Reseña sobre “Criollos: configuración de una mentalidad”
Enviado por poland6525 • 17 de Febrero de 2018 • 2.073 Palabras (9 Páginas) • 377 Visitas
...
El autor basándose en las crónicas de los conquistadores y los religiosos reconoce dos etapas para el siglo XVI: la primera marcada por el mandato del rey Carlos V, que fue la época de oro para los conquistadores y los misioneros (1524-1564), y la segunda regida por el rey Felipe II, que fue de calamidad para quienes creyeron en la idea de construir el paraíso terrenal en América. También Ramos reconoce que hubo dos medidas que implantó la Corona para poder legitimar su Imperio, logrando disolver las aspiraciones de los conquistadores y los frailes: la primera con las Leyes Nuevas (1542) para quitarles los privilegios a los encomenderos y la segunda con la Ordenanza de Patronato (1574) que fue para reafirmar la autoridad episcopal.
En la época de la conquista se puede reconocer un espíritu de posesión, en la que la encomienda jugó un rol muy importante, gracias a que esta institución impulsó a los conquistadores a querer establecerse en aristocracia colonial, por medio de la renta y los servicios de por vida que los indígenas les proporcionaban. No fue bien recibido por supuesto el interés de la Corona en eliminar la condición de perpetuidad en las encomiendas ya que generó levantamientos y muchas cartas de encomenderos inconformes.
Este nuevo Orden Colonial que implantó la corona, hizo sentir a los conquistadores que los favores reales se fueron hacia los burócratas, reflejando los cambios profundos que vinieron con este nuevo orden. Esto además de ser percibido como el medio que marcó el límite de las aspiraciones de los encomenderos, fue también recibido como la muerte de una generación aristocrática y marcial, afectando a los conquistadores que vieron la posibilidad de fundar un proyecto de sociedad basado en sus propios valores. Como prueba de esto en su obra “Elegías de varones ilustres de las indias”, Juan de Castellanos deja ver la melancolía por el mundo que idealizaron y que ya nunca volvió.
A finales del siglo XVI cuando la parafernalia de los funcionarios reales y sus séquitos llegaron a predominar en los territorios a penas conquistados, fue que se estableció el eje de la mentalidad criolla, volviéndose ésta de carácter cortesano al consolidarse la autoridad real con sus aparatos de control. Por esto se puede decir que los conquistadores con ideales marciales y aristocráticos fueron sustituidos por la burocracia, llevando a una transición entre 2 conceptos de honor que se solaparon en el momento del cambio, pues al honor marcial (asociado a la guerra) se le impuso el honor burocrático (derivado del ejercicio burocrático), que determinó las dinámicas de los siglos XVII y XVIII, siendo el más sensible y ejemplar aspecto de la mentalidad criolla.
La transición de la conquista al Orden Colonial fue posible principalmente por la concordancia del universo intelectual que generó Fray Bartolomé de las Casas y el proyecto imperial de la Corona. Este Orden en el Nuevo Reino se impuso en 1590 y se desarrolló en el contexto de la llegada del presidente Antonio González y la crisis por las alcabalas.
A manera de conclusión: construir el reino e implantar el mandato:
Finalmente, el autor recuerda que la sociedad colonial se ve marcada por distintos cambios y reformas del siglo XVI que llevan a la necesaria formación de una estructura burocrática que intervino en todas las relaciones sociales donde el honor determinaba la preminencia y el estatus.
Por esto, el siglo XVII fue determinante para consolidar afirmaciones en sentido a construir una política y cultura criolla con base en los pasados movimientos como el de los encomenderos y en los inevitables vínculos entre linajes. De este modo, se podría entender la mentalidad criolla no como un primer modelo de identidad y patriotismo, sino como la formación de una burocracía que resulta de la limpieza de sangre y el fomento de segregación entre linajes.
Análisis crítico
Por la historiografía tradicional es conocido que el término criollo hace referencia al español nacido en América. Pero Aristides plantea cómo ese término va más allá de esa concepción, al analizar el trasfondo que tiene desde su configuración como patria y nación. Aspecto que se problematiza si se trata de establecer una identidad criolla. Ya que en su inicio el término criollo era utilizado para hacer una distinción entre los peninsulares y los españoles nacidos en América con intenciones de discriminar o mejor dicho de distinguir los dos grupos sociales. Y más adelante son estos criollos los que configuraron la primera república: “En este sentido, nuestras primeras experiencias republicanas se construyeron sobre la base de unas convicciones criollas, cuyo más genuino resultado fue la República criolla”[2].
Es curioso como en un inicio los denominados criollos rechazaban el término y evitaban ser llamados de esa manera por el carácter discriminatorio que tenía dicha denominación, como consecuencias de temas de limpieza de sangre, le quitaba el mismo prestigio que un peninsular tenía en América al estar “manchado”. Pero después este término es utilizado como una bandera de emancipación hacia el Imperio para obtener la autonomía necesaria en autoridad para gobernar América. Este cambio de enfoque que tuvo el término criollo, Aristides lo argumenta con la transición de la época de los conquistadores y encomenderos a la época del orden colonial. Que, a nuestro parecer, en el artículo falta especificar como se da bien el cambio de mentalidad de españoles nacidos en América con anhelos de retornar a España a americanos blancos que quieren gobernar América.
Otro aspecto que nos gustaría resaltar es la importancia que Aristides le da al concepto de honor desde sus raíces religiosas y de limpieza de sangre para que un criollo pueda encajar en la burocracia del sistema del orden colonial implantado en América por parte del Imperio. Visto como el esfuerzo de las élites hispanoamericanas en ingresar en la burocracia colonial desde el siglo XVII. “Por ello, la mentalidad criolla no hay que entenderla como conciencia étnica inhibitoria de nacionalismos, pero sí como potenciadora de racismos”[3]. Como hemos visto en clase y gracias a lecturas trabajadas antes, afirmar que la mentalidad criolla es una potenciadora de racismos es un poco exagerado. Ya que la categoría criolla es otra de las categorías de clasificación social usados en el sistema de dominio colonial, basada en el deber ser de la república de españoles y la república de indios.
Bibliografía
Ramos Aristides. Criollos como configuración de una
...