Resumen hebreos de Beatrice Rattey

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Moisés solo tenía una cosa a hacer y era liberar a su pueblo, bajo al encomiendo y respaldo de Yavé, quien envío plagas y calamidades para contra Ramsés, comenzando en el Nilo. Comenzando con la muerte del ganado, langostas destruyendo la cosecha, tormentas de arena y otras cosas malas. Estas pestes y calamidades cobraron un sinfín de vidas y muerte de muchos egipcios, entre ellos el hijo de Ramsés.

Posteriormente los egipcios aceptaron la petición de Moisés de liberar a los hebreos para evitar más calamidades, hasta el punto que Ramsés otorgo liberar su pueblo y salieron de la cuidad hacia el desierto d Madián.

Fueron perseguidos por el faraón en laguna de las Cañas y librados gracias al orden de Moisés y a la guía de Yavé, para ir continuando su camino hacia Monte Sinaí o monte Horeb, donde encuentra los libros del Éxodo. Fue ahí donde se reconoció a Yavé como su Dios libertador, quien otorgaba protección y misericordia a quién le fuera devoto.

Después hubo una separación entre creencias ya que Aarón rendían culto a una imagen de un becerro a quienes ofrecían culto, en ese momento es ayudado por Leví. Pero ese tipo de cultos persistió incluso después de la entrada de los hebreos en Canaán y es ahí donde para no olvidar nunca a Dios (Yavé), se enseñó “la oración”.

Moisés en el Tabernáculo enseño a no idealizar o hacer imágenes de Dios, como en otros cultos, sino que se enseñara a pensar el Él como “alto y elevado”, enseño a administrar la justicia, mediante el consejo de ansíanos que era una autoridad delegada, y los diez mandamientos, que representa más que nada un código moral, fomento el monoteísmo y la aplicación del deber social hacia los hebreos y conocido como representante de la ley de Jesús.

Capítulo 4

Cannán: conquista y colonización

Es lo referente a la entrada de los hebreos a Canaán, esto bajo la dirección de Josué ganador de grandes batallas entre ellas la del Monte de Efraín, según cuenta la narración que serviría después para enseñar la religión.

El mensaje de las narraciones son las consecuencias de las infidelidades hacia Yavé y se expresa a los hebreos que le sirvan fielmente.

Josué dividió a Canaán en 12 tribus. Después de la muerte de Josué se extendió el dominio hebreo, este suceso se conserva en “el libro de los Jueces”, dentro del libro se incluyen narraciones similares, incluido “el libro de Jaser”, “las guerras de Yavé”. Y según se cuenta cuando Josué era joven, fue designado por Moisés para custodiar el “Tabernaculo” y un día se iba a convertir en su sucesor.

Los hebreos invadieron Jericó atravesando el Jordán, dicho suceso de atribuyo a la protección de Yavé, las murallas de Jericó se derrumbaron, el Rey de aquella cuidad se rindió. Después Josué y su pueblo hebreo arrasaron en Siquiem y Luz, sin mencionar una victoria con sus aliados en el valle de Ayalón.

Muerto Josué aún no había sido conquistada Canaán, según se habla en el libro de los Jueces, al igual que se menciona la resistencia entre los distintos clanes hebreos y cananeos. De hecho, había una fraternización entre cananeos y hebreos. Sin mencionar la era de los Jueces libertadores que luchaban en Canaán.

Capítulo 5

La fundación de la monarquía

La monarquía hebra fue establecida por Samuel, hasta la caída del reino de Israel y la destrucción de Jerusalén, según los libros de Samuel en forma de cuentos y cantos populares, aunque existan historias contradictorias sobre si Samuel fue el fundador de la monarquía o David o Saúl.

Samuel al fundar la monarquía pensó en que las tribus hebreas necesitaban un Rey, él era de la tribu de Efraín, dedicada a Yavé.

Samuel era partidario de los ideales religiosos y políticos, pensó que los hebreos dueños de Canaán necesitaban un jefe nacional, que inspirara entusiasmo, por sus grandes cualidades, capacidades y bajo obviamente el título de “Rey” y pudiera transmitir la autoridad a su sucesor. Pero se enseñarían 2 cosas: fidelidad a Dios y lealtad a la nación representada, cosa que no era fácil, pero Saúl se proclamó Rey de los hebreos gracias salvando la ciudad de Bizec

Importante es que fue el profeta Samuel quién comprendió antes que nadie que el único modo de asegurar, la existencia como nación, de entre tantas guerras y disputas, de los hebreos, era unirlos bajo la autoridad de un rey que os protegiera contra los enemigos y las desavenencias entre ellos mismos. Comprendió que un grupo de clanes, si cada uno trabajaba por sus propios intereses, no conseguiría jamás conquistar aquella libertad sin la cual los hebreos no podrían cumplir con el destino de Yavé les había trazado.

Para Samuel la religión y la política eran inseparables. Por consiguiente, les dio un punto donde se centraban las esperanzas y las aspiraciones de la nación en la persona del primer Rey, Saúl, rey típico en el que se refiere a la apariencia personal, a la capacidad militar, y a la energía, pero falto de aquellas cualidades más finas, religiosas y morales, que son esenciales a toda verdadera grandeza.

Capítulo 6

La monarquía: David y Salomón