REINSERCIÓN LABORAL

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CUENTO REINSERCION LABORAL

Era una mañana muy fría y tranquila como todas, yo recogía la cosecha de café mientras escuchaba mi emisora preferida como era costumbre, cuando de repente escuche unas voces extrañas acercándose hacia mí, era un grupo de personas identificándose como hombres de las milicias bolivarianas de las Farc que venían reclutando gente para sus filas, vi que traían más personas con ellos, niños llorando, mujeres y más hombres todos en contra de su voluntad, nos obligaron a ir con ellos. Mientras avanzábamos sin saber a dónde íbamos nos empujaban y gritaban, para que acatáramos sus órdenes, no importaba que tan cansados o sedientos estuviéramos, la meta era la montaña. Después de estar monte adentro perdimos la noción del espacio; lo primero que hicieron fue separarnos por grupos, niños aparte, mujeres para la cocina y como compañía de estos delincuentes a nosotros los hombres nos entregaron armas, nos enseñaron a utilizarlas y muchas técnicas de combate para utilizar en contra del ejército, paramilitares y el que ellos consideraran sus enemigos.

Era una vida muy dura y peligrosa no quería estar ni un segundo más allí, tenía que maltratar a la gente que estaba secuestrada, ser duro sin piedad ninguna, pedir recompensas a familias victimas e inocentes, llegue a tal punto de tener que matar, poco a poco me fueron convirtiendo en un monstruo, para colmo me pusieron un alias para identificarme, alias “machete”, ya no podía más cada día me imaginaba la forma de cómo me iba a escapar de aquel lugar, era algo muy peligroso porque si se daban cuenta todo podría salir muy mal, podría costar mi vida, seguía pensando y maquinando cual sería el lugar y el momento perfecto para mi fuga, pensé que podría ser en un combate con el ejército, era algo riesgoso pero lo iba a intentar.

Pasaban los días y las noches, eran tantas que perdí la cuenta, hasta que en una madrugada se empezaron a escuchar helicópteros volando encima de nosotros, todos estábamos muy nerviosos, al parecer todo estaba fuera de control, gritos y disparos todo era un caos, quizá esta era mi oportunidad perfecta para escapar.

Luego de horas de combate me quede extendido en una maleza, decidí hacerme el muerto para que mis camaradas se alejaran y de este modo poder huir del lugar, cuando por fin logre lo que tanto anhelaba camine por muchas horas y eternos días para lograr llegar a mi hogar y con gran sorpresa vi que no quedaba nada, la guerrilla me había expropiado de todo lo que me pertenecía, me quede sin nada ni nadie, mi familia ya no estaba, al parecer a todos los amenazaron para poder quitarnos lo único que teníamos, no sabía qué hacer ni sabía que estaba pasando, estaba desesperado, después de esto que ocurrió tan deprimente lo único que pensé fue en entregarme al ejército para desmovilizarme y volver a empezar una nueva vida, ya no con el alias de machete sino con mi nombre real.

Cuando llegue a desmovilizarme pase por un largo proceso, todo constaba de una preparación con charlas, sensibilizaciones, listas para pasar materiales que utilizáramos como armamentos o explosivos, luego ingrese a un programa de reinserción social para poder vivir tranquilamente, así que empecé a hacer cursos para entretenerme y poder empezar a buscar a mi familia, con el programa de reinserción empecé a rehacer mi vida, pero todo era muy complicado, cuando ocurría a cualquier lugar las personas inmediatamente sabían de mi pasado y me cerraban las puertas, fue un tiempo muy duro porque yo quería trabajar y salir adelante y nadie sabía que los tres años que estuve allá solo deseaba salir de ese infierno pero las personas solo me juzgaban y me señalaban, no se tomaban el tiempo para saber de mí, todo lo que hice fue en contra de mi voluntad, fui obligado por cabecillas de las farc porque de no hacer lo que ellos querían me matarían a mí y a mi familia, yo solo quería que me dieran la oportunidad de poder volver a ser un ciudadano, poder encontrar a mi esposa y a mis hijos, empezar de cero con la frente en alto tratando de olvidar lo que me había sucedido, así que después de tocar y tocar puertas por fin logre ser entrevistado para un trabajo en una empresa de vigilancia, me hicieron demasiadas preguntas y al final me dijeron que aplicaba para el puesto ya que les servía por el conocimiento que había obtenido con el manejo de armas, me brindaron una grandísima oportunidad y no la desaproveche, me sentí el hombre más contento, solo faltaba una cosa mi familia, pero luego de 3 meses trabajando logre encontrarla por medio de una tía que logro comunicarse conmigo e intervino para reencontrarme con todos, el día de hoy agradezco enormemente a todos aquellos que me acogieron y me dieron una segunda oportunidad, hoy tengo de nuevo un hogar para disfrutar con mi familia.

Muchos de los desmovilizados son víctimas de cabecillas de las farc, que solo quieren manipular a miles de personas y someterlas a sus regímenes utilizando la fuerza y las amenazas para su propio beneficio, la desmovilización debería ser mirada positivamente por todos, como una oportunidad para la reinstitucionalización.