eso hacerla reflexionar, él le decía que aunque le resultara difícil creerlo entonces, podía volver a tener ilusión por muchas cosas…. pues cuanto más se sufre, más oportunidades se poseen para tener una vida maravillosa. La princesa iba madurando más y más, también aprendía a amarse a sí misma, ya que aunque ella quería al príncipe y deseaba estar con él, Victoria sabía que muchas veces lo que es mejor no coincide con lo que queremos y el optar por lo que nos hará un bien es un signo de madurez y amor a nuestra persona; el desconfiar de nuestras decisiones nos impide avanzar en la vida y crecer como personas; mantener una decisión firme, la mente tranquila durante los problemas es una lección difícil de llevar a cabo pero que forma el carácter de cada persona y lo hace fuerte; muchas veces el miedo y la duda nos impiden ver la realidad, el miedo es solamente una decisión, no es real, existe en la imaginación no es más que la inseguridad de lo que pueda pasar en el futuro, y lo pensamos en el presente, la duda se deriva del miedo y la acumulación de estas crean a una persona insegura por eso no hay que dar paso al miedo mucho menos a las dudas.
Continuando con los aprendizajes de Victoria ella supo escuchar su corazón, respirar hondo y tranquilizarse cada vez que esos sentimientos y dudas la llenaban. Supo llenar su mente de mensajes y pensamientos positivos y logró sentir paz en su interior, en su cuerpo y espíritu. Confiaba en ella misma en que sus decisiones formarían su vida, ya no dependía de los demás que le dijeran que hacer de su vida y haciéndola perderse en confusiones, se dio cuenta que todo el tiempo había pedido el agrado y aceptación de los demás, se había conformado con ser el modelo perfecto de princesa y había matado a esa persona que ella era realmente, la cual no dejaba salir y no mostraba a nadie, los demás conocían a una persona que no era ella, y ella no se conocía a sí misma, había llegado al grado que no podía tomar decisiones por si sola por miedo a cometer un error.
Pero descubrió que cada día que pasaba le dejaba un aprendizaje y cada día nuevo era una oportunidad para ser mejor y formar a la persona que quería llegar a ser. Supo que en cada situación, momento, experiencia podía conocerse aún más y darse cuenta de lo increíble que era. Que el sufrimiento no es algo que les guste a las personas sin embargo, es un excelente maestro ya que nos enseña a valorar lo que tenemos, nos hace conocer la verdadera alegría y el amor. Se convenció de que la verdadera felicidad surge del interior de cada persona y entendió que el amor verdadero significa libertad y crecimiento antes que posesión y limitaciones; que es sinónimo de paz no de confusión, también de seguridad en vez de miedo, que significa entendimiento, lealtad, estímulo, compromiso, conexión y respeto.
Por último Victoria llegó a la conclusión de que en los cuentos de hadas de la vida real se puede ser feliz… con o sin príncipe.
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